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El adiós del campeón olímpico a la celeste y blanca

Agustín Mazzilli (35) es sinónimo de hockey argentino. Jugó 276 partidos para Argentina en aproximadamente 14 años de carrera, con todo lo que eso conlleva, el sacrificio y el esfuerzo que exige de una persona ser jugador de hockey de selección, en un país donde este deporte es amateur. Entre la cantidad de encuentros con la celeste y blanca, disputó 10 torneos: Mundial, World League, Pro League, Juegos Olímpicos, Juegos Panamericanos, Copa Panamericana, Copa Sudamericana, Champions Trophy y 4 Naciones.

El domingo 4 de agosto jugó su último partido con la camiseta albiceleste, en sus cuartos Juegos Olímpicos, en los cuartos de final ante Alemania. Fue un torneo muy importante a nivel personal, no solo por la capitanía y el liderazgo que le dio al equipo, sino también porque fueron sus últimos y eso se vive con una emoción distinta. Contra Alemania metió su último gol para Argentina, sumando 90 tantos en total.

Volvamos atrás en las páginas. En 2010 jugó su primer torneo con Los Leones, con 20 años, y creo que ni él pensaba en lo que se iba a convertir a lo largo de los años. Fue en la Copa del Mundo, que se disputó en India, y así comenzaba el camino del Pájaro en la selección argentina.

En 2014 participó de la Copa del Mundo que se disputó en La Haya, Países Bajos, un torneo muy importante para Los Leones. Les había tocado una fase de grupos difícil, con Alemania y los locales, pero lograron clasificar a la siguiente fase. En semifinales cayeron ante Australia, quien después se coronaría como campeón. En la lucha por el tercer puesto, el rival fue Gran Bretaña, y Argentina ganó 2 a 0, consiguiendo el tercer puesto. Los Leones comenzaban a crear su propio camino hacia el éxito.

Dos años después, se llevaron a cabo los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Un torneo que quedó para la historia del hockey argentino y para la de cada uno de los que participaron como parte del equipo. Capaz el momento más importante para muchos de los jugadores, logrando lo que todos sueñan: el oro olímpico. Los Leones formaron parte del grupo B, el más difícil, junto con Alemania, Países Bajos, India, Irlanda y Canadá. Argentina le ganó a Canadá e Irlanda, empató contra Países Bajos y Alemania y cayó ante India. Clasificó tercero, midiéndose con España en cuartos de final. Tras vencer 2 a 1 a los españoles, en semifinales les toco nuevamente Alemania. Tras un partidazo que terminó 5 a 2, llegaron a la final olímpica por primera vez en la historia. El rival fue Bélgica y el Pájaro metió lo que podría considerarse el gol más importante en su carrera: con tiempo casi cumplido, se metió adentro del arco con la bocha, sentándose en el arco con una cara que expresaba felicidad e incredulidad en partes iguales. La expresión de alguien que acababa de coronarse campeón olímpico.

Toda su dedicación se vio reflejada en ese momento, y en ese torneo en particular, pero su pasión continuó hasta su último partido con la celeste y blanca. En los Juegos Olímpicos de Tokio no se encontraba bien físicamente, tras su lesión en la rodilla, pero eso lo motivó a que París sea ultra especial, ya que no quería retirarse con el gusto amargo de no poder dar su máximo para el equipo. Los últimos Juegos encontraron a un Agustín que no solo estaba muy bien física y mentalmente, sino que el factor emocional impulsó a dejar todo cada vez que le tocaba estar dentro de la cancha.

Es una tristeza que Argentina haya sido descalificado de esa forma, tras haber hecho un gran torneo, y no se duda que no fue el resultado que el Pájaro quería para el final de su carrera, pero el deporte es así, y si de algo no hay dudas, es que todos los jugadores salieron vacíos de estos Juegos Olímpicos. Esa sensación que solo sentís al saber que diste todo lo que tenías. La vida del deportista amateur es muy sacrificada, pero a pesar de esto, Agustín siempre puso a la selección por delante de todo, dándole la importancia y seriedad que se merece. Cuando tuvo que decidir ir a jugar al exterior, alejándose de su familia y amigos, lo hizo, y cuando pudo volver a su club, Lomas Athletic, y a los suyos, no dudó en aprovecharlo. Actualmente continúa jugando en Lomas, y su familia, en especial sus padres, su pareja y sus hijos son su gran soporte.

Con muchísimo orgullo podemos decir que Agustín Mazzilli es argentino, y si bien decirle gracias es una palabra que queda diminuta para su grandeza dentro y fuera de la cancha, sólo quedan palabras de agradecimiento. Gracias Pájaro, por todo lo que hiciste por la selección, y todos los amantes de este deporte te deseamos lo mejor en lo que decidas hacer en esta nueva etapa de tu vida.