El vicepresidente ejecutivo de los New Orleans Pelicans, David Griffin, detalló los desafíos de sus tres temporadas trabajando con LeBron James como gerente general de los Cleveland Cavaliers, diciendo que la experiencia fue "miserable" y cuestionó el instinto ganador de James en Los Angeles.
Griffin dijo a Sports Illustrated para una historia publicada el jueves que el desafío anual de construir un contendiente por el título alrededor de James era demasiado estresante, incluso si eso resultó en una carrera ganadora del campeonato en 2016.
"Todo lo que hicimos fue tan inorgánico e insostenible y, francamente, nada divertido. Fui miserable", dijo Griffin.
"Literalmente, en el momento en que ganamos el campeonato, supe que me iría. No había forma de que me quedara por ninguna cantidad de dinero".
Ganar un título en su estado natal también ha afectado la mentalidad de James en la cancha, dijo Griffin, preguntándose si el ahora Laker está más preocupado con otras prioridades. "No había mucho más para él", dijo Griffin. "Ya no creo que sea el mismo animal de ganar y ganar".
Griffin le dijo a Sports Illustrated que lloró en privado la noche en que los Cavaliers ganaron el título, diciendo que estaba tan obsesionado con ganar que "ya no amaba el juego".
"La razón es que LeBron está obteniendo todo el crédito y ninguna culpa. Y eso no es divertido para la gente", dijo Griffin sobre el desafío de trabajar y jugar con James. "No les gusta ser parte de ese mundo".
Griffin finalmente se separó de los Cavaliers en junio de 2017, con su contrato expirando a fines de ese mes.
Él fue contratado por los Pelicans en abril y ha reelaborado rápidamente la lista después de perder a Anthony Davis al construir alrededor de la selección general número 1, Zion Williamson. Y Griffin dijo que continuará agregando piezas si la postemporada está al alcance esta campaña.
"La gente va a decir: '¿Qué demonios están haciendo?'", dijo. "¡Estamos tratando de ganar juegos de baloncesto!"