IRVING -- El mariscal de campo de los Dallas Cowboys, Tony Romo, dijo este miércoles que si puede lidiar con el dolor en su espalda provocado por el golpe que le propinaron el lunes por la noche en la derrota en tiempo extra contra los Washington Redskins, jugará el domingo entrante contra los Arizona Cardinals.
"Esa parte nunca ha estado en discusión, pero tenemos que esperar a ver", dijo Romo añadiendo que "se trata de la habilidad de uno de ser productivo de alguna manera. Esa parte, eso es lo que continuaremos evaluando".
Romo no entrenó el miércoles, algo que no hubiera hecho aún si estaba saludable; ha estado tomando los miércoles libres desde la Semana 2 para fortalecer su espalda operada. Sí logró hacer algún trabajo de rehabilitación, pero no su carga norma. Dijo que no estaba seguro si estaría disponible para practicar el jueves.
Brandon Weeden tomó las riendas del primer equipo en prácticas en una sesión que el entrenador en jefe Jason Garrett calificó como "una trotada" y que Weeden sería el titular en caso de que Romo no pudiera jugar. El novato Dustin Vaughan sería activado como suplente si Romo es desactivado para el partido.
Romo dijo que el nivel de dolor el miércoles era "bastante similar" a como se sintió después del partido del lunes y piensa que seguirá así por un tiempo, pero se siente aliviado de que el problema en nada tiene que ver con la cirugía a la que se sometió para fortalecer un disco en la espalda el pasado mes de diciembre.
Garrett dijo que la decisión sobre si Romo jugará se tomará por el personal médico y que él se tiene que sentir seguro de Romo podrá funcionar.
Los Cowboys (6-2) esperarán lo más posible antes de tomar una decisión sobre Romo mientras preparan a Weeden de la mejor manera posible.
"Tiene que llegar un punto en el cual las cosas cambien en la forma que uno se siente que puede hacer las cosas fundamentales que hay que hacer", dijo Romo. "De ahí, uno va en busca del alta de los médicos y tomar los pasos que hay que tomar".