LOS ÁNGELES -- Luego de una abominable pasarela ficticia, cortesía de la rumorología, por la cual desfilaron no menos de 13 nombres de entrenadores, producto de la ansiedad seudoperiodística, América apuesta por lo estrambótico, por lo aparatoso: elige a Santiago Solari como entrenador.
El Nido de Coapa lo anuncia en sus redes sociales: “EL SOL sale en Coapa”, escribió. Irónico que este Solari llegue, inevitablemente, a eclipsar aún más al América.
¿Por qué Solari? En un país donde se denigra a La Malinche, todos buscan su Hernán Cortés. América eligió el suyo, de lo más baratito, por cierto. Hubo un error de cálculo o un acierto de estrategia, pero haberlo anunciado el lunes, habría encajado perfectamente con el onomástico: Santos Inocentes de El Nido.
El nuevo técnico argentino del América ha vivido del futbol mexicano. Eso no significa que conozca al futbol mexicano. Su tutor deportivo El Indio Solari, dirigió al Atlas, y el mismo Santiago cobró por no jugar en el Atlante.
Su arrogancia en el paraíso quintanarroense rebasaba hasta al más excéntrico y millonario turista de Cancún. El falaz Cortés en calzoncillos encontró en el Atlante la versión apócrifa y casquivana de La Malinche.
Regresa a México como entrenador. Sabe el botín que le espera. Un salario, un glamour y una oportunidad que, entre las cuatro paredes del reclusorio de Florentino Pérez, jamás habría imaginado.
El americanismo se ilusiona. ¡Dirigió al Real Madrid tras la salida de Julen Lopetegui! Sí, en una emergente y urgente etapa de transición y recambio, como la que hoy parece estremecer al América, justamente en un impasse entre la crisis y el colapso. 22 victorias, dos empates y ocho derrotas. Y también dirigió al Castilla. Vaya, se reencontrará con ese diamante muy, pero muy en bruto, que dicen es el paraguayo Sergio Díaz.
En 2018, con Solari, el Real Madrid ligó tres victorias y, en medio de esa crisis, hubo carnaval. Los bobalicones merengues veían una nueva versión de Zinedine Zidane. ¿A quién le ganó? ¡A puro trabuco! Imagínese: el Melilla (Copa del Rey), el Valladolid (La Liga) y el Viktoria Pilsen (Champions).
Él mismo se encargaría de incendiar la Casa Blanca. Meloso al principio, zalamero en el trato, terminó por incriminar a los jugadores de los resultados. Súbitamente, Toni Kroos, Marcelo, Karim Benzema, Gareth Bale, Marco Asensio, Isco y Casemiro pasaron de estrellas a inútiles. Y el pésimo gesto de Florentino contra Keylor Navas se originó a partir de su divorcio con Solari.
La plantilla merengue lo identificó desde le principio. En la intimidad lo llamaban “el submarino de Florentino”. Un Caballo de Troya versión jamelgo.
¿Hace falta esa sangre negra en el mando del América? Tal vez es el antídoto contra esa caterva de aristócratas que se ha dedicado, con sus actitudes, a boicotear al equipo. Entre el hablar sedoso y el estallido procaz de Miguel Herrera no alcanzaron para meter en cintura a varios de esos jugadores.
Se atribuye al español Raúl Herrera, director de fuerzas básicas en El Nido, la recomendación sobre Solari. El ex responsable de fuerzas básicas del Villarreal asegura que el argentino tiene la personalidad y, supuestamente, los conocimientos de futbol para sacar al zozobrante navío americanista, humillado al cierre del año por partida doble: lo eliminó Chivas en Cuartos de Final, y lo excluyó en la Concachampions el LAFC.
Es probable que el mismo Raúl Herrera se agregue al cuerpo técnico como hombre de confianza directo de Solari, especialmente para marginar los vestigios de Miguel Herrera en El Nido de Coapa, y especialmente para que le actualice sobre la crítica realidad del americanismo. Santiago Baños sabe que sus horas están contadas.
Quede claro: la culpa no es del Indiecito Solari, sino de quien se lo hace compadre. América se acercó a buscarlo y entre las cuatro paredes del feudo de Florentino Pérez no llegarían de ningún lado esos más de tres millones de dólares por cada año de contrato. ¿Lo buscó alguien antes? En España y en Argentina, nadie. Pero, hace años se habló de que el Atlante, con el que jugó poco y cobró mucho, quería reclutarlo.
Se viene pues, una inevitable tormenta en El Nido. Si a aquel grupo de jugadores madridistas lo ninguneó, ¿tendrá idea Solari de lo que le espera en el América? No solamente necesitará una muñeca de hierro, sino mucho talento como entrenador, para hacer competitivo a un plantel de medio pelo.
Si fracasa, el cuantioso finiquito podrá consolarle, porque, además, recibe a un equipo que llega de vacaciones, con los excesos de las fiestas de Fin de Año, sin refuerzos, con bajas, y con incertidumbre sobre varios jugadores que fueron un desastre el torneo anterior.
Y el golpe de realidad le llegará pronto. El América debuta en once días, en el Guard1anes 2021, ante el San Luis, filial bastarda del Atlético de Madrid, y resulta ser, entonces, mire usted, un clásico madridista de carambola y tercermundista: el Indiecito merengue contra el club legítimamente ilegítimo hermano de los Colchoneros.
Por lo pronto, la carga de responsabilidades ya la debe haber recibido Solari en su WhatsApp: vencer a Chivas, a Cruz Azul, a Pumas, y a otros 14 clubes de menor cuantía, que se regocijaron e hicieron mofa de ese doble ridículo americanista, uno en la Liguilla y otro en La Concachampions. Y claro: deberá meterse a la Liguilla y ser campeón. El bagaje normal, pues, que se le impone a cualquier técnico en turno en la picota azulcrema.
Cuestión de tiempo. Los creadores y promotores del #FueraPiojo ya pueden ir ensayando el #PerdónanosPiojo.