Gustavo Poyet habló este martes sobre su paso por la Universidad Católica, donde dirigió entre febrero y agosto de este 2021, y comentó las principales características del fútbol chileno. En ‘100% Deporte’ (Radio Sport 890), el entrenador uruguayo también se refirió al futuro de su carrera y al presente de la Selección Uruguaya del Maestro Tabárez.
Ya de vuelta en Inglaterra 'mirando mucho fútbol y también haciendo un poco de televisión', Poyet dijo sobre el cierre de su breve ciclo como técnico de los Cruzados: “La salida fue de lo mejor que tuve en toda mi carrera, creo que la relación con las autoridades fue excelente, estábamos en contacto constante y muy cercano, fuimos quemando etapas, cumpliendo objetivos”.
“A mí me pidieron tres cosas: ganar el tetracampeonato, avanzar en la Copa Libertadores, y sobre todo utilizar muchos jugadores de la cantera. Y no pongo a la Supercopa como uno de los objetivos principales, que la pudimos ganar tras vencer a Colo Colo”, destacó.
Y evaluó en relación a esos tres objetivos planteados antes de asumir: “En la Liga íbamos más o menos; en la Libertadores pudimos pasar la fase de grupos, algo que el club no conseguía desde hacía mucho tiempo, el sorteo luego nos mató cuando nos tocó Palmeiras en octavos. Y tuvimos la oportunidad de poner a jugadores del club y, mal o bien, Martín Lasarte, entrenador de la Selección de Chile, llevó a tres jugadores sub 21 de nuestro plantel a la Copa América. íbamos perfectos en tema de objetivos”.
“Pero el reto mío era meter mucha intensidad e implementar una cantidad de cosas, ese era un reto más a largo plazo. Necesitaba un par de períodos de pases bien concienciados con el club para poder hacer bien un cambio generacional, pero de a poquito uno se va dando cuenta que las cosas no van a pasar y quizás lo que uno va a buscar no lo encuentra, entonces lo mejor es no seguir” señaló.
Consultado sobre las características del campeonato chileno, Poyet describió: “Es un fútbol muy abierto, hay demasiados contragolpes, los equipos se estiran mucho, me costó convencer al jugador de estar más juntos dentro del campo”.
“Es un fútbol parecido al mexicano, tal vez un poco más lento. Van de contragolpe en contragolpe, parece el tercer cuarto de la NBA, es una locura, pero uno se debe ir acostumbrando porque es lo que hace el jugador, para ir cambiando necesitás tiempo y otra mentalidad”, afirmó el uruguayo.
Poyet, quien señaló que el fútbol chileno padece el no poder contar con jugadores de entre 25 y 27 años, sostuvo sobre lo que significó dirigir a un club de la magnitud de la Católica: “El hecho de estar en un equipo grande hace que tengas que ganar por encima de todo; yo he arriesgado más que en ningún otro lado, en el sentido de tirar el equipo para adelante y no pensar en llevarme un 0 a 0 y ver el próximo partido, algo que sí hice muchas veces en otros equipos y que también da resultados”.
“Fue un año raro, sin público salvo en los últimos partidos, o sea que tampoco tengo mucho para comentar en ese sentido, sí que la Libertadores es espectacular, no hay duda, es extraordinaria, me encantó”, concluyó el entrenador.
SU FUTURO Y EL PRESENTE DE LA SELECCIÓN URUGUAYA
Poyet también habló de su futuro y comentó: “Yo soy bastante realista, cuando salí de Bordeaux quería volver a Inglaterra, en la Premier League o en la Championship, pero no se me daba entonces uno empieza a abrirse al mundo de nuevo. Algunos mercados me conocen y tengo más posibilidades como Francia o Grecia, pero sigo con esas ganas de volver a trabajar en Inglaterra, todo dependerá de lo que venga”.
El ex futbolista, quien entre los años 1993 y 2000 jugó en la Selección Uruguaya, siendo campeón de la Copa América 1995, habló sobre el presente de la Celeste, donde hace algunas semanas estuvo a revisión la continuidad del entrenador Óscar Washington Tabárez.
“Es la primera vez en mucho tiempo que hay un entrenador en Uruguay que dura tanto, y ya nos habíamos acostumbrado de que era un tema hasta que el Maestro quisiera, habiendo gente que apuntaba su cierre en el final del Mundial de Qatar, y no creías que pudiera pasar algo muy malo como para que pudiera haber una discusión de este tipo”, dijo Poyet.
Y agregó: “Pero evidentemente el partido ante Argentina no fue agradable, yo estaba convencido que contra Brasil iba a suceder lo opuesto y me equivoqué feo. Pasa que nos gustaría a todos que Tabárez se vaya con la imagen que nos dejó en 2010 y 2011, no con la imagen que se vio en estos últimos partidos”.
Analizando las posibles razones para este rendimiento no ideal de la Celeste, que se encuentra quinta en las Eliminatorias sudamericanas, Poyet manifestó: “Sin lugar a dudas que hay un proceso de cambio importante, sobre todo en el mediocampo, el mediocampo es el balance de todo. Las características de los jugadores nuevos me apasionan, estoy enamorado del juego de Rodrigo Bentancur y Federico Valverde, pero son características de un futbolista mucho más moderno”.
“Y el equipo no ha logrado encontrar ese balance del Uruguay de toda la vida, del Uruguay que no puede perder 3-0 con Argentina y hacer cinco faltas, eso es inaceptable, con el Uruguay nuevo y moderno donde sus jugadores no pegan patadas en sus equipos porque tienen otras características y el fútbol cambió”, afirmó el entrenador.
“Pasa demasiado en muchos equipos del mundo que pierden mal y no hacen ni faltas, y eso es parte de la nueva sociedad, y en Uruguay todo lo nuevo nos cuesta aceptarlo por nuestra historia. Quizás este proceso de cambio está costando un poco más de lo que uno podría imaginarse desde afuera porque se necesita trabajo y tiempo. Ojalá los próximos dos partidos se recupere el equipo”, sentenció Poyet.