Dave Martínez se olvidó del juego pequeño y los Houston Astros tomaron una peligrosa bocanada de oxígeno, al llevarse por 4-1 el tercer juego de la Serie Mundial.
Hubo una situación que pudo haber cambiado la decoración del juego a favor de los Washington Nationals, pero Martínez prefirió jugar al batazo y le dio vida a Zack Greinke, el abridor de los Astros que estuvo sentado sobre el cráter de un volcán durante las cuatro entradas y dos tercios que trabajó.
Con la pizarra 1-0 favorable a Houston, el venezolano Asdrúbal Cabrera y Ryan Zimmerman abrieron el segundo episodio con cañonazos consecutivos ante Greinke.
Con el receptor Kurt Suzuki en turno, la jugada que parecía indicada era el toque de bola de sacrificio, para poner en posición anotadora las potenciales carreras del empate y la ventaja.
Pero en ningún momento Suzuki hizo el más mínimo ademán de sacrificio, tal vez porque el manager creyó que todos los días son de fiesta.
Es cierto que apenas era el segundo inning, pero lo que dejas de hacer al principio te cuesta al final.
Además, estamos hablando de la Serie Mundial, donde hay que aprovechar cada detalle que te permita el rival.
El enmascarado había disparado jonrón ante Justin Verlander en el segundo juego de la serie, para romper un empate a dos carreras en ese momento, pero las probabilidades de que lo volviera a ser eran escasas, tratándose de un bateador que promedia apenas diez bambinazos por año, 131 en 13 campañas.
¿Resultado? Suzuki se ponchó sin tirarle y el siguiente bateador, el novato dominicano Victor Robles, bateó roletazo que sirvió para doble matanza que puso punto final a un inning que lucía grande.
¿Qué hubiera pasado de haberse sacrificado Suzuki? Eso nadie lo sabe, pero cuando se hacen mal las cosas, por lo general salen mal.
De todos modos, crédito al cuerpo de lanzadores de los Astros, que supieron sofocar cuanta amenaza montaron los Nacionales, cuyos bateadores fueron incapaces de producir esta vez a la hora buena.
Dice un axioma beisbolero que al que no hace, le hacen. Las cosas le empezaron a salir bien a los Astros, después de haber sido silenciados en su casa, mientras que Washington parece haberse gastado todo en el juego anterior, cuando fabricaron 12 carreras.
Con este resultado, Houston evita la barrida y todos los amantes del béisbol nos aseguramos tener espectáculo al menos hasta el domingo.