Maico Casella Schuth es el capitán de Los Leones, el nueve de San Fernando, el refuerzo del Gantoise, el jugador olímpico, el hijo de Julia y Miguel, el hermano de Keko y Ronan, decir que Maico es solo un jugador de hockey es privarse de cosas como las que mencionó en esta entrevista exclusiva con ESPN.com.
Para iniciar esta charla, y centrarse en su actualidad, Maico contó acerca de la iniciativa de instalarse en el Viejo Continente tras su participación en los Juegos Olímpicos de París 2024: “Mi idea es ganar todo lo que pueda en Europa, me interesa seguir mejorando y sumando experiencias. Era el momento justo después de los Juegos para volver, con la cabeza llena de energías y de todo lo que me dio Argentina, tengo mucho por aprender y el hecho de venir a un club tan grande, que juega Euro Hockey League, me iba a dar eso, así que no dudé ni un segundo en tomar la decisión”, comenzó dilucidando el flamante refuerzo del Gantoise de Bélgica.
Casella había tenido la experiencia de desenvolverse en la liga de los Países Bajos, pero en este nuevo desafío se topó con otros matices a la hora de jugar: “Encontré una gran diferencia respecto a la liga holandesa, tácticamente son muy estructurados y prolijos. A veces se hace más difícil el juego con pelota, está bueno porque te exige en la parte táctica y en la toma de decisiones. Hacen mucha defensa de zona baja y tenés que ir encontrando la manera de entrar al área, de buscar los huecos para poder jugar. Es un lindo desafío, creo que me va a hacer crecer mucho”.
Si bien lo ocurrido en los últimos Juegos Olímpicos coronó el esfuerzo realizado por varios años de entrenamiento, el trago amargo del final fue difícil de asimilar y El Bati del hockey reflexionó acerca del aprendizaje adquirido para lo que vendrá: “El golpe fue durísimo, no tengo dudas todavía hoy, después de que haya pasado un tiempo, que estábamos en un buen momento para pelear por una medalla. Me pasó que estaba con muchísima bronca y enojo, pero a la vez también me entusiasmó saber que tenemos mucho por delante, que el equipo está preparado para todo, tenemos el nivel, la madurez necesaria, y todo lo que pasamos antes, lo que aprendimos, y la experiencia de París nos va a servir para ser conscientes de que no estamos para nada lejos de nuestros objetivos y que tenemos que seguir por este camino”.
Más allá de los resultados numéricos, los galardones y los trofeos, Casella Schuth no olvida de donde viene y a partir de ahí construye hacia dónde quiere llegar: “Cuando pienso en todo lo que estoy viviendo, miro para atrás y es lo que quise desde chico. Si en algún momento se me cruza alguna queja por la cabeza, me pongo a pensar en eso y se me va rápido; me pasó últimamente que andaba medio bajón, o no la estaba pasando muy bien, y a la vez me pasaba que siempre soñé con ser lo que soy, capitán del seleccionado, jugar en Europa, jugar Juegos Olímpicos, mundiales, y en cierto modo te acostumbras, pero cuando pones un freno para ver lo que conseguiste y dónde estás hoy, es increíble, soy la persona que soñaba ser, por más que por momentos sea difícil pensarlo, que estemos acostumbrados, la verdad que es espectacular”.
Maico tomó cartas en el asunto de sus estudios luego de algún tiempo de parate y caviló acerca de la decisión que lo llevó a retomar el aprendizaje en su rol de profesional: “Arranqué este año de vuelta, después de varios intentos fallidos, una diplomatura en Gerenciamiento y Profesionalización Deportiva”.
Además, El Bati añadió: “Me costaba, siempre que arranqué dejaba. Era difícil, pero con los años me fui dando cuenta que era algo que a mí me iba a servir en lo personal y también te ayuda a poner la cabeza en otro lado y no estar todo el día pensando en hockey. El hecho de que los chicos puedan seguir estudiando, sea haciendo una materia, dos o tres, creo que más allá de que es muy exigente el seleccionado, tenés tiempo para hacerlo. Yo me di cuenta con los años y sé que se puede hacer. Es duro, a veces estás cansado, sin ganas, pero me parece que es algo necesario y está bueno que los chicos que vayan entrando al sistema de selección puedan seguir sus carreras y no abandonen los estudios”, enfatizó Casella Schuth.
Tras la participación de Los Leones en París 2024, Mariano Ronconi decidió dejar el cargo al frente del seleccionado argentino y su lugar fue tomado por Lucas Rey, un viejo conocido para Maico: “Me puso muy contento cuando supe que iba a ser él, es el entrenador que necesitamos hoy en día, tiene todo para darnos. Sé que es un tipo súper dedicado y que va a hacer todo lo que tenga el alcance, junto con el cuerpo técnico, para sacar lo mejor de nosotros. En lo personal, es un ídolo del club, es un orgullo enorme para Sanfer que él esté ahí. Me pone muy contento también por él, porque lo conozco hace mucho, compartí desde que era chico, lo viví como jugador, como entrenador en alguna categoría. Después tuve la suerte de jugar con él en la selección y en el club. Entusiasmado de disfrutar esta etapa mía, con la edad que tengo, con Lucas a la cabeza de Los Leones”.
Pero si nos referimos al seleccionado argentino, era inevitable pedirle al capitán de Argentina unas palabras al respecto de la nominación de sus compañeros a mejores jugadores del mundo en sus respectivas categorías: “Me puso muy contento por los dos, lo tienen súper merecido. Con La Mole (Tomi Santiago) comparto hace muchísimo, desde el día que entré al seleccionado él estaba ahí y sé el trabajo que hizo por estar donde está hoy. El día que salió la nominación estábamos juntos y hablamos un poco de eso. Es un lindo reconocimiento para el esfuerzo que hizo y todo lo que tuvo que pasar para tener este presente. Sé que él también está muy contento así que me pone feliz. Bauti (Capurro) la verdad que es un crack. Lo demuestran en la cancha, es un fenómeno. También se entrena mucho, le gusta, es súper dedicado. Tiene mucho futuro por delante. Me encanta verlo disfrutar, que le sume tanto al grupo y también ver lo que hace como jugador. Lo veo a él hoy y me parece espectacular que juegue de la manera que lo hace, sin vergüenza, no le importa nada”, confesó el capitán de Los Leones.
Maico habita hace unos meses el Viejo Continente, y si bien está a gusto con su decisión hay algo que no dejará de extrañar nunca de sus raíces: “Sin duda… los afectos, la gente que uno quiere. Antes de irme ya los extrañando y por más que estoy disfrutando y haciendo lo que me gusta, pienso en volver porque es una parte fundamental de mi vida. Dejamos muchas cosas para ir por lo que deseamos y en mi caso el hecho de estar lejos de mi familia y mis amigos es lo que más me hace falta, eso para mí es lo más importante que tengo y cuando estoy lejos los extraño muchísimo”.
Más allá de las vivencias incomparables que tiene un certamen de la envergadura de un Juego Olímpico, Maico sintió en carne propia un momento que quedará impregnado para siempre en su corazón: “Lo pienso y un poco me emociono porque en mi familia son todos deportistas, mi mamá (Julia) era atleta, tuvo el mejor tiempo de 100 metros en algún momento de Argentina, compitió en Sudamericanos y mi papá (Miguel) fue jugador de handball en la selección, jugó diez años, fue a Juegos Panamericanos y en nuestra casa el deporte es todo. Entonces el hecho de haber entrado a la Villa Olímpica con ellos, para mí no tuvo precio, fue un sueño cumplido, creo que si no hubieran podido ingresar también estaría feliz, pero el hecho de que hayan entrado con mis hermanos y podido recorrer la Villa conmigo fue el broche de oro de los Juegos, me hizo muy feliz y es algo que no vamos a olvidar nunca en la vida, ni yo ni ellos”, aseveró Casella Schuth.
Es sabido en el ambiente del hockey que el Club San Fernando es cuna de grandes deportistas y representantes del seleccionado argentino, en diversas disciplinar, pero Maico se animó a contar porque sucede lo que sucede en la institución de la Zona Norte de Buenos Aires: “Qué difícil de explicar… yo soy muy fanático y lo amo con todo mi corazón, hasta mis amigos del colegio son del club, todo se resume ahí, no sé, qué sé yo, la gente… hay buena gente -hablando de hockey sobre todo- son personas que tienen ganas de que al club le vaya bien y que tienen buenas intenciones para con cualquiera que se acerque, le abren las puertas a todo el mundo para que sientan lo que es ser parte, que va más allá de tu equipo individual, es algo más grande que el hockey y que la primera de hombres o de mujeres, el esfuerzo que hace cada persona para que cualquiera que venga se sienta cómodo en ese mundo, me parece que lo hace diferente”.
Para culminar, el capitán argentino habló acerca de un rincón especial que hay en el fondo del recinto que cobija a Sanfer y que tranquilamente podría ser un sitio extraído de un cuento: “La verdad que fuimos bendecidos, tenemos un lugar al que le llamamos el solárium, donde está el faro, que es como si fuera un parque que da al río Luján y es el punto de encuentro del club, vamos a tomar mates ahí o a charlar, tengo mil recuerdos de cosas buenas y malas, es el lugar donde elegimos pasar la mayoría del tiempo cuando no estamos en la cancha de hockey y es hermoso, yo lo tengo tatuado, porque es un lugar que para nosotros no hay otro igual, lo disfrutamos y lo aprovechamos, sea la época del año que sea. Mi mamá nos llevaba ahí con mis hermanos cuando éramos chicos, nos soltaba, mientras ella tomaba sol o leía un libro, nosotros estábamos corriendo por ahí, probablemente nos caíamos al río y nos tenían que venir a rescatar, es un lugar increíble, también lo extraño mucho”, selló Casella Schuth.