"Si no éramos campeones y no seguía en el club, del Peñarol de Larriera iban a decir que ese equipo jugaba bien, pero no ganó. Salir campeón era legitimar y darle valor a todo eso tan bueno y potenciarlo”, señaló Mauricio Larriera, entrenador del Carbonero. En entrevista en el programa Polideportivo (Teledoce), el DT habló del arduo camino que derivó en el título del Campeonato Uruguayo.
Larriera recordó que en enero, cuando comenzó su etapa en Peñarol, la situación era compleja y tuvieron que “sacudir un poco al plantel, deconstruir y reconstruir”. Le dio crédito a la directiva y a Pablo Bengoechea como director deportivo por haberle dado tiempo de trabajo y llamó al “Profesor” como “el gran mentor de todo esto”.
También, repasó que cuando se reunió con Bengoechea y el Consejo Directivo les dijo que él tenía una manera de entender el fútbol y que aplicarla implicaría “un cierto cambio de paradigma de lo que habitualmente es el ADN de Peñarol”. De todas maneras, hizo un contrapunto en ese sentido, ya que señaló que las cualidades de ganar en la hora o no dar una pelota por perdida son propias del fútbol uruguayo, y que el Mirasol tiene enormes figuras ofensivas en su historia como referentes. “Para convencer a los futbolistas, no se puede cambiar permanentemente. Creo que eso comenzó a notarse cuando construimos nuestro plantel, que fuimos incorporando de común acuerdo con el área deportiva a futbolistas que se adaptaran a esa forma de ver el juego. Ahí se empezó a construir eso y la gente fue creyendo”, indicó.
Sobre los momentos más duros, dijo que sabía que si perdía las llaves de Copa CONMEBOL Sudamericana contra Cerro Largo o Nacional, iba a dejar el club, y que “en esos momentos, ganaron las convicciones”. En ese sentido, dijo que en la serie ante el Bolso “estaba convencido porque en el clásico del Apertura el resultado fue inmerecido”. Esa tarde, Nacional le ganó 2 a 0 a Peñarol, en un partido recordado por los jugadores de la Selección Uruguaya que el Tricolor fue a buscar apenas culminada su participación en la Copa América. Sobre ese partido, Larriera dijo que si bien parecía que las cosas no le salían, en sus convicciones estaba seguro de haber actuado de la manera más correcta. Dijo que recibió el apoyo de los líderes del plantel por decidir que Facundo Torres y Giovanni González durmieran en Brasil y viajaran a Montevideo en la mañana misma del juego, y que también recibió el agradecimiento del capitán de la Celeste, Diego Godín, para que los jugadores pudieran completar la etapa de también “sufrir” con el resto por la eliminación. “Sé lo que siente un futbolista cuando queda eliminado. Para mí eso era muy importante. No digo que lo que hicimos estuvo bien y del otro lado, todo mal. Son formas”, completó.
Larriera habló sobre sus posibilidades de seguir como entrenador del club, e indicó que hay que ir por orden y acordar algunas cosas. Señaló que más allá de los aspectos económicos de su contrato, deben acordar pautas de infraestructura e incorporaciones, pero reveló que le motiva mucho dirigir la Copa Libertadores: “es sentirme realizado con Peñarol”, comentó. Dijo que luego de eliminar a Corinthians en la Sudamericana, tuvo propuestas desde Brasil y México, pero comentó: “ni se me pasó por la cabeza salir de Peñarol, que es algo soñado, llegar a un gigante, terminar el año con la aceptación del público, el cariño y respeto que he recibido, le doy mucho valor a eso”.
También dijo que ante la posibilidad de que Darío Rodríguez deje el club y pase a formar parte del cuerpo técnico que asuma en la Selección Uruguaya, no pondrá objeciones. Si la continuidad de Larriera se confirma, dijo que buscará confeccionar un cuerpo técnico con más calidad de la que se pudo armar cuando asumió, donde había poco tiempo y mucho vértigo. Valoró el rol que cumplió Rodríguez, pero dijo que no era seguro que fuera a escoger a otro nombre con historia en Peñarol, ya que entiende que si bien no tiene “una súper espalda”, cuenta con un año de trabajo que le dio crédito y reconocimiento con los mirasoles.