<
>

Turki Alalshikh, un 'león' domado por Canelo Álvarez

play
Canelo Álvarez es un maestro de la negociación (4:41)

Los especialistas de ESPN debaten sobre las maneras en que Saúl Álvarez establece sus negociaciones para elegir rivales. (4:41)

Parece que Canelo Álvarez domó a Turki Alalshikh imponiendo sus términos y se convirtió en el heredero de Floyd Mayweather en los negocios.


Cuando Canelo Álvarez estaba cerca de firmar el contrato para enfrentar a Jake Paul la noche del jueves y Turki Alalshikh amenazaba con cancelar el combate ante Terence Crawford, debido a que al mexicano lo estaba seduciendo una cascada de dinero de Netflix, Alalshikh dio un golpe sobre la mesa para quebrar cualquier negociación y mostrar su músculo económico.

La lógica indica que Alalshikh le ofreció una suma tan grande que valía la pena venderle su alma al dinero árabe en las próximas cuatro peleas, según informó Mike Coppinger de ESPN.

Alalshikh publicó un tweet con una imagen del rey de la selva y decía: “No te metas con el león… a un león no le quita el sueño la opinión de una oveja”, autoproclamándose como el vencedor en las negociaciones, dándole punto final a la montaña rusa de información que surgían a cada momento. No obstante, más que parecer un león, se vio como una presa desesperada, mientras Canelo resistía hasta el último momento por quebrarlo económicamente y, sin duda que lo consiguió, pero, ¿por qué pienso que Alalshikh fue domado por el mexicano?

Canelo fue paciente a pesar de las tantas veces que lo seducían con el dinero árabe. Alalshikh declaró en agosto pasado que Canelo lo “hizo perder el tiempo”. Se jactaba que hacía los mejores negocios. “Respecto a la forma en la que hago negocios, yo sé por qué no le gusta (a Canelo). Y es porque yo busco peleas grandes a precios justos. Y por supuesto que a cualquiera que solo busque peleas fáciles, eso no le va a gustar” y hasta reafirmó: “así que seguiré mi camino haciendo peleas grandes que le sirvan al mundo del boxeo, y él (Canelo) seguirá haciendo peleas fáciles de exhibición”, dando a entender que no necesitaba de Canelo.

Mientras tanto Canelo le respondía con un desborde de confianza asegurando que era la cara del boxeo y las cosas se hacían en sus términos. “Si él (Alalshikh) quiere una pelea, debe hacerlo a mi manera, no a la suya”, agregó previo al combate contra Edgard Berlanga y, cuatro meses después, el león árabe parece haberse rendido a las exigencias del mexicano, por más que en el pasado había asegurado que no lo necesitaba.

Sin embargo eso no es todo, más allá de las especulaciones que Canelo recibirá entre 80 y 100 millones de dólares por pelea, el azteca implantó sus términos, porque según Coppinger para mayo se enfrentaría a Bruno Surace o Jermall Charlo (pan comido para Canelo); en septiembre a Crawford, quien a pesar de ser un extraordinario peleador, subirá dos categorías cuando ya se vio mal saltando de 147 libras a 154; y en febrero del próximo año podría medirse a Dmitry Bivol, Hamzah Sheeraz o Chris Eubank Jr.

El árabe que dijo hacer solo grandes combates torció su brazo, cediendo hasta este momento a las exigencias de Canelo, colocándole una alfombra roja a sus gustos porque una vez más demostró ser la verdadera cara del boxeo y el heredero de Floyd Mayweather en los negocios.