Red Sox y Yankees se miden en el segundo asalto del año con momentos muy contrastantes, pero con la misma rivalidad de siempre.
Los Boston Red Sox visitan a los New York Yankees este fin de semana para el segundo asalto del año en la gran rivalidad de la Liga Americana y las condiciones actuales son extremadamente diferentes a las del primer encuentro, hace tres semanas en el Fenway Park.
Mientras los Red Sox han ganado cuatro juegos consecutivos y tienen foja de 12-4 en sus últimos 16 compromisos, los Yankees vienen de ser barridos en casa por los Cincinnati Reds y han perdido 13 de 17 para ceder el primer lugar de la División Este a los Baltimore Orioles.
Cuando arrancó la primera serie del 2024 entre las bestias del este, Nueva York tenía la mejor marca de Grandes Ligas (MLB) con 49-22, 2.5 juegos sobre Baltimore (45-23) y 13 por encima de Boston (35-34), que estaba a dos cotejos del tercer puesto comodín del joven circuito.
Hoy, sin embargo, Baltimore (55-32) aventaja por dos juegos a Nueva York (47-39), que tiene a Boston (47-39) a 5.5 de distancia en la batalla por el segundo lugar de la división y la primera plaza Wild Card. Boston llega a la Gran Manzana con medio juego de ventaja sobre los Kansas City Royals (48-41) en el último cupo que conduce a los playoffs.
El mejor momento de los Red Sox y el peor tramo de los Yankees, en la temporada del 2024, iniciaron simultáneamente en el mismo lugar y al mismo tiempo: En el segundo juego de la primera serie entre ambos, en La Atenas de América.
Los Yankees iniciaron las hostilidades ganando 8-1 el viernes 14 de junio, apoyándose en el ruidoso regreso a Beantown del jardinero mexicoamericano Alex Verdugo, quien fue cambiado por Boston a Nueva York en el invierno anterior, en la que fue apenas la séptima transacción entre ellos desde 1972.
Verdugo bateó jonrón de dos carreras contra el dominicano Brayan Bello en su primer turno y terminó pegando otros dos hits y empujando cuatro carreras en el choque.
Pero la tropa del puertorriqueño Alex Cora se repuso y ganó los últimos dos cotejos de la serie (8-4 el sábado y 9-3 el domingo) a la novena de Aaron Boone, marcando lo que sería el tono por las siguientes tres semanas.
Mientras los Red Sox apenas perdieron una de sus últimas seis series, para sacar ocho juegos por encima de .500 por primera vez en la temporada, los Yankees han perdido seis series seguidas y siete de las últimas ocho. Durante esa racha, son últimos en efectividad (6.62) y diferencial de carreras (-38) y su staff de abridores es por mucho el peor de MLB con un promedio de carreras limpias de 7.76.
La barrida que recibieron los Yankees esta semana en casa ante Cincinnati Reds fue la primera de los Reds en cualquier lugar frente a Los Bombarderos en serie regular y apenas la segunda desde que ganaron 4-0 la Serie Mundial de 1976.
Para la serie del fin de semana, los lanzadores abridores de Boston serán Tanner Houck (7-6, 2.67), Josh Winckowski (2-1, 2.80) y Kutter Crawford (4-7, 3.47), en tanto que Nueva York dependerá del cubano Nestor Cortes (4-7, 3.51), Gerrit Cole (1-1, 6.23) y el novato dominicano Luis Gil (9-4, 3.41).
Los Yankees tendrán una magnífica oportunidad de sacudirse del bache y regresar al sendero del dominio, de lo contrario, los Red Sox echarán sal sobre la llaga, en ruta a seguir ascendiendo en el standing y, de paso, y no menos importante, poner en cuidados intensivos a su odiado rival.