BUENOS AIRES -- Con un gancho al hígado perfecto, Diego Gabriel Cháves definió su pelea ante Jorge El Chino Miranda y de esa manera retuvo su título Latino welter de la OMB. La pelea fue en el club Vélez Sarsfield, de Buenos Aires. Todo bien, pero…¿Y ahora?
Cháves, tercera generación de boxeadores, tiene 25 años, ha ganado 20 peleas y 16 antes del límite. Su victoria ante Miranda ha sido la más valiosa de todas, porque el cordobés es un probador serio, difícil y experimentado: 44 victorias, 13 derrotas, 1 sin decisión y a su vez, ex campeón Latino welter OMB.
Miembro de una familia boxística, su caso es realmente curioso. Arrancó la historia con Rudecindo Cháves, que llegó a pelear en el Luna Park en los 70. Rudecindo luego condujo las carreras de sus hijos Abel, Ariel, Ismael.
Diego, a quien llaman La Joya, es hijo de Olga Cháves, o sea nieto directo de Rudecindo. Como el papá no apareció nunca, lo criaron sus tíos a quienes considera casi como hermanos. En total, contando a algunos de sus primos que también boxean, hay 12 boxeadores en la familia.
Zurdo, de una pegada respetable y buen estilo, clásico, fue bronce en los Panamericanos de Rio de Janeiro (2007). Hoy ha firmado un convenio con Vélez Sarsfield: el club -para el que también jugó al fútbol, y lo hizo bastante bien con el 10 en la espalda- le brinda toda su estructura y el tema pasa porque pelee en sus instalaciones siempre y cuando no exista otro tipo de oferta. Eso si, la parte pugilística la lleva a cabo en el ya legendario gimnasio familiar que está en San Miguel, en la provincia de Buenos Aires.
Su promotor, Mario Margossian, admite que está todo bien, pero hay un problema. "Fui a Puerto Rico, para la convención de la OMB, para hablar personalmente con Francisco Valcárcel sobre el futuro de Diego. Y por supuesto, lo tienen muy en cuenta. Pero el actual campeón welter OMB es nada más ni nada menos que Manny Pacquiao... ¿Qué podemos hacer?
Hasta ahora, solamente una vez peleó fuera de Argentina como rentado y eso fue en Las Vegas, el 27 de marzo del año pasado, cuando le ganó por puntos al brasileño Deban dos Santos Barros.
Diego, que sube a su rincón atendido por sus hermanos Ismael y Gabriel, acepta el tema con una sonrisa: "Lo único que quiero es seguir mejorando y dejar que el tiempo ponga las cosas en su lugar"
El sábado 26, en Vélez, Diego puso en el lugar exacto su puño izquierdo y logró la mejor victoria de su carrera. Por ahora, no le queda otra cosa que esperar.