PITTSBURGH -- En su primera conferencia de prensa formal desde que sufriera una trágica lesión de espalda a inicios de diciembre, el linebacker de los Pittsburgh Steelers, Ryan Shazier, describió jugar fútbol americano de nuevo como "mi sueño".
"Si [Dios] me da la oportunidad de volver a jugar, voy a salir y darle todo lo que tengo", dijo Shazier el miércoles, charlando con medios de Pittsburgh en el UPMC Rooney Sports Complex del club.
Shazier, cuya vigorosa recuperación ha servido como inspiración para aficionados y vestidores alrededor de la NFL, caminó al podio con la ayuda de un bastón. Su siguiente meta es deshacerse del bastón, dijo. Pasó los primeros minutos de la conferencia de prensa agradeciendo a amigos, familiares, compañeros y aficionados por su apoyo a lo largo de los últimos seis meses.
Un intento de tacleada frente a los Cincinnati Bengals en la Semana 13 dejó a Shazier sin movimiento en la superficie del Paul Brown Stadium y resultó en parálisis temporal. El 6 de diciembre, Shazier se sometió a una cirugía de estabilización de espina. Usó una silla de ruedas por meses antes de pasar a otro tratamiento fuera del hospital y una rutina para caminar, lo que mostró en el escenario del draft de la NFL a finales de abril.
Cuando se le preguntó por qué deseaba jugar de nuevo, Shazier citó un juego que ha amado desde que tenía 4 años de edad.
"Simplemente porque me lastimé no significa que no amo el juego de fútbol americano", dijo Shazier. "Si das lo mejor que tienes, se facilita cuando algo te sucede. Nunca miras atrás y te arrepientes de no haberlo hecho con suficiente fuerza. Me lastimé, y todavía voy a dar todo lo que tengo para volver".
Shazier agregó que un regreso al juego podría obligarle a jugar "un poco más cauteloso". En la jugada en cuestión, el casco de Shazier colisionó con la cadera del receptor abierto de los Bengals, Josh Malone. Las nuevas reglas de tacleo de la NFL requieren que jugadores saquen el casco de la jugada por completo.
Shazier reconoce que su deseo de jugar un deporte que lo ha dejado fuera tendrá sus escépticos. Pero Shazier solamente lidia en positivos, dijo, admitiendo que ha tenido pocos días malos desde la lesión. Recuerda haber preguntado a los médicos en el hospital al poco tiempo de la lesión, no si podría caminar de nuevo, sino si podría jugar la siguiente temporada.
"He leído algunos artículos, He visto algunas cosas, y la gente siempre piensa en el peor escenario", señaló Shazier. "Vas y ves de dónde vine y dónde pensó la gente que estaría ahora y dónde planeo estar, y realmente te hace apreciar todos los momentos. Cada paso que tomo, cada momento que estoy aquí con ustedes... Tomamos por sentado las cosas que ni siquiera sabes que estás tomando por sentado".
Recordando la noche de la lesión, Shazier admitió haber estado asustado por lo desconocido. Pero está en paz con el juego y su lugar en él. Shazier pasará la siguiente temporada en el rol que le pongan los coaches, posiblemente sirviendo como un coach de linebackers no oficial.
"Comprendo que el fútbol americano es un deporte peligroso, pueden suceder cosas", admitió Shazier. "Acepté ese momento. He aceptado lo que me sucedió y sigo empujando hacia adelante".