Ayer hicimos una rápida introducción sobre qué es la proteína de suero de leche, o whey protein como popularmente se la conoce. Hoy veremos los diferentes productos que se consiguen a partir de distintos procesos de fabricación. Básicamente podemos encontrar tres tipos de suplementos de whey: concentrados, aislados o isolados, e hidrolizados. Algunos de los suplementos llevan mezclas de estos tres, pues como veremos a continuación, cada uno presenta sus ventajas y sus inconvenientes.
Comencemos por los más básicos y también económicos, que son los concentrados de proteína de suero. Estos productos tienen un porcentaje de proteínas que varía del 70 al 80% dependiendo del fabricante. Normalmente se obtienen a partir de procesos en frío de ultrafiltración, en los que se eliminan parte de las moléculas de grasa y lactosa, aunque no todas. Entre sus ventajas podemos citar a que son los más baratos y son una excelente fuente de proteínas. El proceso de fabricación sin altas temperaturas ni procesamiento químico es muy respetuoso con las fracciones biológicamente activas del suero, por lo que también tiene las ventajas biológicas que aportan estas moléculas. Entre las desventajas hay que mencionar que en el proceso de fabricación no se consigue eliminar toda la lactosa ni la grasa, por lo que las personas que no toleran bien este carbohidrato pueden sentir molestias digestivas como gases o hinchazón al ingerir este suplemento.
El segundo tipo de whey protein es el aislado, o isolado. Es la forma más pura y con mayor porcentaje de proteínas del mercado. En los procesos de fabricación se consigue eliminar prácticamente toda la grasa y la lactosa del suero, quedando un producto con un 90-96% de proteínas. Hay varios tipos de productos de aislado de proteína de suero, dependiendo de cuál ha sido el proceso de fabricación. Entre ellos está el intercambio iónico, que permite obtener un producto proteico de mucha pureza, con un alto porcentaje de aminoácidos ramificados y cantidades muy bajas de grasa y lactosa. Pero el proceso de fabricación es muy agresivo ya que se utilizan altas temperaturas y ácidos que desnaturalizan las fracciones activas de la proteína de suero, de forma que tenemos un producto muy alto en proteínas, de excelente calidad, pero que carece de las ventajas de las fracciones biológicamente activas.
Además, este producto es más caro que el concentrado de proteína y puede ser adecuado para aquellas personas intolerantes a la lactosa. Asimismo, otro proceso es el del whey protein aislado por microfiltración de doble flujo cruzado, que son hoy en día los productos de mayor calidad del mercado. Consiguen una elevada pureza (90-94% de proteínas), con muy bajos porcentajes de grasa y lactosa, y con la ventaja de que el proceso de aislamiento es muy respetuoso con las proteínas, ya que no se utilizan ni altas temperaturas ni químicos. Se trata de un proceso mecánico en el que se hace pasar el suero por varios filtros cerámicos que van dejando atrás las fracciones del suero no deseadas, como la grasa y la lactosa, pero que mantiene intactas las propiedades biológicas de las subfracciones de proteínas. La desventaja es que este proceso eleva mucho el costo del producto final.
Finalmente tenemos al tercer tipo de proteína de suero, que es la hidrolizada. Son productos en los que sus proteínas una vez concentradas o aisladas son fraccionadas en partes más pequeñas (péptidos) de diferente tamaño. Presentan la ventaja de que como las proteínas ya están parcialmente “desarmadas”, se absorben muy rápidamente y no causan problemas digestivos. Los hidrolizados de proteínas pueden resultar útiles en determinadas condiciones como personas con problemas para digerir las proteínas, niños prematuros, enfermos de cáncer, enfermedad de crohn, etc., pero en deportistas no hay evidencia de que este tipo de proteína de suero sea más beneficiosa que las anteriores. Tienen la desventaja de que debido a este proceso de “predigestión” de las fracciones de proteínas, se desnaturalizan y por tanto no tienen actividad biológica. Además, suelen ser productos muy caros y tienen un sabor muy amargo.
¿Conocías estas diferencias?