La temporada 2021 del fútbol uruguayo comenzó con Nacional conquistando la Supercopa Uruguaya tras derrotar 2 a 0 al Montevideo Wanderers en el Estadio Centenario con goles de los argentinos Leandro Fernández y Gonzalo Bergessio. Los tricolores iniciaban el año levantando un nuevo título y siguiendo por la senda victoriosa que los había conducido al bicampeonato.
El Campeonato Uruguayo arrancó con la disputa del Apertura, un certamen que estuvo marcado por la conquista del título por parte de Plaza Colonia, haciendo historia y conquistando un torneo corto por segunda vez.
Conducido por Eduardo Espinel y con la seguridad de Santiago Mele en el arco, la solidez defensiva de Mario Risso, la exuberancia de Leonai Souza en la zona media, la experiencia del “Flaco” Fernández, la calidad, la capacidad física y goleadora de Diogo de Oliveira y el vértigo de Nicolás Dibble, fueron los principales argumentos de un equipo que ganó el certamen y con distancia.
Tras comenzar empatando ante Peñarol, los Patablancas iniciaron su campaña victoriosa que solo los vio tropezar en la 4ª fecha ante Fénix. En la 10ª jornada se trepó a la punta y no la soltó más, hasta que se aseguró el título a falta de una etapa para el final con el triunfo ante Wanderers en el Parque Viera.
Plaza terminó el Apertura como Campeón, y sacándole 7 puntos de distancia a Nacional y 8 a Peñarol, una distancia sumamente importante pensando en la tabla anual y la definición por el Uruguayo.
Pero el segundo tramo de la temporada iba a cambiar el rumbo del campeonato. El Torneo Clausura tuvo a un Peñarol dominante desde el juego y comenzando la remontada con victoria ante Plaza Colonia en el Parque Prandi por 2 a 1.
A partir de ahí, el equipo dirigido por Mauricio Larriera se mostró como el gran candidato a pelearle el título a los Patablancas. De hecho, tomó la punta del torneo Clausura en la 4ª fecha y no la volvió a soltar y fue descontando puntos en la tabla acumulada hasta que se trepó a lo más alto en la 10ª fecha.
Por superioridad en el juego, por el desequilibrio de sus individualidades, todo hacía indicar que nadie podría bajar a los carboneros, pero el tramo final del año estaría cargado de dramatismo. Los continuos fallos arbitrales y la falta de efectividad de Peñarol a la hora de convertir (incluso generando una superioridad abrumadora ante sus rivales), llevaron a que los mirasoles empataran tres partidos consecutivos y llegaran sin margen de error. De hecho, Nacional le ganaba 2-0 a Liverpool en Belvedere por la penúltima fecha y se lo terminaron empatando 2 a 2 en la hora, en un resultado que de haber terminado con victoria alba hubiera hecho que los carboneros perdieran la cima de la Anual y fueran igualados en lo más alto del Clausura.
Pero con la ventaja en ambas tablas Peñarol llegó a la última fecha dependiendo de si mismo. En una jornada para el infarto, los Carboneros le ganaron 3 a 1 a Sud América gracias a dos goles de Trindade en los descuentos para desatar la locura y sellar el título de Campeón para los dirigidos por Mauricio Larriera, que además aseguraron la tabla acumulada.
Con ventaja deportiva y en un mejor presente futbolístico que Plaza Colonia, Peñarol llegó a la definición como gran favorito y no falló. En una semifinal/final con los aurinegros como netos dominadores del trámite, el partido se fue con empate 1 a 1 en los 120 minutos de juego y en los penales el Manya terminó gritando Campeón.
Fue un año que tuvo de todo en el fútbol uruguayo. Puntos ganados en los escritorios que casi tuercen el destino final del torneo, a los árbitros en el ojo de la tormenta de forma permanente, al VAR participando en algunos partidos sí y en otros no. En la parte baja de la tabla, Villa Española primero y Progreso y Sud América después, terminaron perdiendo la categoría y su lugar en el círculo de privilegio los ocuparán el próximo año Albion, Danubio y Defensor. Hubo revelaciones como los sorprendentes Plaza Colonia, Cerro Largo y el propio Cerrito que le dieron un soplo de aire fresco a la temporada en el fútbol uruguayo.