Nota del Editor: Pueden ver la versión en inglés de esta historia aquí.
Los Cleveland Buckeyes llegaron a la Serie Mundial de las Ligas Negras de 1947 como los desfavorecidos contra los grandes favoritos New York Cubans. Luego que el primer cotejo terminase en un empate 5-5 debido a la lluvia en la sexta entrada y los Buckeyes se impusieran en el segundo encuentro 10-7 en el Yankee Stadium, parecía que los Cubans tendrían una competencia más reñida de lo esperado.
Esos dos primeros encuentros fueron anomalías, ya que los Cubans blanquearon a los Buckeyes 6-0 en el Cleveland Municipal Stadium, y luego los apalearon por 9-4 en el Shibe Park de Filadelfia, repitiendo la paliza 9-2 en el Comiskey Park de Chicago.
Cuando la Serie regresó a Cleveland para el Juego 6 el 27 de septiembre de 1947, Nueva York se alzó victorioso en una decisión peleada por 6-5 en el League Park para ganar su cuarto partido consecutivo y su primer campeonato de la Serie Mundial de las Ligas Negras. No se informó ampliamente de la victoria de los Cubans sino hasta el 4 de octubre de 1947, durante la celebración del campeonato.
El manager de los Cubans José María Fernández tuvo que arengar a sus tropas en el Juego 6, ya que se encontraba en un hoyo, con pizarra de 5-0 en el primer episodio. Nueva York permitió cinco carreras con igual cantidad de imparables, y el diestro de los Buckeyes Gene Smith mantuvo a raya a los Cubans, permitiendo sólo tres indiscutibles.
Sin embargo, Cleveland comenzó a desmoronarse cuando los Cubans usaron dos hits, un golpeado y dos errores consecutivos para traer a la goma a tres corredores y acercarse 5-3 tras el sexto tramo.
En el séptimo y octavo episodios. Nueva York anotó tres carreras con igual cantidad de hits en lo que sería la penúltima Serie Mundial de las Ligas Negras en ser disputada.