Travis Pastrana vive al límite. Recientemente saltó por su vida.
El miércoles 26 de septiembre, Pastrana se subió a un avión que lo llevó desde Davidsonville, MD a Arecibo, Puerto Rico, para realizar el truco con el que venía soñando hace más de un año. La mañana siguiente, cuatro miembros de su grupo se lanzaron con paracaídas de un Cessna de un solo motor de 12,500 pies de altura. Pastrana realizó el salto usando tan sólo anteojos de sol, medias y pantalones cortos de baño, sosteniendo una lata de Red Bull.
No llevaba paracaídas con él.
El salto fue el último de una serie de hazañas que la leyenda del motocross está filmando para su próximo video Thrillibillies, el quinto de la colección de Travis and the Nitro Circus series. A pesar de no ser la prueba más difícil de su vida, sin duda es la más impactante. En sus proezas anteriores, Pastrana tomó su vida en sus manos. Esta vez, puso su vida en manos de tres hombres que conocía hace menos de una semana.
Más conocido por haber aterrizado el primer doble backflip de Freestyle motocross en los X Games 2006, Pastrana tiene la reputación de desafiar los límites de lo posible. A comienzos de este año reveló dos hazañas que pensaba realizar antes de fin de año. La primera--duplicar su salto Bautismo de 1999 en el Gran Cañón en una moto, pero en conjunto con una muchacha--la realizó en marzo. La segunda--practicar caída libre sin un paracaídas--parecía más adecuada para un equipo de Hollywood. Luego, hace dos semanas, demostró que una estrella de deportes extremos de 24 años era más que suficiente para realizar la prueba. "A la mayoría de las personas les parece algo insólito", dijo en el mes de enero, "pero es posible".
¿Posible? Si. Pastrana no es la primera persona en practicar paracaidismo sin un paracaídas y sobrevivir. Pero posiblemente sea el menos experimentado, con tan sólo 100 saltos de experiencia y un rating de principiante a su cuenta. Por esa misma razón, tuvo problemas para encontrar cómplices. "Xtreme Divers en Puerto Rico fue el único sitio que consideró dejarnos hacerlo", dice Pastrana.
Aún en ese entonces, le tomó varios meses y varios llamados telefónicos antes de haber podido ubicar a los atletas experimentados en el tema Timmy McMaster, Scott "Plamber" Palmer y Bill Halsey--los hombres responsables de salvar su vida una vez que se lanzara del avión. "Tengo casi 7,000 saltos de experiencia, y no hay manera de que yo hubiera hecho lo que hizo el, pero crecí corriendo motocross, con lo cual cuando recibí el llamado para realizar una hazaña con Travis Pastrana dije, 'Cuéntenme'", dijo Halsey, un instructor en The Parachute Center en Lodi, California, que documentó la hazaña.
Antes de que los hombres accedieran a aceptar la tarea, querían asegurarse que Pastrana fuera lo suficientemente talentoso como para realizar el salto. Con lo que durante un receso de su cronograma de rally a mediados de septiembre, Pastrana invitó a los tres muchachos a su casa en Davidsonville. Luego viajaron a una zona de lanzamiento en Williamstown, NJ, para coreografear el salto. "De haber sentido que existía la más mínima posibilidad de que muriera, le hubiera dicho que busque a otra persona", dice Halsey. "No quería tener muchachos llorando persiguiéndome al unísono de 'Mataste a Travis Pastrana'. No hubiera podido vivir con eso". Para el tercer salto de práctica (Pastrana utilizó un paracaídas para todos excepto para el último salto en Puerto Rico), los hombres quedaron convencidos de que la hazaña podía ser realizada sin el más mínimo riesgo.
"Es bueno en todo lo que hace", dijo Palmer, quien tuvo la mayor responsabilidad de los tres. Una vez que Pastrana saltó, dio un par de vueltas y se quedó boca abajo, McMaster lo "aterrizó" tomando control de sus manos. Palmer entonces voló hasta donde estaba Pastrana, se subió a sus espaldas y enganchó su propio paracaídas a un arnés que colgaba de Pastrana (colgaba de sus pantalones), para el aterrizaje. "Justo antes de saltar tuve un momento. Pensé en dos segundos, voy a ser su última oportunidad de salvación. Todo depende de mi", dijo Palmer. "Luego lo miré a Travis. He visto mucha gente saltar, y he visto mucho miedo. Y aquí no había nada de eso". Entonces, uno por uno fueron saltando.
"Confiaba 100 por ciento en ellos", dijo Pastrana. "Fue muy divertido".
¿Qué es lo que sigue? "Ya estamos planeando la próxima hazaña", dijo Palmer. "Va a pensar en algo para superar esta prueba. Tiene una mente brillante".