ROMA -- Estamos al final de julio, lo que significa que el fútbol jugado se acerca cada día más. Pero en ausencia de juego en las canchas el tema principal sigue siendo el del mercado y, como de costumbre, sin dudas ese será el argumento de mayor interés hasta el último día de agosto, a pesar de que el campeonato de Serie A comenzará antes.
Por ahora las primeras páginas de los diarios, en cuanto a compras y ventas, se las llevaron Juventus, Nápoli y Fiorentina. Sin lugar a dudas lo mejor, otra vez más, lo hizo el club bianconero con tres incorporaciones quirúrgicas para mejorar de manera exponencial el que ya era el mejor plantel del campeonato. Así, la Vecchia Signora parece garantizarse nuevamente el rol de reina del Calcio.
Pero también los violetas y el Burro cumplieron un excelente labor y darán pelea sin lugar a duda, ambos quizás hasta capaces de jugarse el título mientras y seguramente en condiciones de terminar entre los primeros tres.
Por el resto, hasta ahora casi todos los equipos mantuvieron o perdieron algo, si bien muchos esperan haber pescado en los mercados "low cost" (como el sudamericano o el de Europa del este) algún comodín que pueda ser un arma preciosa en un campeonato que, actualmente, necesita de intuiciones "mágicas" para poder volver a ser competitivo como en los años pasados.
LLEGÓ EL TOP PLAYER
Por años en Turín se habló de la necesidad que tenía Juventus de incorporar un "top player", es decir un jugador de vértice y nivel internacional con talento y experiencia necesarias para poder cambiar el rumbo de un partido importante.
Mientras se decía eso en casa bianconera llegaron muchos jugadores importantes pero ninguno de nivel absoluto, aparte Pirlo. La Juve ganó igual, pero en enero fue fuerte la desilusión del pueblo juventino cuando fue Milan el que fichó un "top", con la llegada de Balotelli.
En el mismo periodo Juventus oficializó la adquisición, con llegada en junio, del español Llorente; pero la noticia no produjo el entusiasmo esperado y, en efecto, hay que admitir que los números del delantero "ex Bilbao" no son fenomenales, lo que confirma que el jugador no es una estrella absoluta. Cuanto menos no lo es aún.
Así Marotta y su equipo trabajaron para poder fichar un talento absoluto y el 28 de junio el director deportivo juventino tuvo su gran satisfacción al presentarlo a Tévez. ¡Finalmente llegó el top player!
La adquisición del argentino es de increíble valor para el conjunto de Conte, que así encuentra un jugador con la capacidad de decidir los encuentros más delicados y, por encima, aumenta el nivel de experiencia internacional del conjunto. No hay que olvidarse que "Carlitos" fue campeón en todos los equipos en los que jugó y que levantó también una Champions con la remera del Manchester United, en el 2008.
Él no le resuelve a Juventus el "problema" de la falta de goles de los delanteros, considerando que, a parte un par de buenos años en Premier League, Tévez nunca fue un goleador sino un creador. De todas maneras, debería anotar más de Vucinic y compañeros.
Pero lo más importante no es eso sino que su talento, con toda seguridad, encajará a la perfección en el excelente juego coral organizado por Conte; además, la impresión es que él pueda también optimizar al máximo el rendimiento de Llorente y de sus otros compañeros, especialmente los otros atacantes. En suma, la llegada de Tévez le da mayor valor a cada jugador del plantel desde la línea de volantes para adelante.
Hay también una pequeña nota negativa de este mercado para la Vieja Señora, porque en efecto ahora son demasiados los jugadores de la línea ofensiva y por lo menos uno entre Vucinic, Matri y Quagliarella debería ser vendido. El problema es que todos los cuadros saben eso y están tirando a la baja el precio, apostando a que la Juve terminará por "regalar" uno de ellos.
Una sombra no muy grande, de todas maneras, compensada ampliamente por la llegada de Ogbonna, movida de doble valor porque el jugador completa de manera brillante la línea de retaguardia, con una cuarta opción de todo respeto, mientras que al mismo tiempo equipos como Milan e Inter se quedaron sin la posibilidad de fichar un buen central defensivo.
SIN TRUCO NI ENGAÑO
Fiorentina cerró un negocio redondo "sin truco ni engaño", como suelen decir los prestigiadores en los banquillos por las calles. El tema es que logró venderlo a Jovetic por la belleza de 30 millones de euros, contando también los bonus, para luego comprarlo a Gómez a unos 21.
Ahora: el talento del montenegrino no se discute, pero tampoco se puede negar que el joven delantero haya demostrado mucha inconstancia en sus años en Florencia, en los que alcanzó a sumar 14 goles en su mejor temporada a pesar de patear los penales. La impresión es que el jugador nunca logró cumplir el paso para volverse un campeón y venderlo a 26 millones más eventuales 4 nos parece realmente un gran negocio.
Al mismo tiempo, llevárselo a Gómez por 15.5 más otros posibles 5.5 es otra gran operación, que brilla aún más si se piensa que se lo está pagando con los euros que entraron con la salida de Jovetic. El tema es que el "nueve" alemán es una máquina de gol y más allá de algunos límites es un jugador de grande experiencia internacional, que anotó en todos los niveles y en cada competición disputada, ganando títulos nacionales y continentales, por no hablar del enorme rendimiento con su seleccionado (¡25 goles en 58 partidos!).
Así, si se consideran otro par de movidas muy interesantes, como la llegada de Ilicic, no caben dudas de que el conjunto violeta es uno de los que mejor se movió por ahora en el mercado italiano, mejorando en nuestra impresión el nivel del plantel y, por ende, sus posibilidades de obtener buenos resultados en la próxima temporada. Para recordar que un "top player" llegó al Giglio en enero: Giuseppe Rossi debe recuperar de una lesión importante, pero si regresará a ser el de antes la Fiore tiene tendrá lo necesario hasta para pelearse el título.
Diferente pero igualmente positiva la situación de Nápoli: a ser honestos, De Laurentiis un pequeño engaño lo protagonizó, porque actuó como si le doliera tener que vender a Cavani, pero se viera obligado a hacerlo por la clausula de rescisión, si bien en realidad fue evidente que rezó para que algún magnate pagara esos 63 millones de euros que equivalen a una verdadera fortuna. Al final el PSG puso ese tesoro en la mesa e hizo del Presidente del Burro el hombre visiblemente más feliz de Italia.
Claro, diferentemente a cuanto dicho por Fiorentina y Jovetic, Nápoli perdió un campeón verdadero, una estrella absoluta; pero por el otro lado con esa cifra ya empezó a construir un equipazo de primer nivel, con la posibilidad de no tener que vender ninguna otra pieza "preciosa" y las llegadas de Albiol, Callejón y sobre todo la de Higuaín, jugador que costará unos 40 millones de euros en total, más su sueldo.
Pero el engranaje más "especial" parecería ser la llegada de Benítez al banco: un hombre de experiencia internacional con un palmares de todo respeto, que encuentra su justa dimensión en un club de este nivel y que tendrá en sus manos un gran plantel a disposición. Quizás que esta no sea la vez buena para el Burro en clave Scudetto (o Champions League, considerando loas capacidades "coperas" del entrenador español).
SE ESPERAN SEÑALES DE VIDA
Por ahora Inter y Milan hicieron realmente muy poco, demasiado para dos clubes de semejante nivel por parte de los cuales todos se esperan siempre grandes cosas.
Es cierto que el Diávolo cuenta con la adquisición de Balotelli en enero, pero lo es también el hecho de que el cuadro evidenció algunos problemas estructurales de relieve, especialmente en el medio, y seguramente no serán Poli o Saponara los que podrán resolverlos (únicos dos fichajes de los rossoneri). El equipo debe mejorar y en cambio de hacerlo se queda quieto a mirar las operaciones de Juventus, Nápoli y Fiorentina, por no hablar de las de los otros grandes clubes europeos.
Lo que más preocupa es que no se lo escucha hablar a Galliani de ningún jugador realmente importante y que por ahora, el poderoso club "más titulado del mundo" se ve escollado con el caso Honda, un jugador de buen nivel pero no un campeón, como demuestra el mismo hecho de que no vale los cuatro millones y medio que piden por su pase inmediato, considerando que su contrato vencerá en enero.
Inter hizo algo más pero honestamente los nombres más importantes se leen en las salidas, con la venta de Cassano y la salida de Gárgano, no rescatado por parte de los nerazzurri (quien regresará a Nápoli, reforzando mayormente las líneas celestes). Para un club como Inter, que viene de una pésima campaña en la que terminó abajo hasta de Catania, quedándose afuera de todas las competiciones europeas, no alcanza leer nombres como los de Icardi y Belfodil. Hacen falta campeones y hacen falta ya.
Mazzarri es una garantía, o debería serlo, de que el equipo luchará y jugará con corazón y garra y fuerza física. Pero al mismo tiempo el experimentado técnico toscano nunca ganó un Scudetto y nunca entrenó a uno de los grandes de Europa. Para tener chances de ganar algo importante hay que ponerle un equipo de valor objetivo entre las manos; pero hasta el momento, cada nombre que se leyó en los diarios terminó por ir a otro equipo o sigue bien parado en su club de pertenencia.
Una tristeza ver a dos "colosos" del fútbol mundial en tan evidentes dificultades, por encima sin verlos aprovechar de este momento tan delicado para sacar algún joven talento de las canteras y darle espacio para crecer y madurar. Veremos lo que ocurrirá en el último mes de mercado, pero por ahora los hinchas nerazzurri se ven más concentrados en la posible venta del 75% del club a un gran magnate extranjero, más que en las importantes operaciones de mercado con las que sueñan, temiendo que no logren ser nunca más que eso: sueños.
DESILUSIONES
Los equipos capitalinos están desilusionando como los milaneses y, en realidad, quizás aún más. Lo peor lo está haciendo Roma, que después de dos años en los que gastó para obtener resultados pésimos está tirando las pocas cosas buenas que había construido.
Al banco llegó García, la enésima apuesta de un club que debería arriesgar menos y buscar un poco más de solidez y continuidad. Además, Stekelenbury Goicoechea fueron vendidos a frente de la llegada de De Sanctis: dos porteros de respectivamente 31 y 25 años por uno de 36 no parece ser una coherente elección técnica en ese famoso proyecto de jóvenes.
Tampoco lo es dar un defensor central del 1994 por uno del 1987, a saber Marquinhos por Benatiá, si bien en ese caso hay que admitir que no se podía renunciar a la oferta totalmente indecente del PSG, que puso en el plato 31.4 millones por el defensa brasilero (28.71 contando los 2.69 millones que irán al Corinthians Paulista como por contrato).
Tesoro ya invertido, con la adquisición justamente del defensor francés (costó 10 millones, un excelente precio para un jugador que demostró ser de excelente nivel en el Calcio) y del volante Strootman, procedente desde el PSV de Holanda y pagado la belleza de 16.5 millones de euros más tres y medio de posibles bonus. Esta transacción no nos parece lo que se suele decir un verdadero negocio, pero sin dudas el jugador es muy interesante y puesto en las justas condiciones podría brillar en el fútbol italiano.
De todas maneras muy poco lo del club giallorosso, que sinceramente está desilusionando a un pueblo ya muy amargado por los pésimos resultados recientes, especialmente porque parece seguro que cuanto menos otra estrella sino dos serán vendidas (se habla de las salidas de De Rossi y Osvaldo).
Una merma de inversiones era previsible, considerando que el club capitalino fue uno de los que más plata puso en las dos pasadas campañas, sin pero lograr nunca clasificarse a las competiciones europeas. En suma: no logró ni hacer frutar las inversiones ni limitar los daños. Pero nos esperábamos un trabajo más atento, que le apuntara "a la seguridad", más que lo que vimos por ahora.
Lo de Lazio es diferente, pero no por eso positivo: el equipo llega de una temporada importante, que sin embargo debido a un final muy negativo se vio salvada únicamente por la conquista, ya con el campeonato terminado, de la Coppa Italia. Triunfo que "valió más" para el pueblo albiceleste por el hecho de que llegó en la final ante el odiado rival Roma, factor que hizo pasar aún más "en la sombra" lo mal que lo hizo el conjunto en todos los meses del 2013.
El problema del equipo fue la falta de alternativas en un plantel demasiado corto y en eso hasta fue un milagro lo que logró hacer Petkovic, en nuestra opinión uno de los mejores entrenadores en Italia actualmente. El equipo necesita absolutamente sumar refuerzos, algunos importantes considerando sobre todo la edad de algunos jugadores clave como Klose, por ejemplo.
Sin embargo, si bien cuanto menos no se contaron salidas "dolorosas", hasta ahora Lotito y sus colaboradores no fueron más allá de algunos nombres interesantes en prospectiva, pero de poca seguridad, muchos procedentes desde los campeonatos sudamericanos.
Para ser competitivo en tres frentes, como intentó hacerlo en la campaña anterior (y logró por toda la primera mitad del año), el plantel albiceleste necesita cuanto menos un refuerzo importante por cada línea: gente de experiencia y buen nivel, como podrían ser por ejemplo Paletta, Valdés y Gómez (tres nombres que hacemos solamente como ejemplo, puesto que no nos resulta ningún interés por parte del Águila en tales jugadores).
Sin retoques como esos, el riesgo es que el conjunto sufra ya desde agosto, cuando se enfrentará en la Supercoppa a Juventus, para luego encontrar las mismas (o más grandes) dificultades evidenciadas en la campaña que acaba de pasar.
NADA DE ESPECIAL
Por el resto, se cuentan pocas operaciones realmente interesantes. Cassano a Parma es sin dudas la más importante, porque el talentoso jugador "barese" probablemente tendrá aún algo que decir en el fútbol italiano, si es que encontrará un ambiente favorable en la ciudad emiliana. Cosa probable, conociendo la inteligencia de Donadoni y recordando que fue justamente él el técnico que le devolvió a FantAntonio la remera Azzurra.
De todo lo demás, notable el hecho de que esta vez Udinese esté cumpliendo un esfuerzo evidente para no vender sus nuevas estrellitas, a saber Muriel, Pereyra, Basta, Gabriel Silva y algunos otros. Fue vendido Benatiá, es cierto, pero llegaron otros jóvenes interesantes, que sin dudas sabrán crecer bajo la inteligente administración de Guidolín.
Especialmente nos parece de gran relieve la llegada de Nico López: el uruguayo podría pasar de promesa a verdadero campeón en un par de años, en un ambiente como el del conjunto albinegro.
Todos los otros equipos, como de costumbre, hicieron sus movidas pero aún esperan para completar sus planteles, recordando que el último mes suele ser decisivo para muchos, algunas veces en positivo y otras en negativo.
Vale la pena aclarar que, por ahora, ninguno de los neo ascendidos (a saber Sassuolo, Verona y Livorno) cometió el error que le fue fatal a Pescara en la pasada temporada, es decir el de presentarse con un equipo sensiblemente diferente al que obtuvo el ascenso. Un factor que podría hacer de este torneo uno más parejo, equilibrado y reñido respecto al año pasado.