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Historias mínimas

BUENOS AIRES -- Como es habitual, en ESPNtenis.com repasamos las historias paralelas de la semana tenística. Detalles, curiosidades, frases destacadas y todo el color del circuito.

Quejas que no fueron escuchadas
Cualquiera pensaría que siete títulos son más que suficientes para hacer valer su voz. Más aún si la persona en cuestión es el N°1 del mundo y uno de los mejores jugadores de la historia sobre la superficie del torneo. Pero no. Rafael Nadal puso el grito en el cielo; y ni siquiera así hizo eco de sus reclamos.

Debut de Nadal. Lo programan para la jornada nocturna. Su partido ante Gilles Simon duró tres horas y 17 minutos, siendo el más largo del año al mejor de tres sets. Cumple con la rutina post partido y se dirige al hotel, a cenar. Las noticias no son buenas para el español: la cocina ya había cerrado. Afortunadamente, sacó un as de la manga y uno de sus restaurantes preferidos de Roma le envió comida. Problema resuelto, aunque sumando algo de enfado.

Segundo partido de Nadal, en octavos de final ante Mikhail Youzhny. ¿Horario? De día, finalmente. Pareció un guiño de los organizadores. Otra victoria en tres sets, extensa. Sin embargo la jornada no terminó bien para él. Al salir le informaron que su partido de cuartos de final, ante Andy Murray, se llevaría a cabo por la noche, nuevamente. El español no se guardó el malhumor y lo reflejó en conferencia de prensa.

"El director del torneo me dijo que solo jugaría de noche el primer día y en el tercero me ha vuelto a poner de noche, pero es lo que hay. Debo aceptarlo, no son las condiciones ideales para mí, pero voy a intentar hacerlo bien", afirmó el español, quien también terminaría jugando en el último turno en las semifinales ante Grigor Dimitrov, a raíz del cronograma del día anterior. Y también la final ante Djokovic.

En definitiva, al defensor del título le dijeron que iba a jugar uno; terminó jugando mucho más. Sólo jugó temprano su partido ante Youhzny. Sin dudas, un Nadal sin concesiones en el Foro Itálico. "No me gustaría decir que me siento perjudicado; no es lo ideal para mí, pero me ha tocado así este año". La revancha en 2015 será doble.

Sin enegía, e incómoda en pareja
Set y quiebre arriba. Todo marchaba bien para Camila Giorgi en Roma, más aún luego de su debut exitoso ante Dominika Cibulkova. Pero todo se le fue de las manos. "Comencé a cometer errores y perdí la cabeza", diría la italiana post derrota ante la estadounidense Christina McHale por 1-6, 6-3 y 6-1.

Sin embargo, más allá de sus fallas y de la desconcentración, hubo un tema de trasfondo: la jornada anterior. Giorgi había jugado ante la eslovaca y poco después le tocó salir a afrontar su partido de dobles junto a su compatriota Karin Knapp, invitadas por los organizadores del Foro Itálico. Un par de partidos en el día, mucho para ella.

"Jugué dos veces la noche anterior. No lo quiero volver a hacer; definitivamente no lo voy a volver a hacer. Me quita energía", remarcó Giorgi en conferencia de prensa en Roma, donde siguió con su explicación: "Los puntos en arcilla son más largos, incluso te hacen cambiar cosas en lo físico, pero yo no modifico mi juego". Y para el cierre, una declaración de principios: "El dobles es otro deporte, por lo menos para mí. Me gusta estar sola en la cancha".

La incomodidad de la italiana en jugar en dupla tiene un fiel reflejo en sus resultados. Apenas cuatro partido en el circuito; y cuatro derrotas. A las de Roma se le suman las caídas en Fed Cup 2014 ante República Checa, en el Abierto de Australia 2013 ante las hermanas Williams y en su debut en la disciplina en el ITF de Saint Denis 2008, donde recibió un doble 6-0. La historia no tuvo un buen inicio.

La clave del éxito de Errani
La italiana marcó un hito en Roma. Volvió a posicionar a una local en la final del Foro Itálico después de 28 años, una reseña que aún le faltaba en su historial para asegurarse la marca de ser la mejor tenista de su país de los últimos dos años. Todo, según ella, se lo debe a un elemento especial. Y le dará un merecido lugar con el título de un libro que publicará el 1° de julio y cuyas ganancias irán a caridad.

Errani, en un blog que actualizó durante el Abierto de Roma para el periódico La Gazzetta, comunicó que su obra se llamará "Excalibur". Nombre llamativo, sin dudas. Y Errani no quiso dar lugar a especulaciones y explicó el por qué. "Es la historia de dos años, 2012 y 2013, y la raqueta que ha cambiado mi vida", dijo la italiana, con una analogía sobre la mítica espada del Rey Arturo.

La "relación" de Errani con su raqueta, vale decir, sale de lo común. Hace dos temporadas la italiana, tras abonar la multa correspondiente, abandonó Wilson y pasó a jugar con el modelo Pure Drive de Babolat por decisión propia. "Es una pulgada más larga y es más pesada, por lo que mi bola lleva más peso y cuenta con un 20% más de potencia", decía la actual N°11 del mundo al respecto de la modificación.

Con el cambio de raqueta, Errani ganó cinco de sus siete títulos en singles (los otros dos fueron en 2008), hizo final de Roland Garros 2012 y Roma 2014 y además logró 14 coronas en dobles, incluidos sus cuatro Grand Slam (Abierto de Australia 2013 y 2014; Roland Garros 2012; y Abierto de Estados Unidos 2012). Bien jugado, Sara.

Doble golpe para Seppi
El paso de Andreas Seppi por el Abierto de Italia fue duro. El número dos de su país quería sobresalir ante su gente en su décima participación en Roma, pero lejos estuvo de concretar ese objetivo. Es que perdió en su debut por quinta vez, en un torneo en el que sólo se destacó en 2012 al llegar a cuartos de final. Y, para colmo, perdió en un clima de gran tensión, enojado con el juez de silla en una primera ronda que ya de antemano se sabía difícil, por tener enfrente al alemán Tommy Haas.

El dueño de casa vivió un olvidable séptimo game en el tercer set. Servía 3-3 y 30-40, cuando el umpire le cobró la segunda falta -la primera, cuando iban 2-2- por excederse del límite de tiempo para sacar. Eso provocó la bronca del hombre de Bolzano, que cometió un error en el primer servicio y terminó cediendo con una doble falta. Ya después no pudo ganar un solo juego más. "Jamás me habían marcado una infracción así en mi vida. Sólo estaba esperando porque los espectadores hacían mucho ruido… Esto es escandaloso", explicó minutos después, en conferencia de prensa.

Seppi terminó tirando la raqueta, molesto, totalmente fuera de sí. Es que vivió un último set increíble, ya que tuvo posibilidades de adelantarse 3-1, no lo concretó, y aquella nueva advertencia fue letal. Los fanáticos lo apoyaron, insultando al árbitro, pero ya la cabeza del local estaba en otra sintonía. "Esto da mucha bronca", dijo el jugador, en el marco de la peor tarea de conjunto de los hombres italianos en Roma desde 2000. Un debut con despedida especial. Borrón y cuenta nueva.