BEREA -- La fecha límite para canjes en la NFL llegó y se fue. Es oficial: Trent Williams no va a atravesar esa puerta.
Si los Cleveland Browns van a levantarse de la lona, van a tener que hacerlo con lo que tienen. Con el punto de quiebre de la temporada del infierno a la puerta.
Con marca de 2-5, el margen de error se ha lanzado por la ventana, como tantos pañuelos rojos de desafío del head coach Freddie Kitchens. La voltereta debe llegar ahora para el equipo más decepcionante de la NFL, o no llegará nunca.
"Si no corregimos estos errores, vamos a ser el equipo de los 'si tan solo', del 'hubiera', todas esas cosas", dijo el receptor abierto de los Browns, Odell Beckham Jr. "Así que esa mier--- debe corregirse".
Es difícil creer que eso todavía no sucede en un equipo que alguna vez prometía tanto. El optimismo para la campaña más anticipada de los Browns en décadas se disipó rápidamente en la Semana 1, cuando Cleveland cometió 18 penalidades y tres entregas de balón mientras era apaleado, en su propio estadio, por los mediocres Tennessee Titans.
Dos meses más tarde, frente a los New England Patriots el pasado domingo, fue más de lo mismo. Los Browns, inconcebiblemente, entregaron el ovoide en tres jugadas ofensivas consecutivas. Fueron penalizados en 13 ocasiones más. Y pese a jugar bien por momentos, nunca se dieron a sí mismos una oportunidad en contra de los campeones defensores del Super Bowl.
"Sabemos exactamente lo que está mal", dijo el quarterback Baker Mayfield. "No es algo que estamos mirando como, 'Vaya, ¿por qué no ganamos?'. Sabemos exactamente por qué no ganamos. Conocemos el problema".
En este punto de la temporada, ¿se puede arreglar?
Los Browns son el equipo más penalizado de la NFL luego de siete encuentros desde el 2015, promediando 10 por partido. Si no fuera por los New York Giants, Cleveland estaría liderando a la NFL en entregas de balón, también.
"No podemos seguir haciendo las cosas que te hacen perder", dijo Kitchens. "Es muy evidente que eso es lo que nos hace perder. Son entregas de balón y castigos. Eso es todo, entregas de balón y castigos".
Aunque la línea ofensiva de Cleveland está necesitada urgentemente de una reconstrucción, la sola presencia de Williams no iba a curar esos males. Eso es probablemente una de las razones por las que el gerente general John Dorsey supuestamente se rehusó a pagar una selección de primera ronda --una que estaría en el Top-10, al momento-- en la mesa por el tackle ofensivo.
Seguro, Williams podría haber ayudado a los Browns, quienes cuentan con el guardia Justin McCray alineando como tackle izquierdo después de mandar a Greg Robinson a la banca la semana pasada. Pero Williams no hubiera podido salvar a un equipo tan aparentemente obsesionado con su propia destrucción, tampoco.
Aunque Dorsey debe ser el responsable por la colección de jugadores que ha compilado, la montaña de errores al final cae sobre Kitchens, quien ahora está luchando por su empleo, más allá de cuántas vueltas ha dado el carrusel de entrenadores en Cleveland.
Los Browns no perdieron el domingo porque Kitchens retó un par de decisiones que no tenían oportunidad de modificarse. Y no perdieron porque Kitchens inexplicablemente debió aceptar una demora de juego en cuarta y 11, porque su ofensiva no se percató que debía quedarse sobre el campo. Pero esos errores quedan descubiertos por todos los demás, los que siguen saliendo a la luz a pesar de la declaración semanal de Kitchens de que los Browns trabajan para eliminarlos.
"Vamos a hacer cosas que aceleren ese proceso, lo que hemos estado haciendo", dijo el lunes. "Todos entienden los problemas. Vamos a trabajar para arreglar esos problemas".
Los Browns podrían parecer desesperanzados ahora, pero no todo está perdido.
A la fecha, Cleveland ha jugado el segundo calendario más difícil de la NFL, algo que calladamente ha exagerado los problemas. El resto del camino, comenzado este fin de semana de visita en contra de un errático equipo de los Denver Broncos, los Browns tendrán el segundo calendario más sencillo, con solamente dos rivales por jugar con registros ganadores. Después de los Buffalo Bills y Baltimore Ravens, a quien Cleveland ya venció de visita, la oposición que le queda a los Browns posee una marca combinada de 10-41-1.
"Creo que todavía podemos darle la vuelta", dijo Mayfield. "No hay señalamientos ni nada de eso, no es el tipo de equipo que somos. Simplemente necesitamos ser más duros con nosotros mismos… asegurarnos de que todos están enfocados en cada jugada".
Cualquier cosa que sea menos que eso dejará a Cleveland afuera de playoffs, como el equipo del "si tan solo", que hubiera podido, pero que nunca arregló sus problemas.