Increíble pero real. Una vez más, no pudo cerrar un Major como quería. Serena Williams volvió a sufrir la maldición del 24° título de Grand Slam que le sigue siendo esquivo y no puede empatar el récord histórico en poder de Margaret Court. En esta ocasión, la estadounidense cayó ante Naomi Osaka en semifinal del Abierto de Australia.
La menor de las famosas hermanas Williams cayó ante Osaka por 6-3 y 6-4 y de esa manera vio nuevamente frustrado su gran sueño de igualar la marca tope de copas en los grandes torneos de tenis, que sigue ostentando la retirada australiana, con 24.
El sábado, la japonesa definirá el certamen en Melbourne Park contra la estadounidense Jennifer Brady, quien arribó a su primera final de Grand Slam tras vencer a la checa Karolina Muchova por 6-4, 3-6 y 6-4, en un partido cambiante y con dudas de la ganadora en el game decisivo.
Serena, con su éxito en cuartos de final en Melbourne, había igualado al suizo Roger Federer con 362 triunfos individuales en los Grand Slam y no pudo entonces en Australia superarlo y llegar a la cifra récord de 363. Y otro objetivo que quedó en el camino, al menos por ahora, fue el de igualar a la también estadounidense Chris Evert con la marca máxima de finales en los Grand Slam, de 34.
En el Abierto de Australia 2017, hace cuatro años, Serena Williams logró su último Grand Slam. Esa vez, consiguió su tan esperado 23° Major y así pasó a la alemana Steffi Graf, quien se adjudicó 22. Allí su sueño del famoso 24° quedó muy cerca, pero la historia fue cambiando.
La menor de las Williams fue mamá, volvió al circuito y en estos cuatro años jugó 11 Grand Slam, llegó a cuatro finales y las perdió todas. Ahora, en Melbourne, venía en gran nivel, pero nuevamente Osaka, quien lidera el duelo personal por 3-1, le impidió dar un paso clave hacia la meta tan especial.
En 1999, en el US Open, Serena obtuvo el primero de sus 23 Grand Slam. Ella logró los cuatro y en dos oportunidades obtuvo los cuatro seguidos, pero no en la misma temporada. En 2002 se impuso en fila en Roland Garros, Wimbledon y el US Open y los unió con Australia en 2003. La misma racha consiguió al ganar el US Open 2014 y acto seguido triunfar en 2015 en Australia, Roland Garros y Wimbledon.
Ya lo dijo ella misma, que se pone mucha presión por poder alcanzar el récord. Lo seguirá intentando, fiel a su estirpe ganadora y luchadora, con más rivales de cuidado y una de las claves pasará por su estado físico.