Nota del Editor: Pueden ver la versión en inglés de esta historia aquí.
Tras haber partido de su Cuba natal en una lancha en 2008 a fin de buscar una mejor vida para él y los suyos, el lanzador de los Marlins de Miami José Fernández, de forma irónica, perdió su vida en un violento accidente de lancha el 25 de septiembre de 2016.
Fernández, quien se convirtió en ciudadano de los Estados Unidos en 2015, se convirtió en uno de los peloteros más dominantes de las Mayores gracias a una recta humeante y excelente dominio de su curva. Favorito de la afición, el fallecimiento de Fernández cerca de South Beach estremeció a toda la ciudad.
"Cuando pienso en José, veo a un niño. La forma en la cual jugaba, había tanta felicidad presente", expresó el manager de los Marlins Don Mattingly con respecto al joven cubano de 24 años de edad.
Major League Baseball canceló el encuentro de los Marlins contra los Bravos de Atlanta; y el 26 de septiembre, cuando el equipo saltó al terreno de nuevo, todos los peloteros vistieron el número 16 de Fernández.
Se dibujó el número 16 por detrás de la loma, y el segunda base de los Marlins Dee Gordon conectó un cuadrangular en el primer turno, lo cual hizo que los 26.993 fanáticos presentes ovacionaran de pie.
Just amazing, @FlashGJr. #JDF16 pic.twitter.com/Tgg03ZSJlt
— MLB (@MLB) 26 de septiembre de 2016
Eso desató una buena noche para los bates de los Marlins, que redundó en la victoria 7-3 sobre los Mets de Nueva York.
Tras la victoria, cada uno de los titulares tocó la línea de tiza, lo cual era un gesto característico del diestro tras cada triunfo suyo. Al momento de su muerte, Fernández tenía marca de 29-2 en casa, y forzó un roletazo para out con su lanzamiento final.
José Fernández's last pitch--September 20, 2016. pic.twitter.com/Lgbaz9TZyP
— Rob Friedman (@PitchingNinja) 21 de septiembre de 2017
El accidente ocurrió alrededor de las 3:15 de la mañana, y su estruendo fue tal, que un oficial de policía de Miami Beach llamó inmediatamente a una lancha patrullera del cuerpo de bomberos y rescate del Condado de Miami-Dade. Una patrulla de la Guardia Costera también divisó la lancha, que había quedado de cabeza. Los pasajeros fueron identificados como Eduardo Rivero y Emilio Macías.
Un mes tras el accidente, la medicatura forense publicó su informe de autopsia, en el cual se determinó que Fernández tenía dos veces el límite de alcohol permitido y había metabolización de cocaína en su torrente sanguíneo.