La primera evaluación de Mitchell Trubisky como quarterback titular en la NFL debe tener como base, principalmente, los intangibles de su actuación.
Más allá de la intercepción que sufrió y que eventualmente le costó el juego a los Chicago Bears, que cayeron 20-17 ante los Minnesota Vikings, Trubisky demostró que el coach John Fox no se equivocó al darle las riendas de su ataque.
El error al final del encuentro no fue resultado de los nervios por debutar en el Monday Night Football. Si acaso, el marco convenció a Trubisky de aprovechar la oportunidad al máximo y a su capacidad.
Lo que empezó con una ovación de la afición de los Bears cuando entró al campo por primera vez como titular en la NFL, concluyó para Trubisky en una intercepción que le dio el triunfo a Minnesota, pero no hubo abucheos.
El ímpetu con el que el novato jugó lo traicionó al final.
“Simplemente intenté hacer algo más sin considerar las circunstancias”, señaló Trubisky luego del partido.
Trubisky completó 12 de 25 pases para 128 yardas y un touchdown. No son estadísticas que impresionen, pero hay que tomar en cuenta que a su alrededor hay una notable falta de talento. Aparte del ala cerada Zach Miller, los receptores Kendall Wright, Deonte Thompson, Josh Bellamy y Markus Wheaton no provocan insomnio en las defensivas rivales y el corredor Jordan Howard está en su segundo e intenta establecerse como un respaldo confiable en el backfield de Chicago.
Ante esto, aunque fue evidente algo de ansiedad, Trubisky mostró calma y eso reforzó su rol como líder.
Si bien cometió errores de primer año como forzar su envío en la intercepción o no sentir la presión dentro de la bolsa de protección –algo que eventualmente aprenderá y a lo que reaccionará instintivamente— Trubisky contrarrestó su novatez con su capacidad de extender las acciones con su habilidad para correr.
Los Bears no lo dejarán solo y eso se notó con Howard como el señuelo en el ataque terrestre que, principalmente en el primer cuarto, robó la atención de la defensiva de los Vikings y así dio cierta tranquilidad a Trubisky para trabajar.
El desempeño del elenco ofensivo de Chicago debe mejorar rápidamente, pues los próximos retos para el quarterback son de altura, pues de los siguientes cinco partidos de los Bears, tres equipos (Baltimore, Carolina y Green Bay) tienen a sus defensivas contra el pase entre las 10 mejores de la NFL.
Días antes del juego ante Minnesota, Trubisky aseguró que estaba listo para el reto y lo demostró, pero, quizá el intangible más valioso que el novato pasador mostró fue que se divirtió.