BUENOS AIRES -- El delantero colombiano Teófilo Gutiérrez se vistió este jueves con los colores de Lanús y tuvo un aséptico contacto con sus nuevos jugadores.
A menos 24 horas de haberse sacado la ropa celeste y blanca de Racing, a las 10 de la mañana Teo llegó junto a su padre y un directivo de Lanús, y a los minutos se vistió con una remera sin manga color granate.
Fue el capitán Diego Valeri el que lo acompañó hasta la cancha de entrenamiento, y luego mantuvo un diálogo con el delantero Mariano Pavone, uno de los que hablaron y que dijo que ambos pueden "jugar juntos".
De la misma manera se pronunció el entrenador Gabriel Schurrer: "La posibilidad de que Teo y Pavone juguen juntos, sí está".
Schurrer aseguró que Gutiérrez fue bien recibido por el plantel.
Teo, tal cual habían acordado con la directiva de Lanús, hizo silencio. Se lo vio con gestos de buen ánimo, sonriente y levantando un pulgar ante las cámaras, pero no habló.
Solo hubo un comunicado de Teo en el que agradeció a Lanús, a Racing y a sus hinchas, y se disculpó por las formas al aludir que "desde hace un tiempo mis declaraciones toman trascendencia".
No hizo mención alguna a haber portado un arma de paintball, con la que habría amenazado a parte del plantel de Racing, que marcó el fin de su historia en el club de Avellaneda.
Ahora, tal cual admitió el presidente de Racing, Gastón Cogorno, espera que a Teo le vaya bien y llene de goles a los rivales de Lanús en la Copa Libertadores para levantar la cotización del colombiano, ya que la "Academia" es dueña del 20 por ciento del pase.
"Teo es patrimonio del club, lo mejor es que juegue bien y que se pueda hacer una tranferencia", reconoció Cogorno. Racing tuvo que resignar un préstamo sin cargo de Teo a Lanús, para "descomprimir" -según admitió Cogorno- la relación de Teo con el plantel, tras el vestuario candente del sábado pasado.
Teo en poco más de un año aprendió a ganarse enconos de los rivales por sus actitudes. Uno de ellos fue Agustín Marchesín, en un partido en cancha de Racing. El uruguayo Mario Regueiro había advertido que son los nuevos los que se tienen que "adaptar" a un grupo y no al revés.
Schurrer, un cultor del bajo perfil, estuvo en su salsa al considerar que de ser por él Teo no tiene por qué dar explicaciones.
"Entiendo que el jugador trata de sacar alguna ventaja en la cancha. Y para mi no corresponde que venga a pedir disculpas a Marchesín o a otro. Esa es mi opinión", sostuvo.