En México las opciones de destinos se limitaron para Rogelio Chávez ante su escasa participación en el último año, por lo que recurrió a buscar una oportunidad en Perú. El lateral fue presentado este lunes con el Melgar, donde comenzará una nueva aventura, al menos hasta diciembre.
Salir de Cruz Azul, el club en el que debutó, no fue fácil, pero la falta de minutos y la llegada de la regla 10/8 lo orillaron a buscar otras opciones, incluso fuera de México. Chávez entiende que estas situaciones son parte del futbol, pero igualmente piensa que las nuevas normas afectan al jugador mexicano. En su caso, a sus 31 años, trata de no preocuparse de más por su carrera, pues sabe que puede encontrar oportunidades gracias a su experiencia. El problema, considera, será más bien para los jóvenes a los que no se les da confianza.
“No nada más a mí, la verdad es que a todo el mexicano que está jugando como profesional en Primera División le afecta bastante (la regla10/8). Aquí los mexicanos más afectados en realidad van a ser los de fuerzas básicas. Uno ya va de salida, pero los que están en fuerzas básicas, imagínate, le traen cuatro o siete extranjeros, pues ¿cuándo vas a voltear a ver a uno que quiere sobresalir? Es lo que no entiendo, pero los que decidieron eso tendrán sus motivos”, explicó el lateral derecho.
Ya tomada la decisión de crear una nueva regla de los que fueron registrados en México antes de los 18 años, Chávez piensa que de momento no ha generado algo positivo para el futbolista mexicano, sobre todo para el que quiere ganarse un lugar y que lucha desde las fuerzas básicas.
“A largo plazo o en un corto tiempo verán si tuvieron razón, pero ahora toca que sea así y se tienen que acatar esas cosas, y uno tiene que ver su bienestar y su futuro y ahora toca estar acá y a Gerardo (Torrado) y a Omar (Bravo) en Estados Unidos. Los conozco a los dos y si bien son grandes, son muy profesionales y obviamente esos jugadores son los que uno tiene que valorar, pero ya sabrán los que pusieron esa regla el por qué o el motivo de eso”, señaló.
El ex cruzazulino fue notificado que Tomás Boy no contaba más con él y en el Draft no encontró equipo. El deseo era quedarse en México, pero al contar solamente con seis minutos jugados en todo el Clausura 2016, cree que fue difícil que se fijaran en él.
“Eso está claro, no tuve participación con Tomás (Boy). Yo entiendo a los clubes y cómo vas a llevar a alguien que no ha jugado, con un nivel tan competitivo como está ahí y ahora vengo contento acá porque sé que puedo demostrar y lo haré al 100 por ciento, dedicado a mi trabajo. Es una lástima porque ustedes saben que quiero y amo al Cruz Azul, pero ahora está de entrenador Tomás Boy y se tienen que respetar las decisiones que tome porque está a cargo del equipo. Yo la verdad nunca tuve un problema con él, pero sí me queda ese amargo sabor de boca que no haya tenido oportunidad”, lamentó.
Ahora en Perú, su deseo es demostrar que sigue siendo útil sobre la cancha, además de que se fija como objetivo un título con el equipo que dirige Juan Reynoso.
“Estoy muy contento por el recibimiento, todo bien, la prensa está emocionado por haber venido para acá y obviamente comprometido con el club, con Juan Reynoso que me pidió y hay que demostrar que puedo seguir jugando por acá.
“Es un reto más, obvio pienso en ser campeón, algo que no pude con Cruz Azul”, indicó.