BUENOS AIRES -- Atrás había quedado la hora y 53 minutos de acción. Su derrota ante David Nalbandian, por 6-3, 2-6 y 6-3, también era historia. Pero aún quedaban coletazos. Poco después del paso del cordobés por la sala de conferencia de prensa, fue el turno de Carlos Berlocq. Y el muchacho de Chascomús, tras la eliminación, se soltó e hizo un pequeño descargo. Catarsis, quizá.
"Me voy con bronca. Me desconcentré en dos o tres puntos en el primer set y se me fue. Y cuando me pasa eso me pone mal. No me gusta perder mentalmente, y menos por desconcentración, porque trabajo mucho en ese aspecto", abrió el fuego Berlocq, quien luego fue un poco más profundo: "También me dio bronca por cómo se cerró el partido. Creo que fue injusta la decisión del árbitro. Todavía estoy dolido, porque uno trabaja mucho y que un árbitro no tenga sentido común o no tenga suficiente personalidad para tomar su decisión molesta".
¿Qué pasó? El propio Berlocq explica con sus palabras lo sucedido en el 5-3 del tercer set. "Quizá me equivoco, pero yo lo vi a David (Nalbandian) antes de sacar que estaba mirando al árbitro. Yo me demoré un poquito porque me vinieron unas gotas a la cara y pedí la toalla, porque no quería jugar con la cara mojada. Entonces yo me pregunto si lo estaba mirando porque yo no estaba preparado para devolver. Después la decisión la tomó el árbitro".
Y se extendió. "En ese tiempo David (Nalbandian) se paró y lo miró al árbitro, como pidiendo una explicación. Y él me puso warning. No me gustaron ningunas de las dos actitudes, tanto de David como de Carlos Bernardes, que es un árbitro de mucha experiencia. No sé con qué sentido lo miró al árbitro. Quizá ahí se sintió un poco presionado y me cobró la penalización. Quizá que no cambiaba el partido, porque tal vez perdía el punto y era lo mismo, pero iba a tener la chance de jugarlo".
Berlocq, además, hizo foco en la nueva reglamentación de la ATP -por la cual fue penalizado- que sanciona al que tarda más de 25 segundos entre punto y punto. "A uno le duele, porque trabaja mucho. Y quizás los que crearon esta regla no saben todo lo que uno se entrenó para esto, o la precisión que uno necesita para cada impacto. Me parece que los árbitros y la gente de la ATP no están tomando buenas decisiones, ya que no se ponen en el lugar del jugador", remarcó.
"Ya demasiadas presiones tenemos entre punto y punto, que no tenemos margen de pensar. O hay rallies de 20 ó 30 pelotas y sinceramente uno no se recupera. Y yo soy un jugador que me entreno muchísimo tiempo", se extendió.
Volviendo al caso puntual del tema en cuestión con Nalbandian, Berlocq agregó que "Uno no piensa en frenar el partido o tener más tiempo para descansar. Uno simplemente tiene un ritual. Yo tenía la cara y me quería sacar. No sé si fue la presión de David o fue lo decisión Bernardes. No le hecho la culpa a ninguna de las dos. David era lógico que quería sacar y Bernardes estaba cumpliendo su trabajo, pero te da bronca porque no hay sentido común".
Consultado sobre el saludo del final del partido, el tenista de Chascomús explicó que "fue frío, porque lo sentí así en ese momento. Tenía bronca por lo que sucedió. Igualmente me ganó bien. Creo que soy un buen perdedor. Un partido ganado más o menos no me cambia".