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Grandes objetivos

Todo está listo para conocer al verdadero Adrián González, quien encontrara la luz al final del túnel cuando se enteró de que había sido cambiado a los Medias Rojas de Boston.

Eso no significa que quisiera dejar San Diego. Por el contrario, estaba muy contento con el equipo y su afición, pero la realidad es que ahí difícilmente iba a ganar un título.

A finales del 2010, Boston adquirió a Adrián aun cuando sabía que el primera base mexicano podría tener un año en que su poder disminuyera significativamente debido una lesión ocurrida meses atrás.

Sin embargo, hoy se sabe que el inicialista se ha recuperado bien y que estará en perfectas condiciones para el inicio de la campaña.

Hace apenas 10 meses, González se rompió los tejidos del hombro derecho, y aun así conectó 31 cuadrangulares, algo que él mismo admitió que fue increíble, sobre todo porque –también aceptó– no podía hacer swing con poder, aunado al hecho que la lesión también afectó su defensiva cubriendo la primera almohadilla.

Así dejó pasar la campaña sin optar por entrar al quirófano, pero una vez que ésta finalizó, en octubre pasado se sometió a una cirugía que le dio tranquilidad al escuchar de viva voz de sus médicos que estaría listo para regresar a la actividad durante el entrenamiento de primavera.

Desde entonces, González ha entrenado tres días a la semana y siete horas por día a fin de rehabilitarse y fortalecerse de nueva cuenta, así que antes de que hiciera maletas con destino a los campos de entrenamiento, y posteriormente a Boston, estuvimos con él en su hogar de San Diego.

Adrián sigue siendo el mismo hombre sonriente y alegre. Ha comenzado una nueva etapa en la vida del mejor bateador mexicano de la actualidad, quien nos cuenta qué significa ponerse el uniforme de Boston, batear en el antiguo Fenway Park –el segundo estadio de pelota más viejo del béisbol de las Grandes Ligas, sólo detrás del Wrigley Field de Chicago, al albergar partidos desde 1912– y posiblemente ser campeón.

VISITANDO A UN ALL-STAR
Adrián luce de maravilla. Tres meses después de que le practicaran una operación para corregir un problema en su hombro derecho, el nuevo inicialista de Boston se encuentra en San Diego preparándose para su primera campaña con los Medias Rojas, donde muchos creen que hará historia, pues al ser un bateador netamente jalador, el Monstruo Verde del Fenway Park podría convertirse en su mejor amigo y dejarnos ver al primer mexicano en la historia de Grandes Ligas con 50 jonrones en una misma temporada.

"La cirugía que me hicieron en el hombro me ha limitado mucho, pero trataré de hacer lo que he hecho los últimos tres o cuatro años", afirma el cañonero que batea de zurda, quien en las últimas cuatro campañas se ha volado la barda más de 30 veces.

Él mismo reconocía que febrero y marzo iban a ser meses complicados, más porque hacer swing sería un indicativo de qué tan bien o qué tan lejos estaba del 100 por ciento y preparado para comenzar a su entera satisfacción su primer calendario con Boston.

"Sabía que iba estar limitado en los entrenamientos de febrero, y la misión era tratar de acondicionar mi cuerpo lo mejor posible para la temporada".

Ahora que los campos primaverales cerraron sus puertas, Adrián no sintió molestias. Al parecer la lesión ha sanado en su totalidad, y todo México está listo para verlo hacer historia.

¡QUE SIEMPRE SÍ!
Dos años seguidos se manejó que Boston ya tenía amarrado al pelotero azteca, que San Diego había aceptado canjearlo, lo que ocurrió hasta diciembre pasado.

Julio del 2010 fue un mes de mucha bulla para él. Todos afirmaban que estaba listo para limpiar su vestuario del Petco Park para irse al Fenway, y aunque los insistentes rumores acerca del inminente canje del dos veces guante de oro continuaron, esto pasó hasta una fecha en que las Grandes Ligas son poca nota.

Ambas organizaciones cerraron la operación el 5 de diciembre anterior, justo cuando los beisbolistas visitan a sus familias en sus países natales o se encuentran vacacionando con los suyos.

"La verdad es que no me lo esperaba. Todos pensaban que iba a ser en julio… Me llamaron unas horas antes que se hicieran el cambio, y me dijeron que posiblemente pasaría algo, que me esperara. Y sí, dicho y hecho, para la 10:30 u 11:00 de la noche me llamaron y me dijeron que el cambio estaba hecho y que la próxima mañana tenía que viajar a Boston", recuerda un muy feliz Adrián.

Curiosamente, González estaba programado para ir a la Ciudad de México junto con su hermano Édgar a impartir una clínica a una liga infantil, pero tuvo que cambiar sus planes y viajó con destino a Massachusetts.

¿PLAYOFFS? ¿ALGUIEN DIJO PLAYOFFS?
El 25 de noviembre del 2001, Jim Mora, otrora coach de los Indianapolis Colts de la NFL, haciendo burla de lo mal que jugaba su equipo y de que era una falacia pensar que calificarían a postemporada, dijo una frase ya memorable en el deporte estadounidense, que aplica a la perfección a González: "¿Playoffs? ¿Alguien dijo playoffs?"

Una idea parecida tenían todos en los Padres de San Diego, novena a la que Adrián llegó en el 2006 tras dos años con los Rangers de Texas.

Vistiendo la franela de los Padres, el mexicano alcanzó la postemporada una sola vez, mientras que en igual periodo su nuevo equipo, Boston, participó en cinco playoffs, ganando la Serie Mundial en dos ocasiones.

"Ésa (los playoffs) es una de las cosas más emocionantes para mí... Se me enchina la piel sabiendo de los grandes peloteros que se han puesto la camiseta de Boston, que han jugado en Fenway, y poder seguir los pasos de todos ellos", dice el mexicano de 28 años de edad, quien se une a la artillería de los Medias Rojas, que cuenta con elementos como Kevin Youkilis; el también recién firmado Carl Crawford; el MVP de la Liga Americana en 2008, Dustin Pedroia, y el dominicano David Ortiz.

De este último, Adrián comenta: "He oído que es una gran persona. Me voy a juntar mucho con él, me voy a llevar mucho con él. Es alguien que me va a poder enseñar mucho, porque él ha estado con ese equipo, ha estado en esa división".

¡BIENVENIDO A FENWAY!
Nunca ha bateado en ese estadio, en el legendario Fenway Park. Adrián ha estado ahí sólo una vez, cuando Boston lo presentó tras firmar una extensión de contrato por siete años y 154 millones de dólares, el más jugoso que cualquier deportista mexicano haya tenido anteriormente.

Sin embargo, Adrián está ansioso por disputar sus primeros duelos en casa ante los Yankees de Nueva York del 8 al 10 de abril, la tercera serie con Boston, que curiosamente enfrentarán a Texas en la serie inaugural, este último el primer club con el que jugó el mexicano.

Y qué significa para él medirse ante los Yankees. El día de su introducción al lado del gerente general de su nuevo club, Theo Epstein, y de John Henry, dueño del equipo, se comprometió a ser parte medular en la destrucción de los neoyorquinos: "Me entusiasma jugar con Boston. Estoy listo para ganarle a los Yankees. Desde niño he admirado a los Medias Rojas, y ahora tendré la posibilidad de luchar por el título de la Serie Mundial".

Sea como tercero, cuarto o quinto en el orden al bate de los Medias Rojas, Adrián va a estar bien protegido. Los lanzadores le van a tener que tirar, pero no como cuando jugaba en San Diego, donde muchas veces lo caminaban intencionalmente o le disfrazaban la base con lanzamientos al plato que no pasaban cerca de la zona de strike.

En 2010, Adrián recibió 35 pasaportes intencionales, la segunda mayor cifra en las Mayores, sólo tres menos que el dominicano y mejor bateador del juego Albert Pujols.

Además, las 93 bases por bolas totales que le concedieron fueron la quinta cifra más alta del juego, algo que seguramente ya no ocurrirá en Boston, porque ese lineup no le permite a los lanzadores rivales darse el lujo de embasar a nadie.

Esta nota es un extracto de un reportaje a publicarse en la edición de abril 2011 en Estados Unidos. Para suscribirte y leer el reportaje completo, haz click aquí.