Gustavo Poyet fue presentado oficialmente como nuevo Director Técnico de la Selección de Grecia y horas después habló en Radio Sport 890 sobre este nuevo desafío en su carrera como entrenador.
Sobre la forma en la que se dio su desembarco en el combinado helénico, el uruguayo contó que "se van dando circunstancias que uno no planea. Yo había tenido acercamientos hace unos años con una selección africana a la que estuve a punto de ir, y después con una selección pequeña de Asia a la que decidí no acceder. En este caso se da que yo tuve un pasaje como jugador por el AEK Atenas y dejé una reputación buena que estaba intacta, y a partir de ahí se fue dando un proceso de entrevistas, acercamientos, hasta que llegamos a un acuerdo y me eligieron. Al principio no se había enterado nadie y en estas últimas semanas, cuando salió a la luz, fue una locura de llamadas, notas y entrevistas".
Sobre el presente de la Selección de Grecia, Poyet contó que "ellos quedaron eliminados del Mundial en el grupo de España y Suecia, más allá de que particularmente contra ellos les fue muy bien, el debe quedó contra Selecciones como Kosovo y Georgia. A partir de ahí quedó esta competición de la UEFA Nations League, y de cara a esa competencia que se juega en junio y setiembre vamos a tener un par de amistosos para prepararnos de cara a la clasificación para la próxima Eurocopa".
El Director Técnico uruguayo se refirió a las diferencias entre la tarea que le tocará asumir en una Selección, comparando su actividad anterior a nivel de clubes: "Es algo completamente distinto y en este tiempo he prestado mucha atención a los entrenadores con posturas favorables y desfavorables en este sentido. He estado en contacto con Roberto Martínez, de Bélgica, que le apasiona. Es un tema de cambiar el chip y entender que en este caso la prioridad es seleccionar, simplificar porque tenés poco tiempo con el jugador y de que las ideas lleguen muy claras. Es un trabajo diferente pero que no deja de ser bonito, pero la clave es la Selección Nacional, elegir bien para que el equipo tenga lo mejor posible a disposición. Es una experiencia espectacular que tenía como meta, no urgente pero sí como un objetivo. Cuando surgió la posibilidad me empecé a interesar, ví las eliminatorias, ví jugadores y me terminé metiendo de lleno".
Sobre su paso como DT por el fútbol sudamericano, Gustavo Poyet aseguró que "cuando me retiré fui a Uruguay, y cada vez que quería hacer algo me decían que no se podía. Con ese panorama y con 36 o 37 años de edad me fui a Europa a desarrollar mi actividad, y 15 años después me dije '¿Por qué no se puede?'. Volví a Sudamérica, agarré en Católica y los primeros 4 meses fueron extraordinarios, pero después llegó el período de pases que para mí era clave, y ahí sí me encontré con el 'no se puede'. Pero más allá de eso me quedé con una gran experiencia".
Sobre la taréa de un entrenador de Selección, el uruguayo dijo que "requiere mucho más análisis pre convocatoria, tener claro qué jugadores tenés, que tipo de jugadores tenés para determinar con qué sistema podés jugar. Todo eso antes de llamar a los jugadores, cuando los llamás hay que ser muy claro con el futbolista y tratar de obtener resultados".
Agregó que "una de las cosas que quiero hacer en Grecia es estar muy presente con los jugadores, de charlar con los entrenadores locales, de charlar con los futbolistas y tener reuniones al menos por zoom con al menos un jugador por línea para ir hablando antes de recibirlos en los entrenamientos. Es un proceso que hoy la tecnología te facilita mucho".
Acerca de la barrera del idioma contó que "Griego no se nada, pero ya cuando estuve en AEK Atenas pasé por eso. Más del 95% habla inglés por lo que en ese sentido estoy tranquilo, aunque de todos modos vamos a tener un traductor por las dudas".
Uno de sus mentores fue Sergio Markarián, quién casualmente también supo dirigir en Grecia tanto a nivel de clubes como a la Selección. Consultado acerca de este tema, Poyet dijo que "Hablé con Markarián y le dije que sigo sus pasos. Fue uno de los que me incentivó a meterme en el mundo de los entrenamientos en el fútbol, y de hecho me invitó a trabajar con él en Cruz Azul. Eso no salió y yo comencé a trabajar después en Inglaterra. Sigo ese caminito que a Sergio lo llevó a lugares tan importantes. Cada vez que lo escucho es como si lo tuviera al lado mío, siempre saco cosas de él para utilizar y es un honor decir que sigo sus pasos".
Posteriormente, Gustavo Poyet se refirió al cambio de Director Técnico de la Selección uruguaya, y contó que por momentos se imaginó que podía ser candidato: "Por los perfiles que estaban buscando en algún momento pensé que podía estar entre los elegibles. Después cuando vi la lista de los tres que estaban en carpeta evidentemente me di cuenta de que no contaban conmigo. Pero si Sergio Markarian nunca tuvo esa posibilidad con los pergaminos que tiene, yo ni me preocupo. Con respecto a Diego Alonso me alegré un montón, porque compartí vestuario con él en la Selección, y sobre todo porque me encantó lo que ví en los dos partidos, me ilusionó de nuevo. El cambio claramente era necesario, hay una atmósfera, una energía, que ha hecho que el equipo reaccione".
Ampliando sobre la llegada de Alonso y la salida de Oscar Washington Tabárez dijo que "porque una cosa llegue a su fin no quiere decir que uno esté en contra. Yo nunca sentí algo similar a lo que sentí en 2010 con Uruguay en el Mundial, y lo que pasó en el 2011 con la Copa América. Pero a partir de ahí parecía que no se podía criticar nada, y la realidad es que un equipo como Uruguay no puede estar tres Copas América consecutiva sin llegar a semifinales, acá nadie va en contra de Tabárez y siempre vamos a estar agradecidos al Maestro, nos dio cosas extraordinarias, pero eso no significa que siempre tengas que estar de acuerdo".