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Peñarol florece en primavera y agiganta la ilusión de su gente

El Manya llegó a semis ante un pueblo que jugó su partido en el Campeón del Siglo y que algunas horas después recibió el 28 de setiembre con fuegos artificiales en todo el país. 1950foto

Peñarol se aferró a su ilusión y justo a las puertas de su cumpleaños recibió la primavera haciéndole honor a su frase: “Serás eterno como el tiempo y florecerás en cada primavera”.

Más allá del empate ante Racing por el Clausura, el hincha de Peñarol está feliz. El equipo llegó a semis ante un pueblo que jugó su partido en el Campeón del Siglo y que algunas horas después recibió el 28 de setiembre con fuegos artificiales en todo el país.

Es que el regalo que les hicieron La Fiera Aguirre, su cuerpo técnico y todo el plantel fue único e imborrable. Ese empate con Flamengo lo lleva a Río nuevamente, ahora para jugar ante un Botafogo que eliminó a San Pablo. Será el próximo 23 y el sueño de llegar a la gran final del Monumental de Núñez en noviembre está a 180 minutos.

Y la gente sabe que este plantel va a dejar la piel como lo hizo la otra noche ante Flamengo. Peñarol jugó el único partido que podía jugar sabedor que los cariocas debían salir a buscar el gol que igualara la serie y lejos de abrirse y salir a marcar la cancha como local los de Aguirre no se apartaron nada del planteo del entrenador, con actuaciones individuales espectaculares. Aguerre otra vez, luciendo siempre seguro, la pareja de zagueros, firme, sin fallas. Guzmán Rodríguez jugó uno de sus mejores partidos desde que llegó al aurinegro, al igual que Méndez, Olivera que borró por completo a Plata. Quizás por el sector derecho estuvo lo más vulnerable aunque allí dieron una mano enorme Darias, el mejor a mi gusto, que fue rueda auxilio para todos en ese doble 5 con Damián García.

Pasaban los minutos y Peñarol aparecía como inexpugnable. No había baches ni lagunas. Cabrera, rueda de auxilio permanente desdoblándose, aunque como todo Peñarol sin llegar tanto de contra porque el equipo estaba esos 10 metros más atrás de los que jugó en Maracaná, en donde tuvo más espacios para la contra.

El esfuerzo de Maxi Silvera y Jaime Báez, más el aporte con la justeza de la pegada de Leo Fernández, le han dado a Peñarol lo que muy poca gente creía que se podía lograr. Si uno mira los números del partido verá que Flamengo dominó la pelota y la cancha pero fueron contadas la veces en donde el arco de Aguerre pasó por enormes apremios.

Ya habrá tiempo para hablar de Botafogo pero es tiempo de saludar, por todo el fútbol uruguayo, esta clasificación de Peñarol a semifinales. Estamos entrando a octubre en donde, en el 87' vivió su última consagración en la Libertadores en el recordado partido final en Santiago con el agónico gol de su hoy entrenador y por ello su gente espera con más ilusión que nunca.