Ángel Alvarado se sobrepuso al rechazo de Borregos Monterrey para convertirse con Auténticos Tigres en el líder corredor de la ONEFA
Cuando el talento de Ángel Alvarado fue cuestionado por Borregos Monterrey y no le ofrecieron una beca para integrar el equipo de Liga Mayor, el hoy corredor de Auténticos Tigres de la UANL, convirtió su peor momento como jugador y persona, en el combustible que lo guiaría al éxito. Nada menos que a convertirse en el líder corredor de la Conferencia de los 12 Grandes.
“El rechazo de Borregos Monterrey encendió algo en mí, para que demostrarme que podía ser realmente un buen jugador. Entonces me dije no puedo crecer de estatura, pero si puedo trabajar para ser más fuerte y más rápido”, relata Álvarado, en entrevista con ESPN Digital.
Alvarado, quien terminó por segunda temporada consecutiva como el líder corredor de la Conferencia de los 12 Grandes, es una pieza básica de los Auténticos, que este viernes disputan una de las dos semifinales, cuando reciban a Borregos Puebla en el estadio Gaspar Mass.
También este viernes, Borregos Monterrey recibe en el estadio Banorte a Pumas CU en busca de definir a los finalistas de la temporada 2025.
“Los coaches de la Prepa Tec me decían que les gustaba mi estilo de juego, pero que me faltaba algo, que debía ser más alto. Con que crecieras un poquito, me decían”, relata Ángel, quien tuvo como uno de sus grandes apoyos a la talentosa línea ofensiva de los Auténticos.
Alvarado no recibió la oferta de beca para integrar el equipo que Liga Mayor, lo cual lo llevó a cuestionarse su talento como jugador y hasta el autoestima; pese a ello, no se amilanó. El destino lo llevaría a integrarse al representativo de la UANL, el equipo de sus amores cuando niño y, de remate, integrarse a la institución con mejor oferta académica en Ingeniería Civil.
“Fue como una bendición que no me diera la beca Borregos Monterrey. Me integré a un equipo que gracias a su unidad y compañerismo, elevó mi nivel en el campo y entré a una escuela en que la Ingeniera Civil tiene un nivel de excelencia. O sea, me fue mejor”, agrega Ángel, quien finalizó la temporada regular 2024 con 867 yardas, además de ocho anotaciones y un promedio de 6.9 yardas cada vez que acarreó el ovoide.
Ángel recuerda que su amor por el futbol americano nació por los videos que su papá, Gerardo Alvarado Cavazos, tenía en casa de los Dallas Cowboys, y que lo impresionó Emmitt Smith. El deseo se concedió, pese a la renuencia de su mamá, Gabriela Nevarez.
“Le dije a mi papá que quería ser corredor, para ser como Emmitt Smith, somos muy fans de Dallas. Lo único malo es que tardamos como un año en convencer a mi mamá para que me dejara jugar, pero finalmente empecé a los seis años en Halcones Cumbres".
La constitución física de Ángel era obesa. Por esa razón su primera posición fue la de centro, pero conforme mostró su velocidad, los coaches finalmente lo hicieron corredor. Desde entonces, Alvarado se dio cuenta de que las condiciones físicas con las que no contara debía suplirlas con base a la preparación física. Con disciplina.
“Conforme crecí poco a poco me enfoqué mucho más en mi alimentación y en dormir bien. Siempre fui dedicado y disciplinado porque fue lo que me enseñaron mis papás, si en algún momento me veían indeciso o con flojera me decían tu equipo te necesita”.
La química dentro del vestidor y un estilo de ofensiva que enfatiza el ataque terrestre han sido el terreno ideal para que Ángel sea uno de los mejores ofensivos de la Liga Mayor, en lo que es ya su tercer año de elegibilidad.
“No hay día en que no esté sonriendo cuando estoy entrenando. Los Auténticos son mi segunda familia, mis compañeros son mis hermanos, y esa armonía se refleja en el terreno de juego. No juego solo y si he tenido la fortuna de brillar en lo individual, es porque tengo un equipo que soporta alrededor de mi”, acepta Ángel, quien juega con el jersey 31.