El clásico de la Villa, que disputaron Cerro y Rampla Juniors en el Estadio Tróccoli, quedará marcado por el resto de la historia por una curiosa situación: la cantidad de entradas vendidas.
¿Qué pasó? Como se recordará, los hinchas de Cerro estaban impedidos de concurrir al clásico debido a que fueron sancionados por los incidentes que generaron en el partido contra Defensor Sporting. Debido a que solo los hinchas de Rampla podían concurrir al Tróccoli, la directiva del equipo local tomó la decisión de otorgar 100 entradas a los picapiedras para venderlas entre sus socios. Pero lo que llamó la atención fue el alto valor de las mismas: $ 3.000. Esto fue determinante para que se vendieran solo tres entradas. Otra de las curiosidades que dejó la séptima fecha del Torneo Apertura fue el cruce del técnico de Danubio, Mario Saralegui, con los hinchas del club. Todo comenzó en el debut de Danubio en la CONMEBOL Sudamericana, donde venció 2-0 a Rayo Zuliano en Venezuela. Allí ocurrió un hecho insólito ya que el juvenil Álex Montaña no pudo integrar el banco de suplentes debido a que se olvidaron de llevar su camiseta. Esto generó la bronca de los hinchas del club que, en el partido jugado con Progreso el pasado sábado en Jardines del Hipódromo, colgaron una bandera en la tribuna popular que decía: “Respeten a los pibes formados en el club, al socio y al hincha”. Esto generó la reacción del técnico de los franjeados, Mario Saralegui, que en la madrugada del domingo se expresó a través de su cuenta de Twitter diciendo: “Pasan cosas que me las voy a guardar. Uno no puede decir todo lo que ve, ni piensa. Cuando llegue la hora, se va a saber quiénes son los que, por intereses personales, le hacen mal al club. Son una mugre. Hincha sin mandato es otra cosa. Ese apoya, sin banderas idiotas. Ese vale”. Con el paso de las horas Saralegui borró su posteo. En el partido que jugaron Boston River y Defensor Sporting en el estadio Campeones Olímpicos de Florida se registró un hecho insólito que demoró el inicio del segundo tiempo. Con los jugadores dispuestos en el campo de juego para comenzar a jugar la parte complementaria, los árbitros revisaron las redes de los arcos y se percataron de que había un agujero en el ángulo de uno de ellos. Ante esto, el golero de Defensor Sporting, Matías Dufour, intentó atar la red, pero fue en vano. Fue entonces que apareció un funcionario de la Intendencia con una silla -porque no había escalera- para atar la red con un precinto negro. El segundo tiempo del partido se inició 25 minutos después de la hora estipulada. Otra de las curiosidades del fin de semana fue que, recién después de siete fechas, el campeón uruguayo volvió a ganar. El domingo Liverpool ganó su primer partido del torneo Apertura ante Fénix.