Sudáfrica e Inglaterra protagonizaron un partidazo con mucha intensidad en Twickenham por la ventana de noviembre y finalmente fue victoria por 29-20 de los Springboks, que supieron puntuar en los momentos justos y responder cada vez que su rival accionó. Reviví el partido en Disney+.
Todo el primer tiempo se desarrolló bajó un muy entretenido ritmo en el que se desató un ida y vuelta constante con ambos equipos buscando el protagonismo a través de la presión en la salida contraria, conectar con toques cortos, lanzar kicks al fondo, disputar el contacto y buscar contraataques tras recuperar la pelota.
Con todos estos condimentos presentes, en las dos defensas se generaron muchos espacios que ninguno de los dos seleccionados desaprovechó. Quien primero pegó fue la Rosa a través de un tempranero try de Ollie Sleightholme, aunque la respuesta sudafricana no demoró en llegar de la mano de Grant Williams.
A los pocos minutos, con un penal de Marcus Smith, el dueño de casa recuperó la ventaja en el marcador, pero como la intensidad nunca cesó, otra vez los hombres de Rassie Erasmus reaccionaron al instante con una conquista de Pieter-Steph du Toit, para además dar vuelta la historia. Después, a los cinco minutos, Cheslin Kolbe también se zambulló en el ingoal inglés para estirar la victoria parcial.
Así, llegada la mitad de la primera parte, y tras un nuevo try de la Rosa, ahora de Sam Underhill para ponerse a tiro del empate, ambos equipos regularon un poco el ritmo para tratar de tomar el control del juego desde otro lugar, y quienes salieron fortalecidos de esto fueron los Springboks, que con superiordiad en el contacto y el scrum pudieron neutralizar el ataque contrario para irse al descanso ganando por 19-17.
En el complemento, de entrada Sudáfrica continuó con el asedio que había conseguido generar en el último tramo del primer tiempo gracias a su poderío físico y la explosión de sus backs, aunque no fue capaz de volcarlo en el score. Así, poco a poco los hombres de Steve Borthwick fueron contrarrestando esta postura con justamente los mismos argumentos. En ese sentido, todo el partido fue sumamente igualado.
De cualquier forma, a la Rosa también le resultó imposible abatir a la defensa rival, y únicamente pudo sumar con otro penal de Smith para volver a tomar la ventaja, pero esta le duró poco, porque Handre Pollard no demoró en, también con una patada, poner nuevamente a su equipo por encima en el resultado.
A partir de ese momento, y llegados a los últimos 20 minutos de juego, finalmente el ritmo tuvo un bajón considerable, lo que derivó en una disputa mucho más física y corporal. Aquí, los Springboks se vieron fortalecidos gracias a la contundencia que tanto los caracteriza, lo cual se combinó con el dinamismo de sus backs, y bajo esta fórmula, Cheslin Kolbe selló su doblete.
Pasó el tiempo, el juego cada vez se trabó más y la disputa en el contacto cada vez fue más fuerte. De esta manera, Gerhard Steenekamp se fue amonestado en la visita a 10 minutos del final, con lo que Inglaterra controló el desarrollo como nunca antes pudo en campo contrario.
Sin embargo, pese a verse por momentos demasiados sometidos, los actuales bicampeones del mundo doblegaron esfuerzos en defensa, y con un hombre menos, aguantaron bien posicionados lejos de su ingoal y fueron impenetrables hasta el cierre del encuentro para llevarse un triunfazo de Twickenham.