En el primer partido de un equipo mexicano, en Mexicali como sede por primera vez, se dio un raro duelo de dos abridores
Mexicali vuelve a vivir una Serie del Caribe, después de que en su debut como sede el primer partido del representativo mexicano en su estadio resultó histórico el lunes 2 de febrero de 2009, cuando Venados de Mazatlán enfrentó a Leones de Ponce.
México saltó al terreno de juego del entonces llamado Casas Geo como equipo local para enfrentar a Puerto Rico, con el duelo de pitcheo entre el boricua Giancarlo Alvarado y el mexicano Walter Silva.
Y tanto Alvarado como Silva no defraudaron a los 17,000 aficionados que llenaron el estadio esa noche, ya que escenificaron el único duelo que se ha dado al menos en los últimos 35 años en que dos lanzadores suman mínimo 10 ponches cada uno en un mismo partido.
Actualmente es tan raro acumular 10 ponches en un partido de Serie del Caribe, que solo otros tres pitchers han llegado a dicha cifra desde 2000, y solo uno ha repetido la hazaña y lo hizo en la misma serie. De 1990, a la fecha logramos rescatar otros tres más.
Al revisar estadísticas de más atrás, en los años 80s encontramos que en 1987 en días seguidos dos lanzadores acumularon al menos 10 ponches en un partido y entre 1976 y 1986 solo dos pitchers alcanzaron la cifra en juegos.
La noche del “mágico” juego entre Alvarado y Silva, ambos terminaron con 11 ponches, el primero en trabajo de cinco entradas dos tercios y el segundo en siete episodios. Silva se llevó la victoria por 3-2 y Alvarado se fue sin decisión.
Alvarado se convirtió ese día en el único pitcher desde 2000 en sacar los primeros seis outs de un partido por la vía del ponche, pero no consecutivos, al permitir que dos bateadores se le embasaran con golpe e imparable --el récord en un juego es de ocho outs no consecutivos por la vía del ponche y pertenece a José Núñez desde 1988.
En el primer inning ponchó a Jon Weber, Roberto Saucedo y Rubén Rivera --Al segundo bate Christian Quintero lo golpeó y Adrián González le pegó hit productor. En el segundo episodio, ligó tres sobre Freddy Sandoval, Edgar González y Miguel Ojeda.
En la tercera entrada se fue en blanco, pero en la cuarta sacó los tres outs no seguidos ponchando a Saucedo, Rivera y Edgar González. En la quinta sumó el décimo ante Quintero y cerró en la sexta con otro a Rivera.
Sólo Adrián González en tres turnos y Héber Gómez en dos, se fueron sin “chocolate”.
Silva inició con dos en el primer capítulo ante Andy González y Jorge Padilla, uno en el segundo contra Raúl González, otro en el tercero frente a Carlos Rivera y en el cuarto sumó dos seguidos contra Raúl Casanova y Raúl González.
En la quinta entrada sumó el séptimo ante Elieser Marrero, siguió en la sexta con dos más frente a Rivera y Padilla y en la séptima alcanzó el décimo contra Casanova y el 11 ante Fernando Cortez, quien fue el último bateador que enfrentó.
También dos jugadores de Puerto Rico se salvaron de llevarse “chocolates”, Jesús Feliciano y Luis Figueroa.
La actuación de Silva lo llevó a firmar un contrato con San Diego Padres para debutar en Grandes Ligas en 2009 y hacer historia como el pitcher abridor rival de los New York Mets en la inauguración de su nuevo parque, el Citi Field el 8 de abril.
Los tres lanzadores en sumar 10 ponches en un partido desde 2000, son los dominicanos Miguel Batista en 2001 con 10 en siete episodios y José Acevedo con 12 en siete entradas. El otro fue el mexicano Francisco Campos, con 10 y 13 en dos partidos que lanzó ocho entradas en cada uno en 2005.
En los 90s, lo hicieron Doug Linton con 11 en nueve entradas en 1990, el venezolano Wilson Álvarez con 12 en nueve entradas en 1992 y el boricua Julio Valera con 11 en siete innings.
Los que lo hicieron en días seguidos en 1987, el mexicano Jesús Ríos con 11 en nueve entradas el 5 de febrero y Alan Fowlkes con 12 en 9 entradas el día 6.