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Consejos para elegir zapatillas para empezar a correr

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Correr es una actividad física muy beneficiosa para la salud en general. Pero antes de salir a la calle o al parque, hay algo que debes tener en cuenta: el calzado que vas a usar. Elegir unas buenas zapatillas para correr es fundamental para evitar lesiones, mejorar tu rendimiento y disfrutar de la actividad. En este post te damos algunos consejos para que sepas cómo elegir las zapatillas para correr perfectas según tus necesidades.

Lo primero a tener en cuenta es tu género. Las mujeres suelen tener los pies ligeramente más estrechos y los tobillos más bajos que los hombres aunque la longitud de su pie sea la misma. Por eso, las zapatillas para correr femeninas suelen tener un diseño más ajustado y una horma más estrecha que las masculinas. Además, las mujeres suelen pesar menos que los hombres, lo que implica una menor amortiguación y una mayor flexibilidad en las zapatillas.

Luego, debes tener en cuenta tu peso corporal, ya que influye en la cantidad de impacto que recibe el pie al correr y, por tanto, en la necesidad de amortiguación de la zapatilla. Los runners con un peso elevado (más de 80 kg en hombres y más de 60 kg en mujeres) deberían optar por unas zapatillas con mayor soporte, estabilidad y amortiguación, mientras que los corredores con un peso liviano (menos de 80 kg en hombres y menos de 60 kg en mujeres) podrían elegir unas zapatillas más livianas y flexibles.

También es muy importante la forma de tu pie, ya que determina el tipo de pisada del corredor, es decir, cómo se apoya el pie en el suelo al correr. Existen tres tipos de pisada: neutra, pronadora y supinadora. La primera es la más común y se caracteriza por apoyar el talón y luego impulsarse con el centro del pie. La pisada pronadora se produce cuando el pie se inclina hacia adentro al apoyarse, lo que puede provocar sobrecarga en el tobillo y la rodilla. La pisada supinadora se da cuando el pie se inclina hacia afuera al apoyarse, lo que puede causar problemas en el talón y el tobillo. Para saber qué tipo de pisada tienes, puedes hacer un estudio biomecánico o fijarte en el desgaste de tus zapatillas anteriores. Según tu tipo de pisada, deberás elegir unas zapatillas con más o menos estabilidad, soporte y corrección.

De la misma forma, también es importante la distancia y velocidad de carrera. No es lo mismo correr 5 kilómetros tres veces por semana que prepararse para un maratón o hacer series rápidas en pista. Según la distancia y la velocidad a la que vayas a correr, necesitarás unas zapatillas con más o menos amortiguación, ligereza o agarre. Por ejemplo, para distancias cortas y rápidas puedes optar por unas zapatillas voladoras o mixtas, que son livianas y reactivas, mientras que para distancias largas y moderadas puedes elegir unas zapatillas de entrenamiento o competición, que son más amortiguadas y estables.

Por último, pero no menos importante, está la sensación al correr con unas determinadas zapatillas. Aunque hay muchos aspectos técnicos y objetivos que pueden ayudarte a elegir unas buenas zapatillas para correr, al final lo que cuenta es cómo te sientes al usarlas. Por eso, es recomendable probar varias opciones antes de decidirse por una y hacerlo en condiciones similares a las que vas a correr (superficie, distancia, ritmo...). Así podrás comprobar si las zapatillas te resultan cómodas, si te sujetan bien el pie, si te permiten moverte con naturalidad y si te transmiten confianza y seguridad.

Y vos, ¿tenías en cuenta estos datos a la hora de elegir tus zapatillas?