EDEN PRAIRIE -- El "Milagro de Minneapolis" estuvo a punto de no suceder, señaló a principios de esta semana el ex mariscal de campo de los Minnesota Vikings, Case Keenum, al revelar detalles sobre uno de los más grandes momentos en la historia reciente de la postemporada de la NFL.
Durante un evento para los dueños de boletos para toda la temporada de los Denver Broncos, Keenum reveló que tenía pensado lanzarle el balón a Adam Thielen pero, al realizar sus lecturas, Keenum vio que el receptor de Pro Bowl de los Vikings ya no era una opción.
En lugar de eso, su pase a Stefon Diggs en los segundos finales selló la victoria 29-24 sobre los New Orleans Saints y un boleto al Juego por el Campeonato de la NFC.
Keenum, quien firmó un contrato por dos años y 36 millones de dólares con Denver en marzo, permitió a los aficionados de los Broncos entrar en la mente de un mariscal de campo y ejecutar la jugada --llamada oficialmente "Gun Buffalo Right Key Left 7 Heaven"-- a través de una pizarra de demostración.
La "B" en "Buffalo" significaba una formación de grupo con tres receptores --Diggs, Kyle Rudolph y Jarius Wright-- a la derecha del mariscal de campo, mientras que Thielen se alineó a la izquierda de Keenum como receptor-X.
"Tenía más que su cuota de defensivos", indicó Keenum de la cobertura de los Saints sobre Thielen. "En realidad quería lanzarle a él pero estaba cubierto".
A la derecha de Keenum, Wright (el receptor-F) estaba en el punto de ataque, Rudolph tenía que ejecutar un rápido fuera mientras Diggs ejecutó la "seven heaven" (ruta a la esquina).
Sin tiempos fuera y 10 segundos en el reloj, Keenam terminó la reunión previa a la jugada diciéndoles a sus compañeros que les iba a dar una oportunidad. El mariscal de campo describió el nivel de fatiga a su alrededor debido a que Minnesota acababa de ejecutar la misma jugada momentos antes.
Todas las opciones de receptor de Keenum tenían la instrucción de salir del campo tan rápido como fuera posible. Tras conectarse con Diggs, Keenum describió la manera en que la tacleada fallida del profundo novato de los Saints, Marcus Williams, fue la razón por la que el receptor pudo encontrar una ruta libre hacia las diagonales.
"Sólo lo lancé a la banda", sentenció Keenum. "Recuerdo que perdí la visión de él detrás de mi guardia derecho y realmente no pude ver. Sabía que el balón salió de mi mano muy, muy bien. A veces sale bien, y esta vez salió fantástico, sabía que estaba justo donde quería ponerlo. Pero no podía ver dónde estaba Stefon. Y de pronto vi las manos de Stefon, sus guantes blancos, saliendo de la nada, y dije, 'Va a atrapar ese balón'. Y lo atrapó.
"Y les digo, he estado en algunos estadios ruidosos, pero... ellos se volvieron locos. Es decir, fue una locura. Fue lo más ruidoso que he escuchado. He estado en Seattle. He estado en Kansas City, donde establecieron el récord para el estadio al aire libre más ruidoso, pero fue ruidoso. Fue muy ruidoso".