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Virtudes, defectos, y dudas de Peñarol de cara a la semifinal con Liverpool

Leo Fernández en acción. 1950foto

Después de perder el Apertura y quedar lejos en la Tabla Anual, Peñarol se aferró a la última ilusión que le quedaba para llegar a la definición del Campeonato Uruguayo: ganar el Torneo Clausura.

El mensaje del técnico Diego Aguirre fue claro desde que comenzó la segunda parte del año. El conductor de los aurinegros jamás habló de la Tabla Anual pese a que, en determinados pasajes del año, estuvo a punto de llegar al primer lugar.

Peñarol alcanzó su objetivo. Fue campeón del Clausura y se metió en la definición. Su camino es más largo ya que, para llegar a las finales, debe vencer en la semifinal del domingo a Liverpool que fue campeón del Apertura.

De cara al referido partido, ESPN analiza las virtudes, los defectos, y las dudas de Peñarol para enfrentar a Liverpool.

El primer aspecto a resaltar es que el equipo de Aguirre logró apagar el ruido del rumor tribunero que se generaba con el arquero. La llegada del chileno Brayan Cortés, al margen del partido contra Cerro donde estuvo inseguro, brindó tranquilidad. Un detalle en contra es que se mostró dubitativo en los envíos aéreos. Pero en líneas generales es seguro.

En la defensa, el equipo se consolidó a partir del ingreso del joven Nahuel Herrera. Y desde los laterales se proyecta al ataque.

Es evidente el cambio que se produjo en el capitán Maximiliano Olivera que, a partir de una charla con el técnico, modificó su postura y aportó muchísimo en ofensiva. El jugador sale de una lesión y habrá que ver si llega en condiciones al partido.

Del otro lado existen dudas: Hay que ver si Aguirre mantiene a Pedro Milans, si pone a Emanuel Gularte, o vuelve a insistir con Jesús Trindade.

El mediocampo de Peñarol es otra zona fuerte donde se destaca el doble cinco que conforman Erick Remedi e Ignacio Sosa. El argentino es más posicional y al tiempo que Nacho Sosa rompe la línea y llega con peligro al área rival. Es uno de los puntos fuertes de Peñarol.

Acá entran las dudas sobre la forma en que va a parar Aguirre a su equipo. Si juega con el doble cinco mencionado, a los que se suman dos extremos y un volante de características ofensivas como Leo Fernández, o si por el contrario, refuerza esa zona con el ingreso de Trindade.

De esa decisión también se puede desprender si Peñarol ataca con el doble 9 que conforman Maxi Silvera y Matías Arezo o con uno solo de ellos.

Generalmente, Aguirre apela a jugar con extremos. El problema es que, cuando puso doble 9, jugó con un 4-4-2 y mandó a Leo Fernández a la banda derecha donde quedó perdido.

En el partido contra Wanderers, donde Leo no jugó por acumulación de tarjetas amarillas, el equipo tuvo uno de sus puntos más altos en el Clausura.

La presencia de Arezo en el área es un punto fuerte a favor de Peñarol. A nadie escapa que al centrodelantero no se le puede brindar un metro porque es letal.

A diferencia del año anterior, Leo Fernández no ha tenido suerte con el gol de tiro libre, un punto en el que el carbonero metía miedo. Pese a ello, no deja de ser un arma que tiene Peñarol.

Un punto fuerte a favor del aurinegro es que recuperó su mística, esa que dice que anota goles en el cierre de los tiempos reglamentarios. En varios partidos pegó el golpe anímico de anotar en la hora del primer tiempo, y otro tanto ocurrió en el cierre de los juegos.