El Maestro Oscar Washington Tabárez presentó este jueves su libro autobiográfico, “Las puertas de la memoria” (Editorial Planeta), contó cuál es el sueño que tiene para el fútbol uruguayo y recibió saludos de varios exfutbolistas de la Celeste.
El evento se realizó en la Sala Azul de la Intendencia de Montevideo, y antes de que Tabárez se dirija al público presente, se exhibieron videos que enviaron algunos exreferentes de la Selección Uruguaya, brindando elogios para su antiguo entrenador.
Diego Lugano le agradeció el respaldo y las enseñanzas brindadas en estos años. “Siempre tenemos los mejores recuerdos y sensaciones cuando miramos para atrás, y nos sentimos privilegiados y orgullosos por lo que pudimos vivir”, dijo el excapitán uruguayo. Sebastián Abreu destacó la influencia de Tabárez para que se haya convertido en entrenador, Edinson Cavani rescató el ímpetu que tuvo el DT para que el plantel de la Celeste sea “primero un gran grupo con buenos valores”, mientras que Luis Suárez celebró haber podido ser parte de la carrera de entrenador del Maestro, de lo que “se enorgullece muchísimo”.
Más tarde, tras palabras de los periodistas Ricardo Piñeyrúa y Mario Bardanca, Tabárez explicó que su salida de la Selección Uruguaya en noviembre de 2021 la vivió como algo “muy duro”. “Lo que más sentí fue que me cambió la vida porque viví más de 15 años en el Complejo Celeste”, dijo quien fuera DT de la Celeste entre 2006 y 2021. Explicó que se debió a que en los primeros años pasaba las mañanas y las tardes en el centro de entrenamiento, hasta que se fue armando el proyecto deportivo y llegaron entrenadores para las categorías juveniles y no tenía necesidad de estar encima de cada aspecto.
“Eso fue lo que más sentí cuando se terminó lo de la Selección, porque no me cambió la parte deportiva, me cambió la vida. Por eso tomé decisiones. Desde ese día no he dado una nota de prensa, he participado en actividades relacionadas con cosas que creo, pero se terminó. Además, no quiero dar la más mínima sospecha si doy opiniones. Estamos en un momento difícil con las redes y las cosas que vienen de todos lados, y no quiero, aunque sea incidentalmente, andar alentando la negatividad de muchísimas personas que hay escondidas detrás de las redes”, añadió Tabárez.
Repasando lo que expresaron los presentadores y lo que recuerda el propio libro, dijo que le emocionaba revivir algunas cosas. Repasó cómo comenzó a formar el proyecto para las Selecciones nacionales en 2006, y expresó: “descartando cualquier síntoma de vanidad o autorreferencia: hicimos cosas importantes; y lo digo con todas las letras porque sigo creyendo en esas cosas, que ahora ya no las digo más por lo que decía antes, para que no se malinterprete”.
El exentrenador resaltó el valor la importancia de considerar a los niños y jóvenes en los proyectos deportivos, y llamó a la niñez futbolística “el gran tesoro que tenemos en nuestro fútbol”. “Creo en eso, voy a seguir creyendo y espero que en algún momento se pueda hacer. Creo que una de las cosas más importantes que hicimos cuando se nos ocurrió el proyecto en ese Complejo en el que viví, y que sigo queriendo y recordando tanto, fue que tratamos de combinar la actividad de la Selección mayor con las de las juveniles, con una simultaneidad que les permitía a los chiquilines ver a los de la mayor e ir aportando recambios”, señaló.
A su vez, expresó que su “gran sueño” es que Uruguay se pueda organizar “para ser competitivos verdaderamente”, y que eso se dará “a través de la evolución que puedan tener los niños que juegan al fútbol”. “Hablo del aprendizaje por imitación y, a veces, los que no son tan buenos desde lo genético, se contagian. Por lo menos terminan jugando mejor de lo que jugaban si tienen buenos jugadores al lado. De esa forma a mí me llena el alma ver que ciertas cosas que habíamos hablado ahí se han visto en la Selección después de que fuimos cesados”, indicó.
Por otra parte, se refirió a la victoria de la Celeste sobre Brasil en el Estadio Centenario en octubre de 2023, elogió el juego ofensivo del equipo y dijo que lo que más le llenó fue cómo festejaron los jugadores. “Fueron medidos, se abrazaron entre ellos, no hubo ninguna reacción destemplada e incontrolable. Esas son cosas que siempre habíamos hablado y tienen que ser un rasgo distintivo. Tiene que ser un rasgo distintivo, en muchos lados se nos respeta eso”, dijo Tabárez.
Repasó que Uruguay fue potencia mundial del fútbol en las décadas del 1920 y 1930, y que luego la Celeste perdió pisada a nivel internacional, un tema que toca en el libro refiriéndose al “eslabón perdido”. Al respecto, se mostró convencido de que Uruguay puede volver a los primeros planos. “Nosotros, mal o bien, sobre todo con la experiencia de Sudáfrica que nos marcó positivamente, nos dio una espalda importante”, dijo, y agregó: “creo que se puede hacer, la pasión por el fútbol existe, hay muchísimos lugares en los que se están haciendo cosas, pero el sueño es que se abra a todo el país y que sea algo utilitario para dar una imagen del fútbol uruguayo, que se puede lograr, porque lo van a hacer los niños que participen en eso, los niños que vienen, parafraseando alguna canción”
“Espero ver algo de eso y que en un futuro crean que eso se puede hacer. No decir ‘vamos a salir campeones del mundo’, eso siempre va a ser un sueño, pero quizás a todos los que estuvimos en ese grupo de Sudáfrica, lo que nos dejó pensando fue lo que hicimos antes del Mundial para ir, lo que conversamos y que no estuvimos tan lejos de ir un poquito más arriba. ¿Por qué no se puede volver a hacer? Tiene que ser un trabajo de toda la aldea, como decimos en el libro”, finalizó diciendo Tabárez.