Campeón, máximo goleador, tercer mejor futbolista e integrante del equipo ideal, pocos protagonistas de aquella inolvidable selección española que conquistó el Mundial de Sudáfrica tuvieron tanta trascendencia en el éxito como David Villa. Puede que la imagen más icónica sea el gol de Iniesta... Pero sin los que marcó el asturiano a Honduras, Chile, Portugal y Paraguay la historia habría sido muy distinta.
David Villa es un personaje providencial en el fútbol español al que, sin duda, no se le ha hecho justicia. Si nadie marcó tantos goles como él con la selección (59), pocos pueden presentar un currículum a nivel de clubes como el suyo. Nacido futbolísticamente en el Langreo y debutante profesional en el Sporting, allá por 2001, se retiró en enero de este 2020 ganando la Copa del Emperador de Japón con el Vissel Kobe. Antes de ello fue campeón con el Zaragoza, con el Valencia, con el Barça y con el Atlético de Madrid y sin llegar a serlo con el New York City, sus 80 goles en 124 partidos pueden considerarse un título por sí mismo.
Fueron 13 trofeos a nivel de clubes y dos con la selección, Eurocopa de 2008 y Mundial de 2010, que pudieron ser tres si la tercera semana de mayo de 2012 no hubiera llamado, personalmente, a Vicente del Bosque para renunciar a la Eurocopa por entender que no estaba plenamente recuperado de una fractura de tibia sufrida con el Barça cinco meses antes. "Lo he intentado hasta el final, pero no podré estar al cien por cien para la Eurocopa. He llamado al seleccionador para decírselo. Es lo más honesto" descubrió en primera persona cuando España mantenía la respiración confiando en la recuperación de su gran goleador...
Hoy el día a día profesional de David Villa lo ocupa el Qeensboro FC, proyecto al que se sumó en los últimos meses de 2019 y que bajo su liderazgo debe echar a andar en 2021 en New York. Entre todo ello el asturiano tuvo tiempo para conversar con ESPN Deportes y refrescar el recuerdo de aquel Mundial único, centrado principalmente en el partido de cuartos de final frente a Paraguay.
La famosa barrera de los cuartos de final que derrumbó con un gol que despertó, ya sin disimulo, la euforia alrededor de la selección.
ESPN: ¿Habría podido soñar diez años antes, cuando empezaba en el Sporting, que sería campeón del Mundo?
David Villa: Soñarlo... Siempre soñé con que España algún día ganaría el Mundial y que, por qué no, yo formaría parte del equipo... Ahora, al cabo del tiempo, pienso que es una gran realidad, que lo hicimos y que la gente nos recuerda con mucho cariño. Eso te hace feliz.
ESPN: Ya eran campeones de Europa, pero un Mundial son palabras mayores. ¿Llegan a Sudáfrica convencidos de sí mismos?
DV: Teníamos el convencimiento desde antes de empezar el Mundial; llevábamos unos años siendo superiores a los rivales, creyéndonos que podíamos estar entre los mejores... Cuando ya estábamos en competición, a medida que van pasando los días y los partidos ese sentimiento se fue haciendo más fuerte. Sí nos lo creíamos.
ESPN: Recién había fichado por el Barça como sucesor de Ibrahimovic. ¿Entendía que iba a ser seguido especialmente en Sudáfrica por llegar a un club de tal dimensión?
DV: A nivel personal no me cambió para nada la percepción o preparación del torneo. No era novato en la selección, ya había jugado un Mundial y una Eurocopa... Estaba centrado y preparado, aunque sí entiendo que desde fuera pudiera verse de otra manera, que se me siguiera de forma especial...
ESPN: Paraguay en cuartos de final. No era el rival más peligroso en teoría...
DV: Cuando nos toca Paraguay no hay ningún alivio ni nada especial. En ese momento somos conscientes que están ahí por sus méritos, por haber hecho muy bien las cosas y teníamos claro que para eliminarles tendríamos que hacer muy bien las cosas.
ESPN: La muralla de los cuartos de final...
DV: Existía esa sensación, quizá... Pero se diluyó ya un poco el día que pasamos a penalties en la Eurocopa de 2008. No afrontamos el partido con aquel pensamiento. Había confianza en llegar más lejos.
ESPN: Venían con ánimo subido, después de un comienzo desolador contra Suiza...
DV: Pienso que contra Suiza, aún perdiendo jugamos bien, pero ganar como hicimos contra Honduras, Chile y Portugal nos catapultó la confianza. No nos fiamos para nada, pero estábamos muy seguros de nosotros mismos.
Los goles de Villa resucitaron a España contra Honduras, la catapultaron frente a Chile y la dispararon contra Portugal... Llegó Paraguay. Un partido trabado, difícil, dominado pero, a cara o cruz, con más de un susto...
ESPN: ... Y cinco minutos de locos, con penalties, paradas, repeticiones... ¿Los más locos de su carrera en la selección?
DV: No sé si fueron los cinco minutos más locos de la historia de la selección, o de la época de aquella selección... Pero sí es verdad que fueron unos minutos con mucho descontrol. A nosotros nos gustaba tener los partidos controlados y ahí hubo un intercambio de golpes, los dos penalties, el error de Xabi en el segundo, el penalti clarísimo en el rechace que el árbitro no se atreve a pitar... Fue un poco de locura, sin duda, que no podíamos tener en el guión.
ESPN: Y a poco del final, el gol. La euforia, la explosión. Para que no faltase de nada, un rechace del palo, un disparo a un palo, al otro... Fueron unos segundos de infarto.
DV: Conociendo a Pedro, su gran definición, cuando veo que va a disparar estoy convencido que será gol. Ni me esperaba el rechace del palo y tuve la suerte que el balón me vino al pie... Y el acierto de rematar tan ajustado. Palo a palo... Gol.
ESPN: Desde un punto de vista anímico, ¿qué papel le otorga a Del Bosque?
DV: El mister siempre nos trasladó mucha confianza al grupo, mucho apoyo y tranquilidad. Sus palabras en el vestuario fueron muy importantes.
Del equipo que ganó aquel Mundial permanecen en activo Sergio Ramos, Sergio Busquets, Jesus Navas, Piqué, Iniesta, Albiol, Cesc, Mata, Pedro, Javi Martínez y David Silva, aunque solo los tres primeros se mantienen en una selección que, hoy a los mandos de Luis Enrique, busca recuperar unos éxitos que se acabaron con la Eurocopa de 2012.
ESPN: ¿Se entiende una era irrepetible, imposible de igualar?
DV: Cada época es diferente... Lo que no debemos hacer es querer copiar aquello. Ojalá haya una selección que nos mejore y pueda ganar más títulos pero sin pretender calcar a aquella porque no sería bueno para el fútbol español.
David Villa, el mejor '7' que ha tenido la selección española hasta que se demuestre lo contrario, sabe de lo que habla. Debutó en febrero de 2005 con La Roja frente a San Marino y el 16 de noviembre de aquel mismo año, en Eslovaquia, estrenó su cuenta goleadora en un duelo trascendental de repesca para acudir al Mundial de Alemania.
Allí disfrutó de su primer gran torneo y sufrió su primera gran decepción... Pero empezó a marcar goles. Y más goles. Llegó a los 59, coincidiendo con la despedida, triste, del Mundial de Brasil frente a Australia. Y aún regresó, al cabo de tres años con Lopetegui, para decir adiós contra Italia.
Una carrera sin igual, adornada con 13 títulos a nivel de clubs y un Mundial y Eurocopa con la selección española. La que se catapultó a la eternidad a base de sus goles... Uno de ellos, providencial, cumple diez años este tres de julio, el que derrumbó a Paraguay.
LA FICHA DEL PARTIDO
España: Casillas, Sergio Ramos, Puyol (Marchena 84'), Piqué, Capdevila, Busquets, Xabi Alonso (Pedro 74’), Xavi, Iniesta, Fernando Torres (Cesc 55’) y Villa.
Paraguay: Justo Villar, Verón, Alcaraz, Da Silva, Morel, Santana, Cáceres (Barrios 84'), Barreto, Riveros, Cardozo y Valdez (Santacruz 71').
Árbitro: Carlos Batres (Guatemala). Amonestó a Piqué, Cáceres, Alcaraz, Busquets, Morel y Santana.
Gol: 1-0, minuto 83 Villa.
Campo: Ellis Park, 55.359 espectadores.