1. JUAN SOTO NO SOLO es una súper estrella del béisbol de Grandes Ligas, es un pelotero que no le pesa la presión en los grandes momentos, así lo demostró en la postemporada de 2019 cuando con apenas 20 años se convirtió en una fortaleza para los Washington Nationals campeones de la Serie Mundial, y tiene unas agallas enormes para rechazar una oferta garantizada de $440 millones por 15 años de los Nats. Cualquiera pudiera pensar que es una locura no aceptar tamaña cantidad de dinero que garantizaría su vida y la de varias generaciones de su familia. Cuando escribo cualquiera, es simplemente un eufemismo, la mayoría de los mortales que estuviéramos en esa situación hubiéramos espetado un: "dónde hay que firmar".
2. PERO NOSTROS, los humildes mortales no tenemos el talento para jugar al béisbol del dominicano y tampoco contamos en la retaguardia con la sapiencia del agente Scott Boras, el hombre que se ha convertido en el terror de las finanzas de los equipos de MLB y conseguido varios de los contratos más lucrativos en la historia, no solo del béisbol, sino del deporte en general. Afirmar que Soto tiene agallas no es mera palabrería, una lesión -algo común en el deporte- podría sacarle de juego y 440 millones de papeles verdes perfectamente se convertirían en 30, 20 o nada. Quién sabe los obstáculos que nos pone la vida por delante. Soto no sería ni el primero, tampoco será el último, que no acepta una buena suma de dinero y luego se arrepiente. La diferencia entre Soto y el resto es que él es uno de los mejores cinco bateadores de todo el béisbol y apenas tiene 23 añitos. Cruzo los dedos para que no suceda nada y Soto sea el primer beisbolista en rebasar la cifra de los $500 millones, algo que "sí se puede", como diría el slogan de un político famoso, con Boras sentado en la mesa de negociación.