LOS ÁNGELES – Steve Pearce produjo cuatro carreras, incluidas tres en el noveno episodio, para sentenciar por completo la fortuna de sus Medias Rojas de Boston en el noveno inning frente a Dodgers de Los Ángeles para convertirse en el héroe del Juego 4 y quizá de toda la Serie Mundial.
Pearce llegó a batear cuando el resultado ya estaba a favor de los Medias Rojas en esa fatídica última entrada para los aficionados del Dodger Stadium, después de Brock Holt, con producción de Rafael Devers, habían anotado la del desempate momentáneo.
Los relevistas de Los Ángeles ya estaban en un caos total, muy probablemente provocados incluso por su manager Dave Roberts.
Y puso el último clavo en el ataúd del cuarto juego del Clásico con su doblete que encontró enfrente a Devers, Mookie Betts y Andrew Benintendi, en lo que ya era un festín ofensivo para Boston en el que el propio Pearce después marcó la novena carrera con sencillo de Xander Bogaerts.
Pearce antes, en el octavo episodio, había metido el solitario cuadrangular para empatar 4-4 el juego que en algún momento estuvo 4-0 a favor de los Dodgers.
Ahora será cuestión de ver el domingo si los Dodgers pueden recuperarse de tal golpe psicológico de una derrota 9-6, en un partido en el que tuvieron ventaja de cuatro carreras y en el que vieron otra vez algunas decisiones que su manager Dave Roberts tendrá que explicar, sobre todo en el manejo del bullpen, después de que el abridor Rich Hill había lanzado una joya de seis entradas y un tercio con pelota de un hit.