El técnico de Peñarol, Diego Aguirre, se volvió a meter en la política del club realizando un pedido especial al presidente Ignacio Ruglio de cara a la recta final del Campeonato Uruguayo.
Como se recordará, al inicio de la temporada Aguirre tuvo la iniciativa de convocar a los dirigentes a un asado en su casa para terminar con la guerrilla interna. Hoy, de cara al cierre de la temporada, el técnico se volvió a meter tras algunas actitudes de los directivos.
Aguirre llamó al presidente Ruglio y le dijo que el equipo necesitaba calma y le pidió que no realice más declaraciones hasta la finalización del torneo.
“Apenas terminó la Copa (CONMEBOL Libertadores) nos juntamos con Diego (Aguirre, el técnico) para hablar de su futuro en el club y una de las cosas en que coincidimos es que había sido tan intenso lo vivido en la Copa que lo mejor que nos podía pasar era bajar las aguas. Decidimos los dos llamarnos a silencio y no cometer los errores del pasado”, expresó el presidente, en su reaparición en los medios, en el programa "Minuto 1" de Carve Deportiva.
Sin embargo, Ruglio no pudo con su genio y el pasado viernes, tras el triunfo de Nacional ante Deportivo Maldonado, se manifestó subiendo un enigmático estado de Whatsapp haciendo referencia a una acción polémica a favor de los tricolores.
“Hay cosas que controlás y algunas las largás como válvula de escape. Anoche hablamos otra vez con Diego de que estuvimos bien en bajar las aguas”, explicó el presidente.
Consultado sobre dónde mira los partidos tras ser suspendido de ingresar a los estadios por 60 días por el Tribunal de Ética de la Asociación Uruguaya de Fútbol, respondió: “En un lugar sucuchado, dejando que las aguas bajen. Supuestamente puedo ingresar con un carné de palco o comprando entradas en las canchas menores, o como ahora que nos toca con Progreso. El domingo lo vi en el pre vestuario. No es muy cómoda la situación, pero es lo que tocó y hay que dejar que bajen las aguas e intentar no aparecer mucho”, añadió.