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Los gestos de grandeza de Suárez: felicitó al golero de Rentistas, se tomó una foto con un niño de Peñarol y no se quejó de Belvedere

Luis Suárez habló con sus hijos antes de venir a Nacional y fue claro. “Ustedes siempre fueron a Uruguay de vacaciones, pero ahora las cosas cambian, van a vivir el día a día”. Palabras más, palabras menos, Suárez puso a sus niños en situación real. Les habló de las canchas, de su pasado, del sacrificio que tuvo que hacer, y la pasión con la que se vive el fútbol por estas tierras.

Previo a jugar en Belvedere ante Liverpool, comentó a su familia las condiciones de la cancha. Pero los niños dijeron que lo querían acompañar. Y se sentaron en la tribuna como uno más.

Suárez se cambió en el vestuario de Liverpool. No se quejó. Fue uno de los tantos gestos que tuvo el 9 de Nacional desde su arribo a Uruguay.

El nueve no vino en plan estrella. Sino que regresó para insertarse como uno más. Después de jugar en las mejores canchas del mundo y vestirse en camarines con todas las comodidades, Luis entendió que este es el fútbol uruguayo que tenemos, que esto somos, y volvió como un líder positivo.

Desde su arribo, sus gestos fueron elocuentes.

EL SALUDO AL GOLERO DE RENTISTAS
En la segunda fecha del Torneo Clausura, Nacional enfrentó a Rentistas en el Parque Central. A pocos minutos del final, penal para los tricolores. Suárez acomodó el balón, ejecutó y el golero de los rojos, Lucas Machado, entró en la historia tapándole el remate al goleador histórico de la Selección uruguaya. Por si fuera poco, sobre la hora le ahogó el grito de gol con una gran atajada.

Luego del partido, Machado cambió su foto de perfil en Twitter y colocó una en la que se lo veía al delantero de la Selección Uruguaya hablándole al oído tras el partido. Esto provocó que Suárez le escribiera un tuit que decía: “¡Felicitaciones por las atajadas! ¡Seguí así!”.

Machado agradeció el mensaje respondiendo: “Muchas gracias, Luis, no tengo palabras para agradecerte este gesto”.

Una semana después, se generó la polémica visita de Nacional a Belvedere para enfrentar a Liverpool.

Las imágenes del vestuario visitante, del escenario de los negriazules, recorrieron el mundo. Algunos dirigentes de Nacional elevaron la voz en señal de protesta y viralizaron una foto donde la utilería dejó la ropa fuera del vestuario.

Pero Suárez, lejos de quejarse, no dijo absolutamente nada y su familia se ubicó detrás de un arco para ver el partido.

SUS MENSAJES EN EL CLÁSICO
En el partido clásico dejó claro su grado de madurez. En la previa se mostró en una foto junto con el capitán de Peñarol, Walter Gargano, brindando un mensaje.

El día del partido, antes de partir rumbo al Parque Central, se percató de la presencia de un niño con una camiseta de Peñarol en las afueras del hotel donde se concentró con el equipo.

Luis se arrimó y se sacó una foto. “Al niño lo vi, me llamó la atención y me tomé una foto”, expresó.

En pleno partido, cuando desde la tribuna de Nacional se le lanzó algo al golero de Peñarol, Kevin Dawson, Suárez se molestó y de cara al sector comenzó a gritar y a hacer gestos para que pensaran.

En el entretiempo del partido volvió a tener otro gesto al intercambiar camisetas con Walter Gargano.

Cuando se produjeron los incidentes que detuvieron el juego por espacio de ocho minutos, volvió a concurrir al sector que ocupaba la parcialidad de Nacional para pedir calma.

Y finalmente, cuando terminó el partido, tuvo la grandeza de saludar a todos los jugadores de Peñarol.