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BUENOS AIRES -- A pesar del día gris y húmedo, la gente se hizo presente en el Buenos Aires Lawn Tennis para disfrutar de un menú porteño de primer nivel. Como entrada se podía degustar el duelo entre Chela y Gasquet. Luego Nalbandian debía terminar de cocinar a Starace (interrumpido por lluvia cuando el cordobés ganaba 6-2) y el siguiente plato incluía a Gaudio, uno de los favoritos del público, ante el ascendente Horacio Zeballos. Para el postre, Juan Mónaco, campeón en 2007 y finalista el año pasado, frente al polaco Lukasz Kubot. El primer duelo prometedor era el de Juan Ignacio Chela, que participa por décima vez de este torneo, donde fue semifinalista en 2002 y 2008, ante el francés Richard Gasquet, pupilo del argentino Gabriel Markus, que había estado suspendido por dóping positivo de cocaína entre mayo y agosto del año pasado. El historial favorecía al galo, que se impuso en Indian Wells 2008. 
Chela, actual N° 83 del mundo, comenzó hambriento y ganó el primer parcial en tie-break por 7-3. En el octavo game del segundo set, el argentino concretó un quiebre que lo dejó con el partido a punto, pero no pudo defender su servicio y le permitió recuperar terreno a su rival.
Finalmente, en el undécimo juego, Chela terminó de ablandar al francés, ex número 7 del mundo y actualmente en el puesto 54°, y se llevó el encuentro luego de desperdiciar un par de bolas de partido por 7-6 y 7-5. Ahora el argentino, de 30 años, intentará superar la segunda ronda de un torneo ATP por primera vez desde mayo de 2009, cuando llegó a cuartos de final en Kitzbühel. Para eso, deberá derrotar a Mónaco, quien venció a Kubot por 6-4 y 7-6 (7-1). Por su parte, Gasquet terminó despidiéndose de Buenos Aires con un sabor agrio luego de una hora y 44 minutos de juego. La ansiedad sobrevolaba La Catedral del tenis sudamericano, esperando que se concrete el regreso del Rey David. Tras nueve meses de ausencia por la operación de cadera y el desgarro abdominal, Nalbandian se mostró sólido y efectivo en la primera jornada, y cuando parecía que tenía a su rival al dente, lo frenó la lluvia. Siguió el partido y el cordobés no bajó su nivel, pero esta vez Starace presentó argumentos más convincentes. Nalbandian no pudo pinchar como en el primer set porque su rival no estaba tan tierno. Ambos se respetaron el saque hasta el tie-break, donde el de Unquillo fue superior atacando la red con voleas magníficas, y terminó de exprimir a Starace cerrando su estirada vuelta al circuito con un triunfo por 6-2 y 7-6 (7-2). El argentino, ex número 3 del mundo, campeón de este torneo en 2008, enfrentará en la segunda ronda al español Daniel Gimeno-Traver, que sorprendió al eliminar a su compatriota Nicolás Almagro, tercer favorito. En una reedición de la final del challenger de Buenos Aires 2009, Gastón Gaudio se enfrentó a Horacio Zeballos, campeón en aquel entonces. Una misión complicada para el ganador de Roland Garros 2004, cuya última victoria de ATP había sido en abril de 2009 en Barcelona, ya que el marplatense está a punto caramelo, jugando el mejor tenis de su carrera. Zeballos sacó a relucir su aceitada mano izquierda, conectando drop shots de gran categoría, y rápidamente marcó la diferencia para adelantarse 3-0. Gaudio, campeón de este torneo en 2005, tuvo dos chances para igualar cuando Zeballos sacaba 5-3, pero con gran eficacia el marplatense defendió su saque y terminó llevándose el primer parcial por 6-3. Le faltó pimienta de entrada al Gato, que no pudo recuperarse a tiempo. Para el segundo parcial, Gaudio mostró más ganas y, con disparos contundentes y precisos desde el fondo, se adelantó 3-0. Con su mejor repertorio, el ex número 5 del mundo le agregó condimentos al duelo y provocó las primeras ovaciones de los fanáticos. Gaudio se llevó el segundo set y demostró que no perdió la memoria, al menos su paladar permanece negro. En el sexto game del tercer parcial, Zeballos, el octavo favorito, consiguió un quiebre que le permitió comenzar a sentir el sabor de la victoria. Gaudio no se dio por vencido y siguió luchando hasta el final, salvando pelotas increíbles. Pero no hubo caso, el comensal más angurriento fue el marplatense, que se impuso por 6-3, 3-6 y 6-3. Zeballos se medirá en la próxima instancia con el español Carlos Moyá, tricampeón del ATP de Buenos Aires, que venció al italiano Filippo Volandri por 6-2 y 7-5 en este certamen en canchas de arcilla, dotado con 600.000 dólares en premios. Luego, el máximo preclasificado, el español David Ferrer, se impuso con altibajos al alemán Simon Greul por 6-2 y 7-6 (7-3)y se aseguró un lugar en los octavos de final. Allí lo espera el portugués Frederico Gil, un duro obstáculo. En tanto, ya dijo adiós un vecino, el uruguayo Pablo Cuevas, al perder fácil ante el español Albert Montañés, el quinto cabeza de serie, por un doble 6-2. La segunda jornada del ATP de Buenos Aires fue abundante. Presentó un menu supremo con variedades para todos los gustos. Lejos de empacharse, los espectadores se retiraron satisfechos y con ganas de más.
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