Diez victorias en los diez partidos de la fase previa de clasificación. Seis más en los duelos de preparación, comenzando con un 2-1 sobre Argentina en Madrid y acabando con un 6-0 a Polonia en Murcia, con un 0-2 a Francia en París entre ellos. La España campeona de Europa se marchaba a Sudáfrica, al Mundial de 2010, con la ilusión por las nubes. No se trataba ya de superar la maldita barrera de los cuartos de final, sino de considerarse candidata en un torneo al que acudía con la aclamada mejor generación de futbolistas de su historia…
Y a las primeras de cambio, la decepción mayúscula. Si Argentina había debutado sufriendo (1-0) ante Nigeria, Brasil no había brillando ante Corea del Norte (2-1), Holanda había cumplido ante Dinamarca (2-0) y Alemania había aplastado (4-0) a Australia, la campeona de Europa fue la cruz entre las candidatas, después del 1-1 de Italia con Paraguay o el 0-0 de Francia contra Uruguay.
España debutó en el Mundial de Sudáfrica con una impensable, dolorosa y depresiva derrota frente a Suiza, una selección que en los 18 duelos precedentes jamás le había ganado (15 victorias y 3 empates) y a la que había eliminado, como resultado más destacado entre ambas, en los octavos de final del Mundial de Estados Unidos, en 1994, por 3-0.
Al cabo de 16 años, un 16 de junio en Durban y una hora después de que Chile se estrenase con un ajustado triunfo (1-0) sobre Honduras, la España de Vicente del Bosque debutó con todos los honores ante un equipo helvético que, sobre el papel, debía jugarse la segunda plaza del grupo H con los chilenos… Y que echó por tierra toda la ilusión.
Dirigida por un Ottmar Hitzfeld que en 2004 había conducido a Grecia al sorprendente título de la Eurocopa, Suiza le cedió toda la iniciativa a la selección española, que por medio de Piqué, Iniesta y Villa rozó el gol en una primera mitad dominada absolutamente, hasta que en el minuto 52 se encendió la alarma. Un gol de Gelson Fernandes, en una embarullada jugada de ataque suizo, puso el 0-1 y el susto en el cuerpo.
Y del susto se pasó a la depresión. Iniesta, Villa, Fernando Torres, un palo de Xabi Alonso… se rozó el empate pero éste no llegó y la España más ambiciosa se topó con un desastroso estreno mundialista que provocó una oleada de críticas que algunos temieron enterrase la idea futbolística de un Del Bosque que apostó por dar todo el protagonismo al juego de combinación, llenando el equipo de centrocampistas, hasta cinco en el once inicial, que no pudieron encontrar el camino del gol.
“Me ha recordado el Barça-Inter; ha sido una desgracia futbolística” explicó Xavi al acabar el partido, al tiempo que Del Bosque llamaba a “levantarnos y pensar que nos quedan dos finales, no en que hemos tenido mala suerte”.
Y España se levantó… aunque no le resultó fácil.
La ficha del partido
España: Casillas, Sergio Ramos, Puyol, Piqué, Capdevila, Busquets (Fernando Torres 61’), Xabi Alonso, Xavi, Iniesta (Pedro 77’), Silva (Jesús Navas 62’) y Villa.
Suiza: Benaglio, Lichtsteiner, Senderos (Von Bergen 36’), Grichting, Ziegler, Huggel, Barnetta (Eggimann 92’), Inler, Fernandes, Derdiyok (Yakin 79’) y Nkufo.
Árbitro: Howard Webb (Inglaterra). Amonestó a Grichting, Ziegler, Benaglio y Yakin.
Gol: 0-1, minuto 52 Fernandes.
Campo: Moses Mabhida, 62 mil 453 espectadores.