Este domingo 6 de septiembre, en el American Bank Center de Corpus Chistri (TX), el japonés Tomoki Kameda (31-1 con 19 KO) y el británico Jamie McDonnell (26-2-1 con 12 KO) se enfrentan en una pelea revancha a 12 asaltos de Premier Boxing Championship (PBC) dirimiendo el cinturón gallo de la AMB en poder del inglés. Parece una pelea de título como tantas y entre dos rivales con historias como tantas, sin embargo en esta batalla, nada será como parece. Y Tomoki Kameda, es el responsable de que la historia de esta pelea sea diferente a todo.
Integrante de un trío de hermanos boxeadores que han logrado el histórico hito de ser campeones al mismo tiempo, Tomoki pese a sus 24 años de edad, ha construido una historia de vida única y ejemplarizante, donde fusiona la aventura de iniciar su carrera profesional en México, consagrarse por primera vez como campeón mundial en Filipinas y la decisión de cumplir con el mapa ruta de su gran objetivo: ser el mejor del mundo.
¿Conseguirá trepar hasta esa ambiciosa meta? No es ninguna utopía imaginar que Kameda llegará al lugar que se proponga, incluso a esa meta que parece tan lejana. La estrella a la que se aferró en el amanecer de su carrera, iluminó su aventura que lo trajo a México donde debutó, donde obtuvo sus primeras victorias, donde aprendió el estilo agresivo, donde se ganó el apodo y donde aprendió la lengua de Cervantes.
Y todo parece haber nacido de un imperio de las casualidades, en un 2008 que para el idioma español,en Japón, tuvo un episodio de especial importancia, por más que haya pasado desapercibido: la inauguración en Tokio de la sede del Instituto Cervantes. En ese lugar, al año de su apertura, más de cinco mil estudiantes recibían clases de español, idioma que además de ser la segunda lengua más internacional detrás del planeta, ellos reconocieron que era "la lengua extranjera más fácil de aprender".
La casualidad de esta historia es que durante ese mismo año, 2008, Tomoki Kameda que había emigrado dos años antes, consolidaba su aprendizaje de español. Pero no necesitó del Instituto Cervantes. "El Mexicanito" mientras asimilaba la agresividad del estilo azteca de boxear, fue reconociendo las vocales, las consonantes, las construcciones gramaticales y el vocabulario de su nuevo idioma. " Al comienzo me resultó difícil, especialmente escribirlo, pero ya lo estoy consiguiendo hacer bastante bien"- nos dijo, sin ocultar el orgullo.
Y fue en algún momento de ese 2008 que Tomoki descubrió que identificaba palabras y se dio cuenta que respondía preguntas en ese lenguaje. No necesito las aulas de Cervantes, pero el idioma de gimnasio le permitió demostrar la certeza de la encuesta: "es la lengua más fácil de aprender.
Y Kameda lo aprendió, como aprendió los secretos de la nueva escuela boxística y tan aplicado fue como alumno, que debutó ese mismo año como profesional y por supuesto lo hizo con victoria por KO, el 21 de noviembre de 2008, sobre Alejandro Moreno. Luego repartió sus victorias entre Japón y México, a medida que se iban acumulando los títulos: Fecarbox, CABOFE, Juvenil Intercontinental, Vacante de la NABF y Campeón Mundial Juvenil del CMB, y Campeón Plata del mismo organismo.
Tomoki, que reconoce sentirse hoy totalmente dividido, "50% japonés y 50% mexicano", no duda al marcar en donde radica el éxito de su aprendizaje del boxeo azteca. "Los mexicanos son guerreros y agresivos, los japoneses son disciplinados. Unir las dos cosas me hizo crecer como boxeador"
Y ese crecimiento tuvo su momento memorable el 1º de agosto de 2013, cuando viajó a Filipinas para arrebatarle el Cinturón gallo del CMB, en 12 asaltos, al local Paulus Ambunda. Ese título lo defendió tres veces de manera exitosa y lo perdió en la cuarta defensa, el pasado 9 de mayo contra el británico Jamie McDonnell, en una pelea cerrada y donde pudo ganar cualquiera. El combate de este domingo, es una revancha nacida, precisamente, de ese resultado tan parejo.
NUEVO ENTRENADOR Y UN MISMO OBJETIVO
Con este carismático japonés", conversé previo a su pelea dominical y gracias al aparato celular de Denise Colomé, quien dirige el equipo de trabajo que coordina la carrera de Kameda. Y la carrera del japonés, parece iniciar una nueva etapa gracias a la presencia de un nuevo entrenador en su esquina, el cubano Ismael Salas. "Con el cambio de entrenador he mejorado la estrategia" reconoció Kameda, quien también aceptó que en esa batalla, que significó la primera derrota en su carrera, aprendió muchas cosas.
"Creo que gané; yo fui el que conectó los golpes más difíciles e hice lo suficiente para obtener una ventaja temprana, sin embargo los jueces vieron otra cosa" - dijo Tomoki sobre la batalla que en las tarjetas dio un puntaje similar de los tres jueces 114-113, favorable al británico.
En esa pelea, Mac Donnell y Kameda lanzaron más de 1.000 golpes de manera combinada, incluyendo cerca de 800 golpes de poder durante los 12 asaltos. Para la revancha, si bien Tomoki es muy parco a la hora de revelar su estrategia, el trabajo muy fuerte tanto en los golpes de poder como en la velocidad, que ha realizado en la preparación previa , permiten suponer que el japonés saldrá a poner presión total en los primeros asaltos, buscando el KO temprano.
Tomoki Kameda inició su campamento en Las Vegas a comienzos del mes de junio y dijo que se siente satisfecho de hacerlo en ese lugar. "La preparación para esta y otras peleas, siempre será en Las Vegas, es un buen lugar para prepararse" reveló. En estos tres meses, Tomoki ha trabajado con sparrings altos y tan fuertes como Mac Donnell, lo que se complementa con la nueva estrategia de Ismael Salas, algo que Kameda tiene plena seguridad le permitirá ganar la pelea.
Y si bien asegura estar totalmente concentrado en la pelea del domingo, Kameda no oculta su intención de subir de categoría y enfrentar a los mejores, donde no elude a nombre de campeones reconocidos como Guillermo Rogondeaux, Carl Frampton o el mismísimo Leo Santa Cruz.
"Al Haymon me ha dado mucha tranquilidad para trabajar en Estados Unidos, enfrentar a los mejores y buscar los títulos" dijo "El Mexicanito" obsesionado por ser, un día, el mejor del mundo. Y parece estar caminando en el sentido correcto, aprendiendo y creciendo, mientras el camino hacia atrás se hace más largo y la ruta del futuro parece cada día acercarlo a sus grandes objetivos. Y la de este domingo parece ser la primera puerta hacia esa meta.