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Los clásicos más insólitos que jugaron Nacional y Peñarol

La gresca del clásico del 2000 quedó en el recuerdo de tricolores y carboneros. Getty Images

La añeja rivalidad entre Nacional y Peñarol remite a miles de historias. Desde un clásico jugado un 24 de diciembre, con un Estadio Centenario colmado de aficionados, hasta las grescas más inesperadas que terminaron con jugadores detenidos, presos y hasta procesados.

Parece mentira, pero un simple clásico de verano quedará marcado para siempre en la historia del fútbol uruguayo. Con el paso de los años se hablará del que en enero de 2022, Nacional y Peñarol, se vieron involucrados en una serie de situaciones insólitas.

En el primer partido jugado en Montevideo, a falta de 10 minutos para el final del juego, el partido debió ser suspendido por una intensa lluvia. El ganador del partido se decretó a través de una moneda que voló por el aire, en un sorteo que tuvo la particularidad que no dejaron entrar a los medios de prensa.

Unos días después, en Maldonado, fue detenido el delantero aurinegro Nicolás Schiappacasse cuando viajaba en un auto donde se encontró un arma de fuego.

Los tiempos fueron modificando los hábitos pero la pasión se mantiene inalterable. Con algunos cambios, es cierto, como lo marcar el hecho de que, hasta la década del 80, las barras de aliento de los grandes compartían la misma tribuna. Posteriormente fueron separadas, luego se instauró un pulmón en la Olímpica y finalmente la referida tribuna, identificada con la familia, pasó a ser ocupada solo por parciales del equipo local. Todo eso forma parte del pasado, un pasado, que reúne historias tan inéditas como reales.

CLÁSICO JUGADO UN 24 DE DICIEMBRE
El Nacional – Peñarol de la segunda rueda de 1950 se jugó entre sidra y pan dulce. Es que, por curioso que resulte, el partido se disputó un 24 de diciembre. Hoy sería impensado: de hecho, los jugadores en esa fecha están de licencia. Aquel año, pese a que se intentó modificar la fecha, se terminó jugando en horas de la tarde y se vendieron 43.000 entradas. Entre el partido, la ducha y alguna nota que dieron a las radios, los jugadores deben haber llegado a su casa a la hora de prender el fuego para comer el asado y levantar la copa para brindar por Navidad.

OCHO EXPULSADOS
El Campeonato Uruguayo de 1959 tuvo la particularidad de que culminó en diciembre del referido año, pero la final se disputó en marzo de 1960 entre Nacional y Peñarol. En aquel duelo clásico se produjo una trifulca que terminó con ocho jugadores expulsados, cuatro por equipo. Juan Eduardo Hohberg, William Martínez, Carlos Borges y Walter Aguerre por los aurinegros; Walter Gómez, Guillermo Escalada, Carlos Collazo y Ruben González por los tricolores.

El partido lo ganó Peñarol 2 a 0 con goles de Cubilla y Linazza.

HUNDIMIENTO DEL GRAF SPEE
A nadie escapa que el hundimiento del acorazado alemán Graf Spee marcó una parte de la historia de Uruguay. Se libraba la Segunda Guerra Mundial cuando el barco apareció por las costas uruguayas. El 17 de diciembre de 1939, en el Centenario, jugaron Nacional y Peñarol. El partido terminó con triunfo tricolor 1 a 0. La fecha quedó grabada a fuego porque, una vez finalizado el partido, la gente salió raudamente del Estadio rumbo a la rambla porque el gobierno había dado la orden al capitán del Graf Spee de abandonar las costas uruguayas. A los pocos minutos de partir, el acorazado alemán explotó y se hundió para siempre en Uruguay. Hasta el día de hoy es leyenda.

OBDULIO PRESO
En el clásico de la segunda rueda de 1946 se registró un hecho insólito. Peñarol ganaba 3 a 1 y llegó al cuarto gol en una acción donde Chirimini ingresó caminando con la pelota al arco. La acción provocó la reacción de algunos jugadores tricolores. Se generó un tumulto y debió ingresar la policía a separar. El árbitro Galileo Bianchi expulsó a Chirimini y a Tejera de Nacional, pero lo inédito es que la policía se llevó también a Obdulio Varela. El diario El País informó que en su informe confidencial, el árbitro comentó que la salida del campo de juego de Obdulio: “Fue decretada por el comisario 1º Julio C. Cresci de la 1ª Sección”.

LA PROVOCACIÓN
Entre 1939 y 1943, Nacional marcó una hegemonía en el fútbol uruguayo conquistando el torneo durante cinco años de manera consecutiva. Recién en 1944, Peñarol pudo terminar con la malaria al ganar 2 a 0. Pero el tema fue más allá de cortar la racha, el tema se centró en la actitud que tuvo Juan “Carajito” Vázquez. Resulta que el jugador de Peñarol había realizado una promesa con el masajista Matucho Fígoli al que le dijo: “Cuando falten cinco minutos, avísame que me voy a sentar sobre la pelota”. Con el resultado 2-0 a favor de los aurinegros, Carajito se plantó en la cancha y se sentó arriba la redonda. Su actitud generó algunos roces, pero no pasaron a mayores. ¿Se pueden llegar a imaginar el lío que se armaría hoy en día con una actitud similar?

ÁRBITROS BRITÁNICOS
En la década del 50, como consecuencia de algunas polémicas que se habían producido con los arbitrajes, se dio un hecho insólito y fue la llegada de árbitros británicos que dirigieron los clásicos. Fue así como Aldwyn Bradley, Sidney Jones, Richard Eason y Sidney Brewer se encargaron de pitar los duelos entre los tradicionales rivales. Pocos años después, los clásicos llegaron a ser dirigidos por árbitros austríacos.

EL DE LA CADENITA
En 1992, los tradicionales rivales inmortalizaron un clásico que quedó para siempre en la historia como el de la cadenita. ¿Qué pasó? En pleno partido se generó un tumulto que terminó con cinco jugadores expulsados. Entre los manotazos que se lanzaron, el volante de Peñarol, Carlos Sánchez, le arrancó una cadenita que lucía el delantero tricolor Julio César Dely Valdés. El panameño le pidió al "Tío" Sánchez que se la devolviera, pero el jugador aurinegro, al ver que podía “sacar” del partido a su rival con ese detalle, no lo hizo. Dely vivió el resto del juego preocupado por su cadena. Es más, llegó a buscarla por el césped. El encuentro terminó 0 a 0. Al final del mismo, el aurinegro Jorge Barrios le prometió al golero albo, Jorge Seré, que le devolverían la cadena al panameño, cosa que no ocurrió. Fue entonces cuando Dely Valdés decidió estampar la denuncia en la Seccional 9ª y al otro día los involucrados debieron presentarse a declarar en el Juzgado 14. Allí le devolvieron la medallita al panameño, pero lo insólito del caso es que el juez procesó sin prisión a Sánchez por el delito de “hurto sagaz”.

LA PELEA PEÑA-TRASANTE
El 19 de abril de 1990, en el marco del Torneo Competencia, los grandes llegaron a un clásico sumamente conversado. Los días previos al partido el zaguero aurinegro Obdulio Trasante y el volante tricolor Enrique Peña encendieron la mecha con sus declaraciones. Sobre el cierre de un juego que estaba igualado 0 a 0, Peña fue expulsado por una dura falta. Varios jugadores de Peñarol le recriminaron la acción y se armó una gresca generalizada. El árbitro Eduardo Dluzniewski terminó expulsando a 20 futbolistas. Los involucrados en la gresca tuvieron que ir a declarar a la Justicia.

JUGADORES Y DT PRESOS 10 DÍAS
El clásico del Torneo Clausura de 2000 quedó como una mancha en el fútbol uruguayo. El empate 1 a 1 fue anecdótico porque toda la atención se la robaron los incidentes. Los jugadores de ambos equipos, incluidos los suplentes, se trenzaron en una gresca general, lo que determinó que el juez Pablo Eguren, que miraba el partido desde su casa, actuara de oficio. La misma noche del clásico quedaron detenidos los aurinegros Julio Ribas (técnico), Darío Rodríguez, José Enrique De los Santos, Marcelo De Souza, Martín García, Fabián Césaro y Federico Elduayen, así como los tricolores Richard Morales, Marco Vanzini y Mario Regueiro. Los citados protagonizas permanecieron 10 días procesados por riña.