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Los Pittsburgh Steelers no pueden repetir el mismo error que cometieron con Dan Marino

A casi 40 años de haber dejado pasar a un talentoso pasador de la Universidad de Pitt, Kenny Pickett puede redimir a la franquicia como su quarterback del futuro

Han pasado casi 40 años desde aquel Draft 1983 de la NFL en el que los Pittsburgh Steelers seleccionaron con su primer turno al tackle defensivo Gabriel Rivera, dejando pasar a Dan Marino, lo que es considerado uno de los mayores errores en la historia del equipo.

Los Steelers necesitaban un reemplazo para Terry Bradshaw, y no parecían muy convencidos con su recluta de Draft 1980, Mark Malone. Aun así, decidieron no seleccionar al hoy miembro del Salón de la Fama de la NFL, Marino.

Pero, la vida da segundas oportunidades. En 1983, Marino era quarterback de la Universidad de Pittsburgh, su ciudad natal, mientras que para el Draft 2022 de la NFL, también hay un mariscal de campo de Pitt, Kenny Pickett, considerado uno de los mejores prospectos en la posición.

Si bien, la historia parece repetirse, los Steelers no pueden darse el lujo de vivir el mismo desenlace.

Tras el retiro de Ben Roethlisberger al término de la temporada pasada, Pittsburgh tiene como quarterbacks actualmente a Mitch Trubisky, Dwayne Haskins y Mason Rudolph, quienes han sufrido mucho para consolidarse como grandes jugadores; han tenido destellos, pero también demasiados altibajos.

Todo esto nos lleva a su primera selección del Draft 2022, donde pueden darle la confianza a sus actuales pasadores y reforzar otra posición, o pensar en no repetir los que sucedió con Marino e ir por su quarterback del futuro.

Marino jugó cuatro años, de 1979 a 1982, para los Panthers, liderando al equipo desde su primera temporada universitaria. En su campaña de novato consiguió 10 pases de anotación y 1,680 yardas en 222 pases, obteniendo un porcentaje de efectividad del 58.6 por ciento.

Mantuvo un ritmo similar para 1980, consiguiendo 15 touchdowns y 1,609 yardas, pero en su tercer año explotó todo su potencial. Sumó la extraordinaria cantidad de 37 pases para anotación y 2,876 yardas, obteniendo su mejor porcentaje de efectividad con un 59.5 por ciento, consiguiendo así diversos récords para la escuela.

Su carrera en Pitt terminó con 79 pases para touchdown y 8,597 yardas por aire, tras completar 693 de 1,204 pases, dejando récords y un gran legado con los Panthers.

Pero, su récord de pases para una temporada y para una carrera fueron superados por Kenny Pickett quien, si bien tuvo un año adicional, lo aprovechó de gran manera para mostrar todo su potencial.

Pickett comenzó su carrera colegial en 2017 como tercer pasador en el orden, pero en el 2018 se ganó la titularidad y arrancó con buenos números: 12 pases de anotación y 1,969 yardas. En su tercera y cuarta temporadas mejoró, subiendo su efectividad en pases a más del 60 por ciento. Además, en el 2019 sumó 3,098 yardas para 13 pases de anotación, mientras que en el 2020 superó las 2,400 yardas y lanzó 13 pases para touchdown, aportando adicionalmente ocho anotaciones por la vía terrestre.

Debido a la pandemia, la NCAA permitió que los jugadores pudieran tener un año más de elegibilidad, lo cual aceptó Pickett y fue la mejor decisión, porque fue su mejor temporada. La campaña 2021 la terminó con 42 pases de anotación, superando el récord de Marino, y 4,319 yardas por aire, además de tener un porcentaje de efectividad del 67.2 por ciento y aportar con cinco anotaciones por la vía terrestre.

En mi segundo Mock Draft, consideré que Pickett no sería el primer quarterback seleccionado, y podría llegar hasta los Steelers sin que éstos tengan que escalar posiciones. Para mí, si les llega deben elegir a Pickett y no cometer el mismo error que hicieron 40 años atrás, porque no sabemos la calidad que aún tenga por demostrar la joven promesa de Pitt.