En Los Angeles, el quarterback y su receptor abierto se han conectado de un modo casi surreal en la actual temporada
COSTA MESA -- Si tienes a un quarterback estelar, necesitas --al menos-- a un receptor abierto enorme, fuerte e inteligente que pueda quedarse con el pase largo.
Los Angeles Chargers tienen a "Big Mike" para llenar ese ... Mike Williams. Le llaman "Big Mike" porque posee todas las cualidades mencionadas arriba. Mide 6 pies con 4 pulgadas y pesa 218 libras, y ha generado algunas de las recepciones más definitorias en los partidos de la actual temporada.
Miren al pasado domingo, la victoria sobre los Cleveland Browns, cuando Williams consiguió dos monstruosas atrapadas de touchdown: una para 48 yardas, que dio a los Chargers una ventaja de 28-27 a inicios de un alocado cuarto periodo, y una anotación previa en la que llegó danzando solo a las diagonales después de un envío de 72 yardas de Justin Herbert.
Sumen una recepción en tercera y 10 para el primer intento y una llamada de interferencia de pase creada en cuarta oportunidad durante una serie de cuarto periodo que empató el partido, eventualmente conduciendo al primero de los dos touchdowns de último cuarto del corredor Austin Ekeler --aquel en el que los Browns no lo metieron a las diagonales--, y "Big Mike" estuvo encendido.
Williams impuso una marca personal con 165 yardas en ocho recepciones, y rápidamente elogió a su quarterback en ascenso, Herbert, quien tiró para 398 yardas y cuatro touchdowns, además de sumar uno más por tierra.
"Debemos anotar cada vez que tenemos el balón", recordó Williams que dijo Herbert en el campo. "Y respondimos, 'Seguro, te respaldamos'... Herbert aporta liderazgo. Un gran quarterback. Presencia".
El éxito de Herbert está basado en su habilidad para colocar el ovoide justo en el punto exacto con una variedad de receptores: Ekeler, los receptores abiertos Keenan Allen y Jalen Guyton, y los alas cerradas Jared Cook y Donald Parham Jr. Y, por supuesto, "Big Mike", quien no solamente ha ayudado a Herbert convertirse en candidato serio al premio como Jugador Más Valioso de la NFL, sino también va en camino a un enorme día de pago cuando se convierta en agente libre al término de la campaña.
Pese a su gran tamaño y todavía mayor producción, Williams no es precisamente el más hablador, así que durante los partidos, depende de Allen para mantenerse encendido. Después de una de las anotaciones de cuarto periodo de Ekeler del domingo --esa no--, Allen se aproximó a la banca y miró fijamente a Williams, quien estaba sentado allí.
"¿Qué?", preguntó Williams a Allen.
"No significa nada sin la [victoria]", dijo Allen.
“¿Eh?", replicó Williams.
Allen le gritó de vuelta: "NO SIGNIFICA NADA SIN LA [VICTORIA]".
"Seguro", contestó Williams.
Obtuvieron la victoria, dejando a los Chargers en 4-1 y en la cima de la AFC Oeste de cara al enfrentamiento del domingo contra los Baltimore Ravens, también en 4-1.
El éxito de Williams esta temporada no es completamente inesperado. ha mostrado destellos desde que fuera reclutado séptimo global por los Chargers en el 2017. Incluso luego de lidiar con lesiones como novato, Williams lideró al equipo con 10 recepciones de touchdown en el 2018 y tuvo una campaña de 1,000 yardas en el 2019. La temporada pasada, se anotó 48 atrapadas para 756 yardas y cinco touchdowns.
Pero, este año se siente diferente. Herbert y Williams han conectado a un nivel casi surreal. Ha atrapado 31 pases para 471 yardas y seis touchdowns, uno más que la campaña pasada. Ha marcado diferencias y lleva un paso para quebrar sus marcas previas personales en varias categorías.
"Hemos hecho un mejor trabajo de repartirlo y hacerle llegar el balón", explicó Herbert. "Notando que es una pesadilla y cómo está construido, no es suerte. Ha trabajado fuerte y ha hecho mucho trabajo en la temporada baja. Todas esas veces que lanzamos en el receso de temporada están pagando dividendos".
Williams es una pesadilla para enfrentar. Imagina ser un safety de 5 pies con 10 pulgadas, viendo al Increíble Hulk saltando por encima.
"El tipo es un receptor fantástico", recalcó el head coach de los Chargers, Brandon Staley. "Te puede vencer en la parte profunda del campo, te puede vencer en el primer o segundo nivel. Puede moverse entre las formaciones y lo que ves es un tipo que, cuando se requiere una jugada, lo puede. Él puede".
La química entre Williams y Herbert solamente se ha fortalecido semana a semana. Lo necesitarán el domingo en contra de los Ravens, quienes tienen a un quarterback encendido propio en Lamar Jackson, que lideró a Baltimore a una victoria por remontada de un déficit de 16 puntos sobre los Indianapolis Colts el lunes.
Williams no entrenó el miércoles debido a un tema en la rodilla, pero se espera que esté bien para el domingo.
"Creemos en él", dijo Herbert de Williams. "Es uno de los mejores es ese tipo de jugadas con el balón por alto".