Sevilla eliminó a Juventus en la vuelta de las semifinales de la UEFA Europa League en un partidazo de alto vértigo, que se hizo muy atractivo y que estuvo para cualquiera de los dos, pero en el que los españoles sacaron a relucir toda su experiencia para imponerse 2-1 en casa.
A diferencia del partido de ida, en el que los sevillanos dominaron las acciones en Turín, Juventus contó con varias chances en su búsqueda por la hazaña de meterse en el partido decisorio, y fue justamente el elenco bianconero el que rompió la paridad en la segunda mitad con un gol de Vlahovic, que dejó atrás a dos marcadores con algo de suerte y definió con mucha sangre fría ante la salida de Bounou.
Pero Mendilíbar movió el banco y le dio ingreso a Suso, que cambiaría el encuentro y rompería los esquemas de los italianos. El zurdo fue indescifrable con sus enganches hacia adentro para una Juve que se replegó obligada por las condiciones del encuentro, y con un zurdazo al ángulo desde la puerta del área logró igualar el encuentro apenas seis minutos después del golpe sufrido por su equipo.
Luego del empate, fue todo de los españoles, que con mucha movilidad y dinámica encontraron los espacios, pero no pudieron vencer a Szczesny en los 90' y el encuentro se fue a tiempo suplementario.
Allí Juventus entendió que el negocio era aguantar e ir a los penales, por jugar en un recinto difícil, por la experiencia de su rival en este tipo de encuentros y por la superioridad futbolística. Con sus once futbolistas en su campo, intentó alguna salida rápida de contraataque, aunque sin éxito en la definición.
Y cuando la primera mitad del tiempo suplementario se iba, Sevilla no perdonó y le dio el golpe de nocaut. Un centro medido de Bryan Gil que encontró a Erik Lamela en el punto del penal terminó de inclinar las acciones para los locales, que volvieron a demostrar toda su carpeta para sacar adelante una serie complicada.
Con este resultado, el equipo español jugará su quinta final en diez años: lo hizo en 2013/14, 2014/15 y 2015/16 cuando fue tricampeón, y en la 2019/20 cuando también se consagró. Ahora deberán enfrentar a Roma en el partido decisivo el próximo 31 de mayo en Budapest, en el que buscará mantener su invicto en finales.