Este buen equipo de fútbol americano cuando pierde, pierde terriblemente ¿por qué?
Los Green Bay Packers no pierden a menudo con Matt LaFleur a cargo, pero cuando lo hacen, a menudo es de manera espantosa.
LaFleur ha ganado 18 de 23 partidos, incluidos los playoffs, desde que asumió como entrenador en 2019.
Su primera derrota en la Semana 4 del año pasado, se dio en el último minuto antes de que los Philadelphia Eagles defendieran en la zona de anotación para preservar una victoria por siete puntos.
Las siguientes cuatro derrotas han seguido el mismo mapa.
La derrota del domingo, 38-10, como visitantes ante los Tampa Bay Buccaneers envió el mismo mensaje: cuando las cosas se vuelven locas, no hay nadie que las controle antes de que sea demasiado tarde. La derrota de por 28 puntos fue la segunda más amplia en el mandato de LaFleur –la primera se dio el pasado noviembre por 29 puntos contra los 49ers y que se produjo tres semanas después de otra por 15 puntos en Los Angels Chargers. Luego hubo una por 17 ante los Niners en el Juego de Campeonato de la NFC en enero.
“Tenemos que jugar mejor”, dijo el profundo de los Packers, Adrian Amos. “Tan simple como se oye, eso es lo que tenemos que hacer. Solo tenemos que jugar mejor. Tenemos que ejecutar mejor, tenemos que adaptarnos a lo que están haciendo bien y a lo que no estamos haciendo bien. Tenemos que mejorar con eso”.
El margen de victoria de LaFleur en 18 triunfos: 9.4 puntos. La media con LaFleur en cinco derrotas: 19.2.
Entonces, ¿por qué los Packers no parecen tener las cosas bajo control antes de que se salgan de control?
“Esa es una gran pregunta, porque tienes razón: los juegos que hemos perdido, creo que solo hubo un juego cerrado y ese fue en Philadelphia el año pasado”, dijo LaFleur el domingo en Tampa. “Y todos los demás partidos que hemos perdido han sido una paliza”.
Y LaFleur y su personal no pudieron evitar que eso sucediera. Perdían contra Chargers 9-0 en el medio tiempo y 19-3 después de tres cuartos. Iban 23-0 contra Niners en la primera mitad del primer encuentro y 27-0 en la primera mitad en el juego de postemporada.
Incluso cuando los Packers ganaban 10-0 contra Tom Brady y los Bucs, Aaron Rodgers sintió que algo andaba mal.
La energía no era alta en el grupo, las sustituciones llevaban tarde al campo, los jugadores no siempre estaban alineados correctamente, y todo eso impidió que Rodgers trabajara su magia previa al lanzamiento en la línea de golpeo.
“Simplemente creo que no nos estábamos moviendo a nuestro ritmo normal”, recordó Rodgers.
Luego todo fue dos lanzamientos de Roders: un pick-six (el tercero de su carrera) y otra intercepción dos lanzamientos más tarde que prepararon a Brady para otra anotación fácil. La defensiva de los Bucs presionó a Rodgers, y nadie en la ofensiva, que llevó a los Packers a un comienzo de 4-0, pudo contrastarlo.
Rodgers registró un índice de pasador de 35.4, el segundo más bajo en su carrera (en partidos en los que fue titular y no salió debido a lesión), quedando 2 de 7 para 10 yardas bajo presión. Los Packers tuvieron una pérdida neta de 24 yardas en los 12 dropbacks en los que Rodgers fue presionado. Perdieron al tackle izquierdo David Bakhtiari en la segunda mitad por lesión en el pecho, pero el partido ya estaba fuera de control.
Era una reminiscencia de las palizas de temporada regular que recibieron en San Francisco y en Los Ángeles el año pasado. Al igual que el partido de los 49ers, la derrota del domingo siguió a la semana de descanso de los Packers. Al igual que el juego de los Chargers, a Rodgers no le gustó cómo se manejó el equipo los días previos.
“Creo que necesitamos echar un buen vistazo a nuestros hábitos de práctica. Muchas veces hablamos de cómo la práctica y la preparación equivalen a la realidad del juego. Es algo de lo que Matt ha hablado desde el primer día que llegó aquí. Y no creo que nuestra semana de práctica haya sido tan buena. Ofensivamente, no sentí que tuviéramos un buen ritmo. Salimos, hacía viento, hacía más frío y, ya sabes, no creo que practicáramos lo mejor que pudimos esta semana y obviamente no jugamos lo mejor esta noche”.
LaFleur lo expresó más directamente.
“Prácticas como una mier… y luego juegas como una mie...”, dijo.
La ofensiva tampoco recibió ayuda de la defensiva.
Mientras los Buccaneers mostraban su velocidad en ese lado del balón, los Packers no pudieron tocar al inmóvil Brady y permitieron que un ala cerrada que ha perdido un paso, Rob Gronkowski, atrape cinco pases para 78 yardas y su primera anotación en casi dos años.
“No diré que no hemos manejado bien la adversidad, porque durante este año y el pasado, no todo fue siempre a nuestra manera”, dijo Amos.
Aún así, lo Packers tienen marca de 4-1 con cuatro impresionantes actuaciones y una “apestosa” como señalo Rodgers. Tenían la misma marca en este punto el año pasado y lo aprovecharon en una campaña regular de 13-3 más una victoria en los playoffs sobre los Seahawks antes de que los 49ers los eliminaran.
Incluso si los Packers regresan con una victoria esperada este domingo ante los Texans, en algún momento tendrán que demostrar que pueden evitar que un juego contra un buen equipo se les escape de las manos y darse una oportunidad al final en lugar de ver a Tim Boyle y un montón de suplentes participar en jugadas sin sentido como lo hicieron el domingo.
“Simplemente no teníamos respuestas”, dijo LaFleur. “Y de nuevo, comienza conmigo. Tengo que hacerlo mejor para nuestro equipo de futbol americano, y nuestros entrenadores asistentes también deben hacerlo mejor”.