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MotoGP: Marc Márquez no tira la toalla y todavía sueña con el título

Los números son fríos, pero muestran escenarios fácticos. Para encontrar a Marc Márquez en la tabla de la 75ª temporada del Mundial de motociclismo hay que viajar hasta el 19º escalón. El hexacampeón de MotoGP, ausente en tres de las cinco carreras disputadas en el ejercicio 2023 (que se vive por Star+), suma apenas 12 puntos, su cifra más baja cosechada tras cinco Grandes Premios corridos. Esto, claro, sin contar la fatídica temporada 2020 que lo tuvo sin actividad tras la fractura de húmero derecho que sufriera en Jerez de la Frontera, inicio de la atípica temporada trastocada por la pandemia de Covid-19. En el extremo superior de las posiciones, es decir 18 peldaños arriba, está Francesco Bagnaia, el campeón de Ducati, con 94. La enorme distancia de 82 unidades parecer un listón casi imposible de alcanzar, sin embargo, el catalán no se baja de la lucha por la corona.

“Estamos muy lejos, en una situación donde nos hemos perdido tres carreras por un error mío”, dijo Márquez en la previa del GP de Italia, sexta cita del año. El yerro al que se refiere fue en Portugal, cuando llegó muy pasado al frenaje de la cuarta curva, se llevó puesto a Miguel Oliveira y sufrió la fractura en el primer metacarpiano de la mano derecha por la que debió ser operado. Su vuelta fue en Francia y tampoco logró buena cosecha tras la caída mientras luchaba por el segundo lugar. “En Le Mans tampoco sumé, así que estamos lejos de los de delante. Después de estas tres carreras, será sentencia o aún habrá alguna posibilidad”, explicó el español. Las tres competencias a las que se refiere son las de Italia, Alemania y Países bajos, que se desarrollarán en fines de semana consecutivos. Cerrado el triplete, llegarán las vacaciones del verano europeo y un parate de 40 días en el Mundial.

Márquez llega al GP italiano con las buenas sensaciones que recogió del nuevo chasis Kalex, diseñado a pedido de Honda, que estrenó en la pista francesa. Claro que ahora deberá andar bien en Mugello, circuito en el que apenas ganó una vez en la máxima categoría (2014). “Es cierto que Mugello no es un circuito favorable para Honda o para mi estilo de pilotaje, pero siempre lo he podido salvar. Veremos dónde estamos este año. Será difícil hacer un fin de semana como el de Le Mans”, avisó.

La previa de la competencia italiana sirvió también para que Márquez despejara, en parte, las duda que hay sobre su futuro. La falta de rendimiento de Honda es un tema no menor para el catalán, quien pretende luchar bien arriba y por eso no fueron pocos los que apostaron por una mudanza de fábrica. La especulación llegó hasta Jorge Lorenzo, excampeón, quien aseguró que se iría a Ducati. “Tengo contrato con Honda para el año que viene, mi compromiso es total y siempre será mi opción A. Pero, al mismo tiempo, en todo momento buscaré un proyecto ganador, sin importar los colores. Los años pasan para todos los pilotos. Me operé el brazo por cuarta vez para llegar a mi máximo nivel físico y ahora estoy preparado para volver a pelear por el título", aseguró Marc, mostrando su lealtad, pero con matices…

Mientras Márquez espera casi por un milagro que lo ponga en discusión, Bagnaia tratará de defender la cima en su casa. El piloto de Ducati no conoce de términos medios: o gana o se va al suelo. Este año ganó en Portugal, se fue al piso en la Argentina y Estados Unidos (ambos, errores propios), festejó en España y en Francia terminó en refriega, rodada y piñas con Maverick Viñales. Así y todo, manda en el torneo con un punto de ventaja sobre Marco Bezzecchi, vencedor en Termas de Río Hondo y Le Mans.

“Correr en Mugello, delante de nuestros seguidores, es siempre una gran emoción y no veo la hora de salir a pista. Será un fin de semana importante para nosotros y estoy seguro que el empuje de nuestro público nos dará una motivación extra para hacerlo bien en nuestro Gran Premio de casa", dijo el campeón. Bezzecchi, en tanto, aseguró: "Creo que no estoy bajo la mayor presión de mi carrera, estamos en un momento muy temprano de la temporada, no creo que vaya a subir la presión por mi posición en la clasificación, por el momento me siento bien, por más que la presión siempre sea alta, sobre todo antes de las carreras".